Asesorías de comunicación estratégica y altos pagos: cómo Pablo Zalaquett pasó de político a lobbista con charlas que complican al Gobierno

Pablo Zalaquett lo intentó por última vez en 2020. 

El exalcalde de Santiago y La Florida probó suerte en la papeleta de las primarias municipales de Chile Vamos en Vitacura. Quedó último. En un discreto tercer lugar frente a la abanderada de Evópoli y hoy alcaldesa de la comuna, Camila Merino (Evópoli). 

Por ese entonces, el militante UDI e ingeniero comercial de profesión, sindicó como gran culpable de su derrota a la alcaldesa de su partido, Evelyn Matthei. En una entrevista con The Clinic, aludió directamente al apoyo de la jefa comunal de Providencia a Merino. 

Matthei -en palabras de Zalaquett- le habría asegurado que se mantendría neutral, pese a su amistad con la representante de Evópoli. No fue así. “Nunca más apoyaré a Evelyn Matthei. En nada. Eso fue una deslealtad”, dijo.

Hoy, entre sus cercanos, Pablo Zalaquett intenta descifrar quién puede haber cometido la “deslealtad” de romper con la confidencialidad requerida de los polémicos encuentros entre stakeholders en su domicilio en Lo Barnechea que hoy complica su modelo de negocio y -además- a seis ministros del gabinete del Presidente Gabriel Boric, pero particularmente a Nicolás Grau (Economía), Maisa Rojas (Medio Ambiente) y a Jeannette Jara (Trabajo).

Una versión, extendida en aquellos círculos, es que habría sido especialmente controvertida la presencia de la jefa de Medio Ambiente en el domicilio del exedil. Que la cita llegó a oídos de algunos personeros con especial sensibilidad medioambiental, quienes se escandalizaron con la presencia de la ministra Rojas junto a grupos considerados “adversarios” a la causa. 

Y es que Rojas, incluso desde parte de la alianza, el Socialismo Democrático, había sido criticada por su reticencia a reunirse con estos grupos de interés.

Durante la semana, la propia titular de la cartera reconoció en Tele13 Radio que “cuando se toma la decisión de ir, es en un contexto de una crítica al Ministerio del Medio Ambiente de intransigencia, de falta de diálogo”.

Buscando interlocutores

“Yo he perdido el 50% de mi patrimonio en la política (…). He tenido seis candidaturas. He ganado tres y he perdido tres. Y hay gente que me dice en Twitter: ‘Querís puro hacerte rico como alcalde, chanta’. Yo en mi empresa gano el doble de lo que puedo ganar como alcalde”.

La frase de Zalaquett en conversación con The Clinic es reveladora respecto a los antecedentes que hoy se conocen. Si hace tres años él mismo hacía esa estimación, el ingreso mensual actual del fundador de PZ Comunicaciones -una consultora, de equipo reducido, y definida por sus pares como boutique– podría empinarse hasta los $20 millones.

El exjefe comunal volvió a la palestra luego de que Ciper revelara una serie de reuniones de relacionamiento público entre grupos de interés y autoridades que no fueron registradas en la plataforma de la Ley del Lobby. La lista es larga y del gabinete de gobierno, Jara (Trabajo) es quien registra más citas: tres, según transparentó. 

Entre las figuras de los partidos de gobierno, el mismo medio develó que la expresidenta del PPD y hoy vicepresidenta de la colectividad, Natalia Piergentili, ha realizado entre siete a ocho charlas y que ha recibido una remuneración por ello. Sin contar, asegura, una ocasión donde acudió a uno de los encuentros de Pablo Zalaquett en su domicilio junto al expresidente Ricardo Lagos en calidad de invitada.

Eso sí, y en otra arista, la extimonel también reconoció a Ciper una asesoría a un dirigente gremial “en materia de discurso y de relacionamiento con el gobierno” tras salir de la presidencia del PPD. El pago, admitió, se realizó a través de la consultora de Zalaquett.

Como sea, y en un viraje respecto al relato que había sostenido el gobierno desde que estalló el escándalo, Boric instruyó a sus ministros reportar las citas con el militante UDI en la plataforma de lobby. Todos, a excepción de la jefa de Interior, Carolina Tohá -quien ha descrito su asistencia como una “exposición” a un grupo de interés- fueron mandatados por el Presidente.

El traspié de Nicolás Grau, quien admitió que en el encuentro en Lo Barnechea los empresarios ligados al salmón sí dieron su opinión de cómo debe ser la industria a largo plazo, quebró la premisa en la cual el gobierno había cimentado la defensa de que dichas reuniones sociales no constituían lobby. 

¿Pero cómo se “enquistó” Zalaquett en La Moneda? Los parlamentarios del Frente Amplio han sido críticos. El senador y extimonel de RD, Juan Ignacio Latorre, dijo que “el gobierno no necesita intermediarios como el señor Zalaquett”. El diputado del partido del Presidente Boric, Gonzalo Winter (CS), ha planteado que ese tipo de citas debería ser en horario laboral y en oficinas.

Quienes conocen del lazo que estableció con la exlíder PPD, aseguran que Zalaquett la conoció en un cumpleaños de un amigo en común a inicios de 2022. Una instancia social con otras figuras políticas y empresariales entre los invitados. 

Allí le comentó -en líneas generales- de las citas que sostenía desde 2019, luego del estallido social, en su departamento. También le confidenció que desde el cambio de administración, no había tenido tanta suerte con expositores del Ejecutivo. Casi en paralelo, Zalaquett también tomaba contacto con otro PPD cercano a Piergentili: el exministro Jorge Insunza.

