El tenso cruce que tuvo el periodista Roberto Cox con el padre de Nicolás Zepeda en medio del juicio por el caso de Narumi Kurosaki

Ayer, partió el segundo juicio contra el chileno Nicolás Zepeda (32), acusado del asesinato de su exnovia, la japonesa Narumi Kurosaki, en 2016. En abril de 2022, Zepeda fue condenado a 28 años de prisión por homicidio premeditado. Sin embargo, apeló a la sentencia de primera instancia.

Este martes, se realizó la segunda jornada de alegatos. Una vez que concluyó la audiencia, el periodista de Chilevisión que se encuentra en Vesoul -Francia-, Roberto Cox, tuvo un tenso cruce con el padre de Zepeda, Humberto Zepeda. Todo se originó cuando el progenitor del imputado emprendió contra el fiscal que lleva el caso.

“Si el fiscal no ha mostrado nada, absolutamente nada. Es impresentable que el fiscal, siete años después de la investigación, diga que Nicolás no es un profesional, que nunca estudió en la universidad“, partió diciendo Humberto Zepeda.

Sin embargo, los dichos del hombre fueron rebatidos por el periodista de Chilevisión. “Pero Humberto, esa información se mostró en el primer juicio”. Ante esto, Humberto Zepeda respondió: “Justamente por eso se perdió el juicio, por las mentiras del Fiscal, él mostró falsedades“.

“O sea, esos pantallazos son armados”, insistió Roberto Cox, a lo que Zepeda reprochó: “Sin duda, que los muestre el Fiscal”.

“Pero si los mostró en el primer juicio”, dijo el periodista por tercera vez, lo que desató la molestia del padre de Nicolás Zepeda.

“Son falsos, yo prefiero decir que la construcción de la investigación se llenó de falsedades. Esto está lleno de inexactitudes, de mentiras. Hay una cantidad de información que no es la correcta”, concluyó Humberto Zepeda.

Las tesis que se manejan al séptimo aniversario de la desaparición de Narumi

El proceso judicial -que se extenderá hasta el 22 de diciembre- se retomó en el marco del séptimo aniversario de la desaparición y posible asesinato de Narumi Kurosaki en la noche del 4 al 5 de diciembre de 2016.

Fue ahí cuando quienes compartían residencia con la joven japonesa -en la ciudad de Besanzón- empezaron a escuchar “gritos de terror”. El ruido venía de la habitación 106, ocupada por la mujer. Sus compañeros comenzaron a comentar que -probablemente- estaban “asesinando a alguien” y, desde ese momento, nadie volvió a verla.

Según la fiscalía, Zepeda la habría estrangulado o asfixiado y luego la arrojó al río Doubs. Luego, mientras volvía a Chile, la suplantó en las redes sociales para que se creyera que estaba viva. Y, en julio de 2020, fue extraditado a Francia para avanzar con el juicio.

En una de las primeras audiencias, el acusado gritó con desesperación que “¡Yo no maté a Narumi!”. Pero, para el tribunal, había una serie de pruebas que permitían acreditar que fue un homicidio premeditado.

Actualmente, la estrategia del chileno es citar a nuevos testigos y presentar otro informe psiquiátrico. Esto, porque según la familia Zepeda “nadie puede asegurar que Narumi hoy está fallecida. Científicamente, no se puede”.