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10 de Marzo de 2024

Josefa Errázuriz busca volver a ser alcaldesa de Providencia: “Mi nombre está disponible”

Fotos: Felipe Figueroa

La concejala de Providencia, Josefa Errázuriz (71), fue alcaldesa de la comuna entre 2012 y 2016. Apoyada por el entonces naciente partido Revolución Democrática, logró desbancar a Cristián Labbé en una campaña que tuvo épica, pero cuya gestión terminó con un desorden financiero y una malversación de fondos desde las corporaciones. Hoy, ella reitera no haber tocado "ni un peso" y hace público que está disponible a ser una carta al sillón municipal. A intentarlo de nuevo si los partidos así lo estiman. "Quisiera seguir siendo concejal, y si se puede llegar a una alcaldía, sin duda… Quiero estar en el gobierno comunal, ya sea en la concejalía, o donde sea. Por supuesto, sometiéndome a la soberanía popular", señala. 

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La concejala de Providencia, Josefa Errázuriz Guilisasti (71), se encontró con el exministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson (RD) en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en La Moneda. No se veían hace años. 

Por esos días, y tras salir del gobierno, Jackson no enfrentaba sus mejores días: con su partido impactado por el caso investigado por corrupción de mayor connotación del último tiempo —Democracia Viva—, mientras aún digería todas las circunstancias que hicieron insostenible su continuidad en el gabinete, pese a ser uno de los hombres fuertes del Presidente Gabriel Boric.

En un breve cruce de palabras, Errázuriz le hizo ver que le estaba tocando “bailar con la fea”. Y es que la concejala —hoy en un cupo del PPD— sabe de eso. Antes de ocupar el cargo que hoy ostenta, Errázuriz estuvo a la cabeza de Providencia y desbancó al histórico exjefe municipal, Cristián Labbé. 

La elección de la “Pepa” -como la llaman todos- fue una de las primeras apuestas que tomó el naciente movimiento Revolución Democrática en 2012. La campaña tenía épica, y una vez en el poder, asumieron puestos claves en la administración. Esa sería la primera experiencia municipal de lo que luego sería el Frente Amplio.

Pero no todo resultó bien. Hacia el final del período de Errázuriz, y con la llegada de la alcaldesa Evelyn Matthei, se develó un desorden financiero y una malversación de fondos desde las corporaciones. 

La otrora alcaldesa fue declarada culpable por Contraloría por el pago de $ 31 millones en horas extras. Y Mariano Rosenzvaig, director de educación durante ese período, enfrentó un juicio —junto a otros funcionarios clave— por un déficit municipal de $ 7 mil millones.

Josefa Errázuriz dice tener la convicción de no haber tocado “ni un peso” y señala que no guarda rencor a la colectividad que la apoyó. Que con el tiempo entendió que era difícil tener un respaldo político mayor en su calidad de independiente.

Hoy, y en medio de las tratativas oficialistas para definir cartas para la elección municipal, la concejala —hoy mucho más cercana al mundo del Socialismo Democrático— hace público que está disponible a ser una carta al sillón municipal. A intentarlo de nuevo si los partidos así lo estiman. 

—Desde que dejó la alcaldía hasta que decide postular como concejala pasaron cuatro años. Imagino que hubo reflexión respecto a su período. ¿Cuál fue el diagnóstico más personal que hizo?

—La llegada a la alcaldía fue un momento maravilloso. Fue muy épico, porque estaba (Cristián) Labbé, que era la persona que representaba un último bastión de la dictadura y, por otro lado, venía una persona que estaba apareciendo. No era que yo fuera una niña, pero con todo el frescor de alguien que no estaba en la política contingente.

Josefa Errázuriz

—Y a su campaña se pliega un proyecto eminentemente joven, Revolución Democrática.

—Sí, pero además fui presentada por los vecinos. Detrás de nosotros se creó un movimiento que hasta hoy existe, Providencia Participa, y que es la que creó y que respaldó la candidatura como una vecinal e independiente (…). La reflexión de esos cuatro años es que yo quiero a mi comuna y que tenía la plena conciencia que no habíamos tocado un peso, ni mi equipo ni yo. Sin embargo, sí hubo un desorden administrativo. Eso hay que reconocerlo.

—Ahora, sí tomaron roles clave en su administración varios personeros de RD.

—Con Revolución Democrática estoy súper agradecida. Se plegaron con todo cuando eran movimiento a esta campaña. Les pedí y les dije que estaba interesada en el proyecto de educación de ellos. Ellos propusieron los mejores nombres, y la persona que queríamos (Gonzalo Muñoz) no podía ser en ese entonces. Y bueno, ahí vino otra gente, entre ellas, Mariano Rosenzvaig.

