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The Clinic | Lab

18 de Marzo de 2024

Mujeres referentes: la lucha por un futuro más equitativo

Contar con mujeres referentes en distintas áreas desafía las estructuras de poder existentes y promueve la igualdad de oportunidades. En el mes de la mujer, The Clinic entrevistó a tres de ellas, quienes están abriendo caminos para el futuro.

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Hace unos días vimos cómo una niña miraba en televisión a Cancamusa, baterista de Los Bunkers. Estaba anonadada y hacía movimientos en su propia batería.  En 2019, la Roja femenina clasificó a su primera Copa del Mundo, que se disputó en Francia. El 11 de diciembre de 2005 fuimos testigos del triunfo en las urnas de la primera mujer que presidiría Chile en dos periodos. 

Y así, podríamos destacar muchos ejemplos en distintas áreas.

Muchas veces no le tomamos el peso a tener mujeres referentes, ya sea en el área que nos gustaría desarrollarnos o simplemente mujeres que admiramos.

Históricamente, han existido barreras y estereotipos de género que han limitado el potencial de las mujeres. Pero hoy la presencia y el éxito de mujeres en campos tradicionalmente masculinos, envía un potente mensaje de empoderamiento y posibilidades ilimitadas para las generaciones futuras.

Contar con mujeres referentes en diversos ámbitos no sólo inspira a las niñas, niños y adolescentes a perseguir sus sueños, sino que también desafía las estructuras de poder existentes y promueve la igualdad de oportunidades. 

Las mujeres protagonistas de este reportaje demuestran con su historia, dedicación y esfuerzo que la cuota de género enriquece distintos espacios y contribuye al progreso y la innovación.

Hoy, celebrar y reconocer el papel que han tenido las mujeres que han sido nuestros referentes, en este mes que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, es un acto de justicia y un paso hacia un futuro más equitativo y esperanzador para todas.

No siempre es un hombre quien lidera

Desde su tienda en el Drugstore, la creadora de la marca Palosanto, Tatiana Campos nos cuenta de su trabajo, su historia personal y de sus sueños. 

Tatiana Campos, creadora de Palosanto. (Felipe Figueroa/The Clinic)

En el mundo del diseño se ha distinguido por su enfoque innovador y su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Su marca, bajo su liderazgo creativo, se ha convertido en un referente de la moda chilena contemporánea, combinando diseños elegantes y vanguardistas con prácticas éticas de producción y materiales sostenibles. 

Campos ha demostrado que es posible crear moda de alta calidad y estilo mientras se respeta el medio ambiente y se promueve el bienestar de las comunidades locales.

Su abuela era sastre, se dedicaba a la costura, a la confección y hacía ropa a medida. “Ella paró la olla haciendo esto, crió una familia sola y me llamaba mucho la atención que haya transformado la costura y la confección en su forma de ganarse la vida. Por un lado ella fue la entrada al mundo de la confección y por otro lado está esa fortaleza que ella tiene. Me enseñó a darle valor a las cosas, darle otra vuelta, porque todo lo reutilizaba o lo reciclaba. Cuando hice la marca fue pensando en ella como una forma de honrarla”, aseguró Tatiana.

Irene del Real es geóloga y su trabajo se centra en la investigación y el estudio de los metales. Ha sido destacada por su contribución a la comprensión de la geodinámica de Chile y su participación en proyectos relacionados con la protección del medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales. 

Irene del Real, geóloga y académica. (Foto cedida)

Como líder en su campo, Del Real inspira a otras mujeres a seguir carreras en ciencia y tecnología, desafiando los estereotipos de género y promoviendo la igualdad de oportunidades en las ciencias. 

“Que haya mayor participación de mujeres en la ciencia lleva a que también dejemos de imaginarnos que el primer autor de un paper es un hombre. Da mucha vergüenza decirlo, pero cuando una ve un paper salen los apellidos junto a la inicial del nombre y luego en un congreso, salía la persona de tal paper a presentar este trabajo y era una mujer. Inconscientemente tendemos a pensar que siempre es un hombre”, recordó la geóloga.

En 2023 la profesional lanzó su primer libro titulado “Todo lo que brilla”, un ensayo sobre los procesos geológicos y una propuesta de nuevo paradigma de consumo amable con el medioambiente y la sociedad.

Actualmente, se desempeña como académica en el Instituto de Ciencias de la Tierra en la Universidad Austral, en Valdivia.

