El enérgico regreso de The Cure a Chile: los británicos presentaron un intenso show de dos horas y media en el Monumental

Problemas técnicos fueron comunicados cuando el show llevaba cinco minutos de retraso. Ya había comenzado a “llover” por los parlantes 20 minutos antes anunciando que The Cure estaba próximo a concretar su regreso a Chile, diez años después de su debut en el estadio Nacional. 

En total fueron diez los minutos que el público debió esperar en relación a la hora anunciada, pero todo quedó en la anécdota cuando la banda se subió a la escenario y empezó a tocar, mientras Robert Smith se paseaba a paso lento desde el extremo cercano a Cordillera al de Océano, mientras contemplaba el estadio Monumental prácticamente repleto. 

“Alone” fue la canción con la que The Cure inició su show seguida de “Pictures of You” que generó los primeros coros del público, los que continuaron con “High” y “Lovesong”.

El Monumental se iluminó mientras Robert Smith entrega una sentida interpretación de “And Nothing is Forever”. Un show en el que The Cure no tomaba pausas entre canciones, llegando el primer leve respiro cerca de los primeros 45 minutos de presentación, tras “Fascination Street”, para luego sorprender con “Kyoto Song”.

“In Between Days” y “Just Like Heaven” marcaron la primera hora de un show en el que, pese a la poca comunicación verbal con el público de Robert Smith, quien vestía una camiseta con la bandera chilena en forma de mariposa, lograba conectarse con este a través de pequeños gestos y el enérgico ritmo que fue marcando el show.

Un dinamismo de calculada y contendia vehemencia que se sustento en un acertado entramado de canciones -el que distó del pantanoso setlist de más 40 temas que los británicos presentaron en su debut hace diez años atrás- y que tuvo su clímax en “End Song”, que puso fin al primer tramo de concierto que duro poco menos de dos horas. Una intensidad que tuvo como protagonistas a Jason Cooper en batería, el bajista Simon Gallup y el tecladista Mike Lord, quien reemplazo a Roger O’Donnell en esta gira latinoamericana llamada “Shows of a Lost World”.

Dos bis realizó The Cure para el cierre de su show. Un compuesto por “It Can Never Be the Same”, “Want”, “Plainsong” y “Disintegration”. Mientras que para el cierre de su presentación de dos horas y media, los británicos un bloque de grandes éxitos con “Lullaby”, “The Walk”, “Friday I’m in Love”, “Close to me”, “Why Can’t I be You” y “Boys Don’t Cry”.

“Gracias, nos volveremos a ver”, prometió un emocionado Robert Smith al terminar el show.