Columna de Carolina Urrejola | Ossandón, Larraín y la derecha post Piñera: No me ayude tanto compadre

No alcanzaron a pasar dos semanas de la muerte trágica del expresidente Sebastián Piñera para que sus archienemigos en la derecha sacaran la voz para criticarlo.

Manuel José Ossandón y Carlos Larraín, ambos de Renovación Nacional (RN), partido en el que militó el exmandatario, y con un historial de peleas públicas con él, fustigaron en sendas entrevistas su legado político, rompiendo así el momentum que se había instalado en la derecha.

Se sabe que Piñera estaba empujando la unidad de su sector desde Republicanos hasta los nuevos partidos de centro, alarmado por la incapacidad de lograr una visión común de cara a las próximas elecciones. Cuando lo planteó en una entrevista, poco antes de morir, prácticamente nadie recogió el punto.

Pareciera que hay demasiados incentivos para mantenerse en las trincheras, o que la confrontación es lo que mejor rinde.

Partamos con el senador Ossandón, que se jacta de su franqueza y su falta de cinismo, cuando en realidad esa virtud convive con un liderazgo tipo caudillo al que le saca lustre antagonizando siempre  con dirigentes de su sector.

Hace una semana, en El Mercurio, Ossandón dijo que ha sido un error santificar a Piñera: “Lo que están haciendo quienes promueven esa idea es deshumanizarlo, porque él fue una persona que tuvo luces, pero también sombras”, comentó quien fue el contendor de Piñera en las primarias de Chile Vamos de 2017.

Larraín por su parte, dio por muerto el piñerismo en conversación con La Segunda: “Le veo poco futuro, representa una postura permanentemente transaccional en lo social y lo político(…) no llega a constituir una corriente de opinión. Será una cosa pasajera que no va a cristalizar en una sola persona”.

Recordemos que la lista que apoyaba el exsenador y expresidente de RN en las pasadas elecciones internas del partido perdió, entre otras razones, por una serie de declaraciones lamentables que Larraín dio en Tolerancia Cero, desempolvando su clásico estilo de patrón de fundo que generó profunda molestia en las filas de Renovación Nacional.

La falta de oportunidad y tino de ambas declaraciones no ayudan a la estrategia política que necesita un sector fragmentado y débil tras el fracaso del segundo proceso constitucional. Chile Vamos se acerca y se aleja de Republicanos en la medida que le conviene, y no hay claridad de cómo proceder en las próximas elecciones municipales.

Mientras exautoridades de los gobiernos de Piñera suben a sus redes sociales fotografías usando las emblemáticas chaquetas rojas, estos dirigentes eligen aguar la intención de un grupo político que, inspirado en el trabajo junto a Piñera, buscan articular una nueva opción política en la derecha.

Ossandón y Larraín han elegido seguir peleando con el fantasma de su rival.