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9 de Marzo de 2024

Bellota más allá de las icónicas bolsas verdes: Cómo la nostálgica tienda nacional de los ochenta ha resistido el paso del tiempo

Fotos: Felipe Figueroa/The Clinic

La marca chilena ha destacado desde sus inicios por distintos aciertos, como aprovechar el vacío comercial de la vestimenta masculina de los 80, o crear su icónica bolsa, cuyo diseño ha trascendido a la propia tienda. Sin embargo, en los últimos años han debido enfrentarse a crisis económicas, y el estigma de ser vista como una tienda anticuada. "Hay marcas que desaparecen con el tiempo, otras quedan. Yo creo que depende de la gente que esté detrás, que sepan ubicarse la línea correcta", comenta Rafael Pérez de la Fuente, uno de sus fundadores. Hoy, buscan rejuvenecer la marca para seguir siendo competitivos.

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La tienda Bellota se mantiene firme y, como prueba de esto, están sus 37 sucursales, aún en pie a lo largo de Chile. Además, se han instalado en el imaginario colectivo del país con sus bolsas verdes. Esas que aparecen espontáneamente en las calles, cargadas por los transeúntes durante sus compras, o guardadas en algún armario, esperando una nueva utilidad. Estos objetos se volvieron tan icónicos que, a mediados de 2014, se popularizó una cuenta exclusivamente dedicada a recopilar su presencia en el espacio público.

Esta popularidad pareció surgir de forma tan espontánea como el origen del nombre que lleva la tienda. Los hermanos Pérez de la Fuente -Raúl (73), Jaime (70) y Rafael (75)- debían bautizar su taller de pantalones recién constituido en el año 1979. No importaba mucho cómo; sólo tenían claro que querían distinguirse del montón de tiendas con nombres en inglés. Necesitaban algo auténtico y local.

“Fue una casualidad. Un día íbamos caminando con mi hermano y vimos una bellota caer de un árbol. Queríamos un nombre pacífico, y que fuese en castellano, así que decidimos bautizarlo así”, relata Rafael Pérez de la Fuente, uno de los fundadores de la tienda, en conversación con The Clinic.

A partir de entonces, Bellota ha sobrevivido por más de cuatro décadas, a pesar de la globalización y la masiva competencia internacional. Pedro Álvarez, diseñador e historiador experto en marcas chilenas, explica que la empresa se ha mantenido gracias a su tradición y “tozudez”, en el buen sentido de la palabra.

Eran las prendas de vestir, la marca y la tradicional bolsa. Una ecuación simple y efectiva que actualmente apela a la nostalgia y la sitúa como marca de culto a pesar de la oferta tradicional de sus productos”, comenta el académico.

Los orígenes de Bellota

Tienda Bellota, ubicada en Avenida Manquehue Sur 31, local 366

La familia Pérez de la Fuente, compuesta por seis hermanos, es oriunda de La Reina. Rafael Pérez, apenas alcanzó la mayoría de edad, tuvo que hacerse cargo del hogar debido al fallecimiento de su padre. Tanto él como el resto de los fundadores de su futura tienda se dedicaron a la misma carrera de su progenitor: Ingeniería Eléctrica. Consideraban que, de esa manera, podrían encontrar trabajo de forma rápida.

Durante la época de la Unidad Popular, los tres hermanos decidieron buscar suerte en otros países. “En ese entonces, nosotros estábamos fuera de Chile; decidimos ir a Ecuador. Aquí no había nada que hacer”, comenta Rafael Pérez de la Fuente. De esta forma, se mantuvieron trabajando por algunos años en una mina ubicada en medio de la selva.

Con un patrimonio más estable, decidieron regresar a Chile en 1978, año en que Jaime, el menor de los hermanos, tuvo la idea de emprender en la industria de las telas. Así, entre los tres abrieron su primer taller de vestimenta tradicional masculina. El éxito fue inmediato y al año siguiente apostaron por su primer local en la Galería San Agustín.

“Los primeros años fueron realmente muy bonitos. Nuestra primera tienda fue un éxito porque hacíamos un buen producto y a buen precio. Esos siempre han sido nuestros principios, y por eso después logramos expandirnos”, relata con orgullo Rafael Pérez de la Fuente.

Sofía Calvo Foxley, periodista experta en la industria de la moda latinoamericana, explica que el éxito inicial de Bellota se debió a que llenaba un vacío que había en el mercado de la ropa de hombre en los 80. “Para un público que estaba abandonado en términos de la oferta, se la juega por identificar este nuevo hombre que estaba surgiendo en la sociedad chilena, y que en ese minuto no tenía muchas alternativas para vestirse como quisiera”, comenta.

El mayor de los hermanos aún trabaja activamente administrando su empresa. Es descrito por sus trabajadores como alguien cercano, a quien le interesa mantener el ambiente familiar en los lugares de trabajo, promoviendo a los más antiguos y haciéndose presente en sus locales. Pero también es considerado como alguien reservado, que no gusta demasiado de la exposición. De hecho, no existen archivos de su apariencia en ningún medio y se negó a tomarse una foto para este reportaje.

