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Nacional

21 de Marzo de 2024

“‘Quédate tranquila’, fueron las últimas palabras que me dijo”: esposa de Ronald Ojeda relata el secuestro del militar venezolano

Josmarghy Castillo recordó lo sucedido la madrugada del 21 de febrero, cuando tres desconocidos llegaron a su departamento para llevarse a su pareja. Días después, este apareció muerto en una toma en Maipú.

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Se cumplió un mes del secuestro del teniente venezolano Ronald Ojeda, quien fue sacado de su departamento , para luego ser encontrado muerto días después, en una toma de Maipú, sepultado en una estructura de cemento. Su esposa, Josmarghy Castillo, relató los hechos que ocurrieron aquella madrugada del 21 de febrero.

En entrevista con La Segunda, señala que no hubo nada raro que hiciera prever lo que pasaría, excepto “estas amenazas a nivel internacional. Dijeron que ‘los vamos a buscar hasta debajo de las piedras’. Nos cambiamos en diciembre (2023) por estas situaciones y después del cambio tomaron a (Ángelo) Heredia”, refiriéndose a otro colega de Ojeda que fue capturado en Colombia.

Allí, revela cómo fue la rutina de ese día. “En la mañana mi esposo llegó de su trabajo, porque trabajaba de noche. Yo hice el desayuno, se acostó a dormir y me fui a trabajar. Se quedó con el niño porque esa era la idea de que trabajara de noche, que se pudiese quedar con el niño. Llegué en la tarde y nos hacía falta aceite y algunas cosas para la cena, bajé y subí con las cosas, cenamos y nos acostamos”.

“Pero, a las tres de la mañana, 3:10 de la mañana. Estábamos acostados los tres cuando sentimos los golpes en la puerta, que parecían mentiras. Mi esposo tenía pesadillas así, pero ahora era verdad”, recuerda sobre el momento en que llegaron a su departamento los desconocidos que secuestrarían a Ronald Ojeda.

“Cuando me levanté de la cama, ya mi esposo estaba con el que lo tenía. Me demoré tanto en reaccionar, que cuando salgo de la habitación, lo tenían agarrado”, agrega en su relato al medio citado.

La noche del secuestro de Ronald Ojeda

La esposa de Ronald Ojeda recuerda que dormían los tres juntos en la misma cama (el teniente, ella y su hijo), y que “yo me dormía siempre en el medio, pero me levanté al baño un tiempo antes y cuando volví, mi hijo estaba al medio y me tocó acostarme en la otra esquina. Saltó él de la cama y yo me demoré más porque no creí que eso estaba pasando”.

“Lo tenían en el piso, con las manos hacia atrás y mi hijo y yo comenzamos a gritar. Le daba golpes a la pared fuera de la habitación. Metí al niño al cuarto y gritaba desde la cama, dando golpes también, preguntando qué pasaba”, continúa en su relato.

Fue ahí, que uno de los secuestradores, al que describe como el más grande. le apuntó con su arma en la cabeza. “Me dice ‘cállate’’. Fue la única palabra de esas personas, porque yo estaba gritando muchísimo y los vecinos se despertaron. Comenzaron a llamar a la recepción. Pero abajo había una persona chilena y me juró que le mostró una supuesta orden de Chile”.

Fue en ese momento, en que el teniente Ronald Ojeda pudo decirle algo. “‘Quédate tranquila’, fueron las últimas palabras que me dijo. En esos minutos aprovecharon de salir.  Un vecino abrió la puerta y preguntó qué pasaba, y le gritaban ‘PDI’. Yo le dije que no eran policías. Me cambio de ropa para bajar, ya se lo habían llevado. No pude hacer nada”.

“Vine a Chile para tener protección y no fue así”

“El día que lo encontraron me llamó una persona de la PDI. Me dijo que ‘va a salir una noticia, pero tranquila porque no es’”, comienza a relatar Castillo sobre el día que aparecieron los rumores en que habían hallado su cuerpo, el 1 de marzo.

En la tarde van desde Fiscalía y me dicen que necesitaban ADN para descartar. Se le tomó una muestra a mi cuñada y al poco tiempo de analizarlas me llegan a decir que era él“, manifiesta. Allí cuenta que no pudo creer la demora y que todo haya terminado de esa forma. Advierte, además, que “esto es político, no es el hampa común, aunque manejen el hampa“.

Finalmente, explica que “estoy pensando en salir del país, nada planificado aún. Pero a Venezuela sería absurdo”, y es que recuerda que “estas personas que nos atacaron estuvieron quizás cuánto tiempo investigando nuestra vida, nuestra rutina. Ya nos conocen. ¿Qué más exposición puedo tener? Es real. Vine a Chile para tener protección, para que mi familia estuviera unida, y no fue así“.

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