Cultura & Pop
2 de Febrero de 2024Lo comido y lo bailado de Ana María Gazmuri: “Todo me queda rico”
La diputada del partido Acción Humanista, Ana María Gazmuri, revela un récord devorando siete humitas, y los detalles de una deliciosa receta familiar que de seguro acorta la vida.
La diputada del partido Acción Humanista, Ana María Gazmuri, responde esta semana al cuestionario “Lo comido y lo bailado” de The Clinic.
Lo comido:
-¿Cómo es su relación con la comida?
-Intensa y apasionada, me gusta casi todo. Comer ha sido unos de los grandes placeres de la vida.
-¿Cuál es el plato inolvidable de su infancia?
-Los porotos granados y las infinitas humitas en los veranos en el campo; la leche nevada y la leche asada también son inolvidables.
-¿Cuál ha sido su mejor comilona, panzazo, banquete de la vida?
-Ufff, han sido muchos, pero mi récord fueron siete humitas, hace como 30 años, con mantequilla y mucho ají verde.
-¿Cuál es el restaurante al que siempre vuelve? ¿Por qué?
-Aunque venga de cerca la recomendación -es de mi hija y mi yerno-, Bokado Restorán, en el Paseo del Sol de Peñalolén. Los mejores pescados y mariscos frescos, además de carnes y preparaciones vegetarianas. Un lugar lindo, sencillo y entretenido, a buen precio para comer rico.
-¿Qué plato sabe preparar?
-Soy buena cocinera, todo me queda rico; pero si tengo que escoger uno, sería el Pollo Polpaico, un pollo cocinado en litros de crema a fuego lento, que es una delicia. Es una antigua receta de familia. Mi padre fue un gran cocinero y un gozador de la comida, y nos heredó esta pasión.
Lo bailado de Ana María Gazmuri:
-¿Cómo es su relación con la fiesta y el baile?
-Últimamente, escasa, y es de las cosas que extraño; me encanta bailar, pero son pocas las ocasiones en que puedo tomarme un espacio para mí. La última buena bailada fue en mi cierre de campaña, junto a la banda Voltaje. Es parte de los equilibrios que aún debo conquistar entre trabajo y vida privada.
-¿Qué canción le lleva de inmediato a la niñez? ¿Qué recuerdos te trae?
–La Canción de cuna de Brahms, que mi madre me cantaba al dormir. Hasta hoy es para mí un mantra de amor maternal y protección, que conjura y activa mi refugio interior. También la canté a mis hijos al acunarlos. Y hoy a mis nietas pequeñas.
-¿Dónde y cómo fue el mejor carrete de su vida?
-Sin duda, mi matrimonio con Nicolás hace diez años, después de vivir juntos ocho años. Hicimos una ceremonia propia y una gran fiesta con nuestras familias y amigos de Chile y Argentina; organizamos todo nosotros mismos. ¡Inolvidable!
-Su estribillo favorito es…
-Un estribillo que siempre vuelve a mí es de una canción de Alejandro Lerner que dice “Volver a empezar… que no se apague el fuego. Queda mucho por andar. Y que mañana será un día nuevo, bajo el sol. Volver a empezar”.
-Tres canciones para su funeral.
1. “Follow the Sun”, de Xavier Rudd
2. “Stars/Feelings”, de Nina Simone
3. ¡Y muchos mantras!