Luego del 4-S, Zalaquett -afirman- habría visto con buenos ojos la incorporación de Carolina Tohá. La jefa de gabinete era una vieja conocida para el exalcalde de Santiago: la militante PPD lo desbancó del sillón edilicio. Y pese a la rivalidad de dicha campaña, el militante UDI aseguraba que mantenían una relación cordial.

El conocido rol de lobbista de Pablo Zalaquett

En la entrevista con Tele13 Radio, que fue la última que dio esta semana la ministra Maisa Rojas, al ser consultada si conocía el rol de lobbista de Pablo Zalaquett, aseguró “la verdad, no lo tenía claro”. Posteriormente aclaró que “obviamente lo conocía”, y que recibió una invitación para “tender puentes”.

Para quienes conocen al exalcalde, el primer punto expuesto por la secretaria de Estado resulta inverosímil. Y es que cercanos al exjefe municipal aseguran a The Clinic que siempre se sintió cómodo con el lobby. “Es un tipo muy bien relacionado” y “extremadamente sociable”, son las características con las que diferentes personeros, tanto de oposición como del oficialismo, describen a Zalaquett.

No se reconoce con claridad su inicio en el rubro, pero sí que fue previo a incursionar en la política como candidato. Encuentros como los que fueron develados en las últimas semanas habrían comenzado durante el estallido social, mientras que su vínculo con el mundo empresarial lo asocian al minuto en que creó la Fundación Generación Empresarial. 

Sus redes eran fuertes en la derecha y en el empresariado, pero faltaba llegada en la izquierda. Con Socialismo Demócratico comenzó a generar vínculos en los últimos años, particularmente de la mano de Jorge Insunza, y recientemente se incorporaron a la ecuación ministros de Apruebo Dignidad.

Que haya sido el anfitrión de estas reuniones, sostienen quienes lo conocen, no es para sorprenderse. Junto con ello, algunos señalan que siempre tuvo un interés por asumir un rol de nexo entre diferentes fuerzas. Tanto entre del sector económico con el político, como también entre el oficialismo y la oposición.

“Zalaquett participaba en una cosa que se llamaba generación empresarial antes de entrar a la política. Y desde mucho antes hacía este tipo de nexo. Él siempre ha entendido que la democracia requiere conversación. Ha tendido puentes siempre entre izquierda y derecha, entre el mundo productivo y trabajadores, entre gremios. Y ahora también entre regulados y reguladores”, afirma el diputado UDI, Jorge Alessandri, que trabajó con el exalcalde cuando ejerció como concejal por Santiago. 

Asistentes a los encuentros convocados por Pablo Zalaquett insisten en descartar que, al menos los que ellos presenciaron, hayan sido lobby. Uno de estos afirma que el exedil, a la hora de extender la invitación, aclaraba que se trataba de “una conversación humana”, descartando otros intereses. Al mismo tiempo, aseguran que otras instancias convocadas por el histórico militante de la UDI hayan tenido otros fines.

Junto con ello, postulan conocedores de estas reuniones, su rol era que cada actor en una discusión pudiera conocer la visión de la contraparte. Una actitud que presenta desde la universidad, según afirma un excompañero de él de la Universidad Católica. 

Al mismo tiempo, conocedores en la materia manifiestan que lo que hace Zalaquett no dista de lo que realizan los grandes lobbistas del país, y que su actividad es recurrente.

El silencioso respaldo a sus reuniones, y los cuestionamientos por transparencia

En público, la postura que prima son los cuestionamientos a los encuentros convocados por Pablo Zalaquett. No solo a la instancia como tal, sino que también a los invitados, en especial los ministros y ministras. Pero fuera de micrófono son varios los representantes de su sector político que respaldan estas reuniones, con el argumento de que “fortalece la democracia”. 

“Lo que hace Zalaquett es importante para la democracia. El que tiene que ver cómo cumple sus propias normas es el político invitado que tiene que llegar el lunes a su oficina y publicar expost en la Ley de Lobby como la Ley lo permite. Pero que Zalaquett haga estos puentes, primero habla de que los propios políticos no hacen los puentes automáticamente. Una democracia más madura no debería necesitar un intermediario”, afirma el diputado Alessandri.

Por cierto, expertos en materias de transparencia discrepan en su mayoría con esta postura. Y con ello, los dardos apuntan a que la propia legislación es débil e ineficiente.

“Que las autoridades no informen con quién se reúne es desinformación. La gente tiene derecho a saber lo que sus autoridades hacen, con quién se junta, etcétera. Es eso. Aquí la pregunta es cuánto nos importa la transparencia, la publicidad, cuánto honramos el derecho de la gente a estar informada sobre las cosas que pasan”, señala el expresidente del Consejo para la Transparencia (CPLT), y docente de la Universidad Católica, Francisco Lecturia.

En esa línea, el exconsejero del CPLT sostiene que es necesario fortalecer la legislación y dentro de ello “precisar el concepto de lobby. Establecer obligaciones más claras, establecer sanciones. Probablemente establecer sanciones penales para casos en que haya una concertación para ocultar información de conversaciones e influencias, información privilegiada sobre todo. Generar un sistema donde no cumplir con la ley traiga consecuencias. Porque hoy día no cumplir con la ley no trae ninguna consecuencia salvo una: el juicio crítico y la opinión pública, que no es poco”.