“Nos vimos en la obligación”: pastor evangélico se toma jardín infantil y lo convierte en su templo alojando a cien personas

Una insólita situación ocurrió en la comuna de San Bernardo. Un pastor evangélico se tomó un jardín infantil abandonado para crear su templo. Además, comenzó a residir ahí, generando la molestia de vecinos debido a ruidos molestos.

El hombre, identificado como Walter Hernández, recibió a cien personas que se encontraban en situación de calle. Además, realiza ceremonias y genera ruido hasta altas horas, lo que tendría incómoda a la gente que vive en las casas aledañas.

Al ser entrevistado en Chilevisión, el pastor no solo admitió el hecho, sino que se defendió con el argumento de que se vieron obligados a tomarse este recinto para poder realizar esta “labor”. Esto, a pesar que el terreno no le pertenece.

Según él, “nos dijeron ‘ustedes van a hacer la obra del Señor, así que nosotros nos vamos’, y salió la gente de aquí para que nosotros hiciéramos la iglesia. Este lugar lo han desmantelado tres veces. Acá cuando llegamos nosotros sacamos un alto de basura”.

“Es completamente gratuito este lugar. Acá nosotros tenemos carniceros, en la feria nos dan las verduras, entonces nosotros salimos a buscar la bendición. Nos dan dos sacos de panes diarios”, agregó.

Pastor defiende toma de jardín infantil

El pastor defendió su actuar, primero explicando que tenía varios alojados, y que mantiene apartados los hombres, a las mujeres y a los matrimonios. Es tanta la gente que llega que nos vimos en la obligación de tomar este lugar”.

“De acá nunca nos han dicho que tenemos que desalojar. Si algún día vienen, y traen una orden, vamos a irnos por la puerta de este lugar, pero que sea con un papel legal y no con un papel mentiroso”, señaló sobre si ha habido intentos de desalojo.

Finalmente, criticó al municipio de la comuna con un insólito argumento. “Un día fuimos a una reunión, pedimos ayuda, pero nos dijeron que era imposible y tampoco iban a darnos una ayuda. Nosotros hacemos el trabajo que ellos no hacen. Disculpen la expresión, pero la municipalidad de San Bernardo no tiene ni un brillo“.