—En su momento dijo que le dolió que el partido no defendiera lo que se hizo en educación, un cierto abandono político. ¿Guarda algún rencor?

—No lo asumí como una cosa personal. Creo que eso fue un tema muy político: para ese entonces ya eran partido y necesitaban enfrentar una elección parlamentaria. Entonces, no lo sentí como ‘me abandonaron’. La verdad es que no tengo ni resquemor ni rencor con la gente que trabajó de RD en el gobierno comunal. Varios fueron arduos trabajadores. Y hay varios que están en el gobierno ahora. Siempre asumí que siendo independiente era todo mucho más difícil.

—¿Ha vuelto a encontrarse con el exministro Giorgio Jackson?

—Sí. Para el 11 de septiembre pasado en La Moneda. Es una relación cordial, no somos amigos que nos visitemos todas las semanas, además hay algo generacional ahí.

—Hoy en la concejalía se mantiene independiente, pero ocupa el cupo del PPD y es más cercana al Socialismo Democrático. ¿Qué distinciones puede hacer entre las “dos almas” de gobierno? Se habla de una mayor experiencia administrativa de la exconcertación.

—Yo sí creo que es así. Tienen más años de calle. Revolución Democrática y el resto del Frente Amplio, que yo espero que se unan y que sean solo un solo partido, son, en su mayoría, generacionalmente más jóvenes, no todos. Tienen menos experiencia de años vividos en “calle”, o sea, de otros gobiernos. Quienes tenemos más abriles tenemos muy claro que hay una etapa en la vida para cada cosa y nosotros también fuimos jóvenes con ganas de cambiar el mundo

—¿Tiene intenciones de volver a la primera línea municipal?

—Quisiera seguir siendo concejal, y si se puede llegar a una alcaldía, sin duda… Quiero estar en el gobierno comunal, ya sea en la concejalía, o donde sea. Por supuesto, sometiéndome a la soberanía popular. 

—¿Hay disposición para ello?

—Mi nombre está disponible.

—¿Ha tenido conversaciones con el PPD?

—He tenido conversaciones con el PPD, y efectivamente ellos están dispuestos al cupo en la concejalía.

—¿Y conversaciones más de otro tipo, para la alcaldía?

—Durante marzo pueden “madurar” esas conversaciones. Y, además, es una conversación que es con todos los partidos, porque mi aspiración también es que vayamos lo más unidos posibles.

—¿Le hace algún tipo de ilusión la idea de volver a encabezar Providencia?

—Me hace ilusión Providencia. En general me hace ilusión Providencia. Eso no lo quiero abandonar.

—Si el mecanismo es una primaria para elegir la candidata a alcaldesa, ¿estaría dispuesta?

—Por supuesto. Piensa que nosotros hicimos primaria, cuando la primaria no era legal. Tengo un respeto profundo por lo que los partidos decidan. Pero yo pediría algunas cosas: que quien asuma la candidatura a una alcaldía ojalá sea vecina o vecino. Es distinto cuando tú vives cotidianamente. Pediría que se respete eso. A mí me gusta la idea de primarias. Uno no tiene por qué tenerle susto a la participación ciudadana.

—¿Cuál ha sido su relación con Evelyn Matthei desde el concejo municipal?

—Muy, muy cordial. La alcaldesa siempre destaca la labor del concejo, en términos de que ella dice que nosotros “somos como de oposición”. Prima ahí una relación muy formal y muy cordial, en pos de los intereses que nos convocan en Providencia.

—La alcaldesa Matthei tiene que tomar durante este mes la definición si se repostula a la alcaldía o toma de lleno su opción presidencial. A su juicio, y como concejala, ¿qué debería hacer?

—Ella viene trabajando en un programa, y lo digo con toda franqueza: ella es súper matea. Las definiciones que ella podría haber tomado variaron a partir del 6 de febrero, con la muerte del expresidente Piñera. Y la decisión que tome durante marzo está sometida a presiones. A mí lo que no me gusta es la dualidad. Lo que le diría a la alcaldesa, que es una persona bien recta, es que tiene que tomar una definición. No es bueno para ella y para la comuna. ¿Cómo votas por alguien que sabes que probablemente va a dejar el cargo?

—Todavía su coalición debe tomar una definición, pese a que es la mejor aspectada en encuestas.

—Sin duda. Recordemos que con Lavín la bajaron. Eso tiene que verlo su coalición, que la candidata sea una sola y que no la bajen. 

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