“En la noche están todos con palos”: la larga vigilia de los vecinos de Achupallas y El Olivar por el temor a robos de lo que quedó de sus hogares

Tras el terror de arrancar de las llamas que consumieron sus casas el fin de semana, las víctimas del voraz incendio que afectó a Viña del Mar y Quilpué no solo están preocupados de poder sacar escombros mientras se controla por completo la emergencia. También están preocupados por la seguridad de lo poco que les queda.

En el paradero 10 de Achupallas, específicamente en el pasaje Maullín 50, Daniel, de 60 años, pasará la noche con su hijo, en el auto de este. Dice que están robando los “tubos de agua” y los balones de gas que lograron sobrevivir al fuego, “porque Lipigas los van a cambiar por nuevos”. A su vez, asegura que buscan llevarse los cables de luz.

Treinta años llevaba viendo en la casa que hoy ya no existe. En el momento que el fuego llegó al lugar, pasada las seis de la tarde del viernes, él estaba viendo fútbol, acompañado de su hija y su nieta. Pese a que aseguran que la alerta de evacuación llegó tarde, lograron hacerlo. No así seis de sus vecinos, que son parte de las 112 víctimas fatales confirmadas hasta el domingo en la noche. Los cuerpos calcinados fueron retirados este domingo por el Servicio Médico Legal.

El hijo de Daniel expresa que la ayuda en general “no ha llegado todavía” y destaca la labor de los universitarios que se han hecho presentes para ayudar a remover escombros. Pero estos ya se fueron, el toque de queda para las comunas de Limache, Quilpué, Villa Alemana y Viña del Mar empezó hace más de dos horas y ambos están pensando en cómo habilitar un baño.

Más abajo, en el mirador El Olivar, los vecinos están fuera de sus casas. Con un láser y luces apuntan a la ladera del frente. Aseguran que vieron a unos individuos que buscaban generar nuevos focos de fuego. Pese a que las viviendas de ese lugar parecen no haber sido afectadas, varios departamentos ubicados al final de los pasajes están quemados. La oscuridad es absoluta y el tema de la delincuencia los llevó a organizarse.

“Todos los vecinos acá estamos cuidando los pasajes, porque anda harta gente que uno ya sabe que no es de acá, porque aquí nos conocemos”, dice Erick, quien llegó a vivir a este lugar a los cinco años. Acusa que nadie vigila, “entonces, necesitamos carabineros o alguien que sea en la noche”, comenta, para luego agregar: “No hay nada. Ninguna autoridad que dé una solución… o sea, no una solución, sino que tú puedas acudir ahí y decir ‘mira, esta persona está robando esta casa’”. También manifiesta su preocupación por la reacción que pueden tener los propios vecinos, los que “en la noche ya están todos con palos”. Daniel, a quien se le quemó su hogar, ha decidido quedarse para ayudar y acompañar a su suegro que también vive ahí.

En el mismo lugar, una señora de edad mira desde el patio de su vivienda y advierte: “No tienen que dar mucha información”. “Nos cuidamos y tratamos de cuidarnos entre todos. Eso nada más”, secunda otra persona, con tono seco.

Cerca de las 22:30 horas, dos vehículos con uniformados van subiendo hacia el sector del mirador El Olivar. Otros van a pie y no detienen a los autos que están circulando por calle Chungará. En calle Pucará hay un auto cruzado en la vía para evitar el tránsito. El vecino que lo colocó ha invitado al resto de su comunidad a que carguen sus teléfonos, porque él tiene un generador. Pese a ello, Ernesto, de 57 años, reconoce que no son muy unidas todas las personas que viven ahí. Por ello, celebra la iniciativa. “Gracias a Dios, aquí ha estado seguro porque han venido los uniformados. Han pasado haciendo ronda”, expresa.

Graciela, de 67 años, plantea que los vecinos deben estar organizados y haciendo guardia. Ella no evacuó durante el incendio en Viña del Mar, porque su esposo no llegaba aún a su hogar a la hora del incendio y estaba con su madre, de 90 años. “Yo me mojaba con la manguera para poder soportar el calor”, recuerda, para luego explicar que ellos realizan turnos de dos horas para cuidar el lugar.

Justo en este momento, en la quebrada del frente se está desarrollando un operativo. Se ven varias luces de vehículos de emergencia y de orden. La información que tiene los vecinos es que vieron a individuos intentando reactivar el fuego, el que habría sido apagado por alguien de los condominios del frente ubicado en el sector conocido como la segunda etapa de El Olivar. Las torres de este lugar no fueron afectadas por el fuego y hace poco más de media hora regresó la luz. Están todos mirando desde sus ventanas, mientras un grupo de oficiales la PDI se desplaza a pie por la calle, pero ya van de retirada.

Claudia Ojeda está acompañada de su perro. Vive en la torre F del condominio Santa Sonia y dice que no se quemaron con el incendio porque lograron organizarse para generar un cortafuego. Pero ahora el problema es otro: la seguridad. Hacen guardia porque les dijeron que saquearon abajo en Antuco.

Oscar Romero, Ronaldo Galdámez. Fernando Cortés y Alexis Jerez viven en el mismo sector. Cuentan que todos son muy unidos y están organizados para hacer guardia. También aseguran ser los responsables de ver fuego abajo en la quebrada e ir a apagarlo. Llamas que, según plantean, alguien las habría generado intencionalmente. Un temor que se repite en esta zona afectada por el incendio y tiene a los residentes apuntando sus linternas a las quebradas y buscando a sujetos que aseguran a ver visto con intenciones de reactivar el incendio.

La misma situación se puede ver desde el troncal urbano a la altura de la pasarela de Canal Beagle. En este sector, pasado las 23:00 horas, hay una serie de autos detenidos, entre ellos uno de con bomberos. Sus ocupantes miran a la quebrada donde civiles y uniformados estaban desplegados con linternas. Acá también vecinos reportaron haber visto otro foco de fuego.

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— Municipio de Viña del Mar (@vinadelmar) February 5, 2024

A esa misma hora, la cuenta oficial de la Municipalidad de Viña del Mar informó que los equipos de seguridad estaban trabajando, “ante denuncias de personas sospechosas en los cerros”.