El fenómeno de las bolsas verdes

“También fue una casualidad”, responde el fundador de Bellota al preguntarle sobre el origen de las icónicas bolsas de género. Relata que fue un diseñador en práctica el que decidió trazar esas seis líneas que quedarían marcadas en la cotidianidad chilena.

En un principio, las bolsas eran de papel, y posteriormente decidieron confeccionarlas con género para regalárselas a sus clientes con cada compra. Actualmente, sus bodegas albergan cientos de cajas con estos accesorios.

“No hicimos un estudio visual ni ninguna otra cosa; fue suerte nomas. Y solo porque le achuntamos, nuestra bolsa después fue llevada a las universidades de diseño para discutir porque eran tan exitosas”, comenta Rafael Pérez, entretenido por el fenómeno que llegó a provocar esta idea.

“Este es un fenómeno marcario interesante, porque es el envase –como el Jurel San José o la botella de Absolut Vodka– el que solo por su forma e identidad visual es la marca. Con Bellota el asunto es más simple: la bolsa es parte del rito de la compra y elemento indispensable para adquirir y llevarse la prenda, como si fueran una misma cosa”, explica Pedro Álvarez, también autor del libro Historia del Diseño Gráfico en Chile.

Hernán Mancilla lleva más de 20 años trabajando en Bellota. Empezó como vendedor en 1999, en un local ubicado dentro del Mall Arauco Maipú. El e-commerce, área en la cual actualmente está a cargo, fue creada después de la pandemia. Su oficina está frente a la central de Bellota, ubicada en Romero 2861, cerca de la Estación Unión Latinoamericana. Ante él hay un mesón lleno de bolsas verdes. Al fondo, una larga fila de vestones y pantalones formales pendiendo de colgadores.

“Lo que tiene de especial esta empresa es que uno puede hacer carrera. El promedio de la gente que trabaja acá lleva muchos años, tenemos muy poca rotación de trabajadores”, comenta Hernán Mancilla.

El encargado de e-commerce asegura que cuentan con clientes frecuentes que llevan varias décadas comprando en la tienda. Algunos que incluso tienen sus vendedores favoritos, o que, como tradición familiar, compran con sus hijos una vez estos que entran al mundo laboral, tal como ellos lo hicieron. “Eso que se daba mucho en los 80, aún se replica en nuestros locales. Mantenemos esa esencia“, explica.

También revela el dato de que, a pesar que su público objetivo siempre han sido los adultos mayores y profesionales hombres, la mayoría de sus clientes son mujeres; llegan a las distintas tiendas para comprarle ropa a sus maridos e hijos. Es por eso que, como empresa, decidieron crear una promoción con sets de manicure, como un regalo a la paciencia de las esposas y madres.

Las dificultades para adaptarse a los nuevos tiempos

“El principal desafío que tenemos ahora es rejuvenecer la marca. Si bien tenemos de todo para gente joven, todavía nos ha costado un poco poder comunicarnos y que nos vean como una marca accesible para ellos”, confiesa Hernán Mancilla.

A esto se le suma las distintas dificultades económicas que ha debido atravesar la empresa. De las 58 tiendas que tenían abiertas durante el 2018, hoy solo quedan 37. Ese mismo año debieron despedir a varios trabajadores debido a que empezaron a confeccionar sus modelos en China, dejando a las fábricas locales sin uso.

Pese a la tradición y nostalgia que sostienen a la marca, existe el peligro de que eso les impida renovarse y quitarse el estigma de que solo venden ropa anticuada para adultos mayores. “Cuando pienso en Bellota, inevitablemente pienso en Juan Herrera de la serie Los 80. Es ropa con la que él se vestiría: esa es la imagen que siguen proyectando”, comenta la experta en moda, Sofía Calvo.

“Es difícil pensar en un Bellota que nazca y sobreviva en este contexto. El contexto cultural, sea político y económico de los 80, favoreció el nacimiento de una marca como Bellota y su posicionamiento a lo largo de muchos años”, agrega.

Asimismo, la catedrática de la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo, apunta a que el envejecimiento de Bellota se ha hecho aún más evidente debido a los cambios en la identidad masculina del chileno.

“Hay un proceso de deconstrucción de la identidad masculina que va de la mano en cómo proyecto me identidad con como me visto. Bellota ha evolucionado mucho más lento en el contexto actual. Además, hay una oferta mucho mayor de vestuario masculino”, explica.

Sin embargo, Rafael Pérez de la Fuente sigue defendiendo la tradición que caracteriza a su marca: “Hay marcas que desaparecen con el tiempo, otras quedan. Yo creo que depende de la gente que esté detrás, que sepan ubicarse la línea correcta. No quedarse atrás ni adelantarse demasiado tampoco. Siempre hemos tratado de mantener ese estilo en la tienda”.

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#Bellota#Tiendas#vestimenta

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