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Cultura

16 de Febrero de 2024

El proyecto que busca instalar 17 murales en la Línea 7 del Metro de Santiago para generar “pertenencia” entre los vecinos

Nuevos murales de Diablo Rojo Diablo Rojo

Las paredes de las nuevas obras de la Línea 7 del Metro son el lienzo del nuevo proyecto del muralista Pablo de la Fuente, que busca resaltar la identidad del barrio.

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Las obras de la nueva Línea 7 del Metro de Santiago ―que estaría operativa en 2028― en la estación Cal y Canto fueron el lugar donde el artista Diablo Rojo comenzó su nuevo proyecto: Cuerpo y territorio. La iniciativa se enmarca en un conjunto de 17 murales que serán elaborados en medio de las faenas del nuevo tramo del tren subterráneo.

“Serán 10.295 metros cuadrados de superficie de arte, diseño y pintura, siendo su fin mitigar el impacto visual de las obras. Con ello, no sólo se busca embellecer el paisaje urbano, sino también destacar a artistas locales y honrar la riqueza cultural de los barrios circundantes, aportando así a la comunidad”, explican desde el Metro.

El proyecto surgió luego de que la empresa estatal y la Municipalidad de Santiago convocaran al muralista oriundo de Recoleta a retratar la cotidianeidad y la identidad del sector de Cal y Canto. Luego de estudiar la historia del barrio, en la que influyó su conexión personal con la zona, Diablo Rojo presentó un primer boceto del proyecto en diciembre pasado.

Así, la obra tiene diversas etapas, que se ubican en Avenida La Paz, la ciclovía, Independencia y José María Caro. Entre los lugares que exhibe están la Vega Central, la Pérgola de las Flores, el barrio de las telas de Independencia, además de peatones y personas fallecidas en el sector.

Al respecto, Diablo Rojo sostiene que “mi idea es que la gente que camina en el entorno, se vea reflejada en el muro dentro de su cotidiano, pero no como una imagen que proviene del costumbrismo. Más bien, mi intención es crear metáforas y poesías, desde los rostros, la fisonomía, los oficios, y el territorio. Que los transeúntes estén involucrados en el mundo del arte, y también en el mundo de los sueños”.

Según el artista, los murales buscan “crear una explosión de colores y de trazos para captar la atención” a través de una paleta “brillante y eléctrica”. En tanto, el estilo va en consonancia con el muralismo tradicional y oscila entre la estética mexicana y la chilena.

“Hermosear un espacio, volverlo mas bello, más agradable a la vista, que te haga sentirte identificado, da un sentido de pertenencia y también de cariño. No sientes que estás en el viejo oeste cruzando. La sensación de abandono social, también lo da por cómo cuidamos los espacios”, comenta Diablo Rojo.

El equipo de trabajo de Pablo de la Fuente ―que tuvo la colaboración del Centro Cultural Estación Mapocho― está integrado por otros muralistas y artistas urbanos. Entre ellos se encuentran Evelyn Latorre (La Loica), Nicole Salgado, Andrés González (Nebs), Pablo Etrom, Natalia Gómez (Liada) y Eric Casanova.

“Pintar en lugares conflictivos igual es cuático“: la mirada de Diablo Rojo

Los murales que está elaborando Diablo Rojo se emplazarán en un sector con alta vulnerabilidad social, donde existen personas en situación de calle y se ven constantes episodios de violencia. Pero, para el equipo, han existido cambios en el barrio.

Para Pablo de la Fuente, “pintar en lugares conflictivos igual es cuático, porque la gente es muy hostil cuando uno llega. Uno es súper invasivo: cierra el espacio, se pone a pintar blanco. Y la gente cree que uno es de la muni o que uno está haciendo cualquier cosa”.

“Pero cuando empieza a aparecer el muro y ven que es especial, cambian las actitudes de todo el mundo. La gente te empieza a agarrar cariño, te empieza a cuidar, te empieza a querer. La gente siente que es un regalo”, expresa.

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#Cal y Canto#metro#Murales

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