“Hay mujeres históricas que me han sorprendido muchísimo, que son historias de mujeres que muestran mucha persistencia y pasión por lo que hacen. Yo creo que un referente moderno es la ganadora del Premio Nobel de Medicina del año pasado Katalin Karikó, quien fue la creadora y el cerebro detrás de las vacunas de ARN. La historia de ella es impresionante: una científica húngara que persistió por décadas con esta idea de que todo su trabajo sea rechazado, incluso le quitaron el cargo que tenía en la Universidad de Pensilvania, se lo bajaron, y finalmente fue una start up que vio el potencial de sus ideas. Ahí partió la idea de la vacuna y ella estaba segura, entendía el valor de su trabajo y finalmente llegó hasta donde está ahora”, agregó Irene.

Catalina Infante es escritora, editora y periodista. Trabajó diez años como editora en Editorial Catalonia y es dueña, junto a su hermana, de Librerías Catalonia. 

Es autora de ocho libros publicados, entre ellos el conjunto de cuentos “Todas somos una misma sombra” (Neón ediciones, 2018) y el cuento Helechos (2020) de la misma editorial. Este último relato fue traducido al inglés, nominado a The Pushcart Prize en Estados Unidos, y adaptado a cortometraje. En 2023 publicó su primera novela La Grieta por Emecé. 

Catalina Infante, escritora y periodista. (Foto por Nicolás Montenegro)

Sus obras suelen explorar la vida cotidiana, las relaciones humanas y las complejidades del mundo interior de sus personajes, ofreciendo perspectivas frescas e originales. Actualmente, imparte talleres literarios y colabora en una revista.

“Gabriela Mistral me ha acompañado desde que empecé a leerla, en la universidad, que fue leerla desde otro lugar que no era el infantil. A medida que he ido creciendo y envejeciendo la voy descubriendo, como que es infinita, tiene muchos escritos y de diferentes temas: es una poeta. Era una mujer muy completa en todas las áreas del pensamiento y muy, muy reflexiva. Es una autora referencial a la cual volver cuando uno está un poco perdido”, contó la escritora.

En los talleres literarios que imparte la escritora hay muchas mujeres mayores de 60 años que “quizás nunca se permitieron escribir, que están jubiladas y pueden liberarse de la vida doméstica porque ya no tienen que hacerse cargo de nadie: ni de una casa, ni de cuidados, entonces son mujeres que se encuentran un momento en que pueden volver a conectarse con lo que quieren. Me parece inspirador porque uno piensa siempre que en esta sociedad hay un tiempo y una edad productiva, sobre todo para la mujer. A la mujer se le restringe mucho en ciertos momentos de su vida, que no por nada coincide con esa etapa fértil”. 

“Ha sido inspirador porque se acaba esta idea de que el envejecimiento es para las mujeres una decadencia y se transforma en la idea de que la mujer se libera”, afirmó Catalina.

Orgullosa de la niña de ayer 

Cuando Tatiana era adolescente, se estaba encontrando a sí misma -como cualquier persona en esa etapa de la vida-, viendo cuáles eran sus gustos musicales y cuál era su estilo. 

Tatiana Campos (Foto por Felipe Figueroa/The Clinic)

Confesó que el estilo que la representaba “no lo encontraba en el retail. Era más dark por así decirlo y mi mamá tampoco me iba a comprar esa ropa, entonces lo que yo hacía era ir a las ferias vintage y de segunda mano con amigas y amigos e intervenía mi ropa. A pesar de que era súper tímida, me interesaba mucho el vestuario, quería mostrar una identidad”.

Por otro lado, Irene contó que también encontró lo suyo en la adolescencia. Tiene una familia que siempre fue buena para las actividades al aire libre y que las vacaciones eran acampando. 

Irene del Real. (Foto cedida)

Recordó que “eso era muy bueno para incentivar la curiosidad y creo que es algo súper importante. La mezcla de esas cosas me llevó a interesarme no sólo en las rocas pequeñas o minerales, sino en el entorno, en la evolución de lo que nos rodea, en las montañas de gran escala. Eso, sumado a que teníamos estos viajes a veces poco convencionales familiares, que incluían, por ejemplo, entrar a la mina de Lota: lo impresionante que es meterse en la tierra, entender la tierra. Además, siempre me han gustado mucho las ciencias, me encanta aprender, no solo geología. Estoy todo el día buscando diferentes temas, me encanta aprender, me encanta viajar, estar afuera y pensar un trabajo que sea más al aire libre”.

Por su parte, Catalina desarrolló desde muy pequeña su lado de escritora porque tuvo la suerte de siempre estar rodeada de libros. Su papá es editor y su mamá tenía una librería, que es la librería que tiene con su hermana ahora. 

Catalina Infante. (Foto por Nicolás Montenegro)

A pesar de que en su casa se daba en el sentido de la edición, dice que “he estado muy conectada con el oficio de la escritura, estaba desde muy chica en ferias del libro, acompañaba a mis papás en sus trabajos y siempre había escritores. Eso fue un estímulo importante, pero siempre me gustó escribir y siempre me gustó que fuese un espacio de comunicación que se me daba fácil, creo que todos tenemos nuestro como nuestras formas de comunicarnos con el mundo y la escritura siempre fue la mía”.

Ser referente en el futuro

Para Tatiana, el hecho de que las personas dejen de comprar en retail y opten por una opción más amigable con el medioambiente y con el trabajo ético es esperanzador. “Veo cómo la gente ha dejado de comprar en grandes tiendas, que te generan una necesidad y una ansiedad de comprar -que lamentablemente es muy común-, porque venden a un precio súper barato, pero al final va a ser una prenda que vas a tener que botar porque se va a romper. Esas personas están rechazando el otro lado de la industria, que es el fast fashion. Están rechazando apoyar la explotación laboral de mujeres y de niños, están rechazando que después las prendas vayan a esos vertederos que están contaminando todo”.

Tatiana Campos. (Felipe Figueroa/The Clinic)

Según contó Irene, la geología no es una materia que se enseña mucho en el colegio y es un área que “nos identifica mucho como país. Creo que el futuro de la geología en Chile debería ir de la mano con que nosotros podamos entender que es parte de nuestra identidad como país. Además, la geología como investigación también tiene que ir de la mano con que existan más políticas públicas a nivel país para que haya más inversión en ciencia”.

Por su parte, Catalina confiesa que cuando estaba en la universidad “había que rebuscar más para encontrar autoras mujeres. Ahora leo mucho más a mujeres de las que leía cuando me formé estudiando literatura o en la adolescencia. Mis grandes referentes y casi todo lo que leo son mujeres y eso tiene que ver con una industria en que las mujeres han ido tomándose espacios y también con una industria que se ha colgado de esto, que ha permitido que leamos autoras nuevas y que rescata obras de autoras del pasado, que por cierto siguen siendo muy vigentes”.

En el caso de Tatiana, que no estudió la carrera de diseño de vestuario, hubo una corazonada. “Todo lo hice desde la guata, desde la intuición, dije ‘ya me lancé a la piscina y esto es lo que que propongo’. Creo que es lo bonito y jamás pensé que iba a establecerse así”, explicó.

Estos últimos años ha visto con la tienda física que, por ejemplo, llegan personas que no vienen a comprar pero que le dejan mensajes y que realmente les gusta la marca. “Vienen a felicitarme, a contarme que tienen prendas desde hace años, de cuando empecé y que todavía las usan. Además, me empezaron a invitar a charlas en universidades y al final la experiencia es la historia: cómo pararse con una marca en un país como Chile, que es súper difícil. Me siento súper orgullosa de poder ser referente para jóvenes que están estudiando y de poder motivarlos”.

Irene del Real. (Foto cedida)

Por su lado, Irene tiene una labor como profesora universitaria que puede tener una influencia positiva en estudiantes, en que vean que hay personas y que hay mujeres que tienen esos espacios. “Pensar en ser un referente es una escala mayor, pero a mí me gusta la idea de que por lo menos a la gente con la cual trabajo, a mis alumnos y alumnas, les dejaré una enseñanza positiva de trabajar y de investigar. Quiero que los estudiantes puedan ver que hay mujeres que trabajamos en la universidad y que trabajamos en temáticas que quizá históricamente son más masculinas y donde se necesita que haya más mujeres. Además, son temáticas de trabajo que son sumamente entretenidas, entonces no tenemos porqué quedarnos fuera de eso”.

Catalina Infante. (Foto cedida por Editorial Planeta)

Finalmente, Catalina comentó que le gustaría ser referente en el sentido que toman sus talleres literarios o de escritura creativa. “Me gusta mucho hacer los talleres literarios y encuentro muy lindo el proceso de escritura acompañado. En ese sentido, para las niñas o mujeres jóvenes que están escribiendo espero que en ese espacio, más que ser un referente, poder ayudar. Siempre se necesita en la vida alguien que nos ayude, que nos guíe, que nos incentive. Eso es algo muy bonito de hacer. Se cree que la escritura es un oficio solitario, pero para nada. Claramente uno escribe y reflexiona en solitario, pero en lo que viene después uno necesita de otros, necesita un editor, necesita un lector”.

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