Mario Desbordes (RN): “Si vamos a sacar militares, cortemos la sospecha, no hagamos normas como las Reglas de Uso de la Fuerza”

El exministro de Defensa y expresidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, ha vuelto a la opinión pública en las últimas semanas. Por un lado, porque en su calidad de exsecretario de Estado le ha tocado abordar la discusión sobre el despliegue militar en las calles por seguridad, y además porque transparentó que está disponible para ser candidato a alcalde por Santiago. Si bien aclara que su primera intención era volver a la política mediante el Congreso, cuenta que su partido le pidió evaluar competir por la casa edilicia.

“Soy de los que cree que quienes hemos tenido cargos de representación popular, y sobre todo los que tuvimos cargos de designación presidencial visibles, no nos deberíamos restar de una situación como esta. Menos en una municipal que es clave para lo que viene después”, afirma.

Junto a figuras como Jaime Bellolio y Karla Rubilar, son algunos de los exministros del fallecido Sebastián Piñera que asoman como cartas en comunas simbólicas. Si bien el exdiputado no tenía una relación cercana con el mandatario, afirma que “su muerte prematura fue una inyección de adrenalina para decir que lo mínimo que podemos hacer, por la memoria del presidente, es ponernos a disposición y dar esta pelea”.

–¿Está tomada la decisión de ir por Santiago? 

–Para mí lo más importante es la decisión familiar. Lo clave era que mi señora me dijera, ok, veamos. Eso recién pasó el fin de semana. El desafío en Santiago es bien difícil, la alcaldesa va a ir apoyada por un amplio espectro. No le iría a competir a un alcalde o alcaldesa, aunque sea de izquierda, que lo esté haciendo bien. Hay que dar la pelea en aquellos lugares difíciles, y sobre todo si el alcalde o alcaldesa en ejercicio está haciendo una mala gestión. Y este es el caso.

No es nada personal contra Irací Hassler, creo que no ha hecho un buen trabajo. Hoy día estoy disponible si es que soy la persona que está en mejores condiciones de enfrentar esta elección. Si es otra persona, también feliz. Cero problemas y vuelvo a mi plan original de volver al Congreso. La problemática de Santiago, que no es solo el centro, también de los barrios, es un desafío gigantesco que muy pocos quieren asumir, y creo que es precioso, por el que estaría dispuesto.

–¿Debería definir pronto, en caso de que vayan a primarias?

–Ya no hubo primarias en Santiago, lo veo difícil. Entiendo que no somos muchos los que estamos dispuestos. Hay que hablar con un amplio abanico de tiendas políticas para lograr un candidato de consenso único. No creo que la primaria solucione eso, porque sería Chile Vamos, y en el mejor de los casos con Amarillos y Demócratas. 

–¿Por qué la derecha mira con tanta confianza la posibilidad de hacerse cargo de Santiago? Los problemas que afectan a la comuna no nacen en los últimos tres años, y Felipe Alessandri perdió su reelección. 

–El que crea que está ganado esto está completamente equivocado. La alcaldesa, a mi juicio, no ha hecho una buena gestión, fundamentalmente porque no comparto muchos de sus criterios. Pero se van a unir desde, probablemente, la DC al Frente Amplio. Me cuesta entender a la DC apoyando candidatos comunistas, pero también tendrán que responderle a su electorado. Creo que el elector DC no va a apoyar a la alcaldesa Hassler. Pero, al menos en términos de partidos, es una contienda bien complicada. 

–¿Por qué Santiago y no otra comuna? 

–No me veo de candidato en el sector oriente. Soy criado en La Cisterna, a lo mejor era una alternativa, pero ahí tenemos una concejala que está trabajando duro. Y Santiago es un desafío distinto. Entiendo que hay que ganar Santiago para consolidar la opción de Chile Vamos al próximo año. Ahora, los problemas no son todos responsabilidad de Irací Hassler. Pero ella no puede hoy en día lavarse las manos con respecto, por ejemplo, al comercio ambulante, cuando fue la que los invitó públicamente. Con el tema del deterioro de los liceos emblemáticos, ella abrazó a los overoles blancos. Que hoy se manifieste contra la violencia, está bien, acepto que alguien dé un giro 180 grados. Pero no sé si es muy creíble y no son coherentes con su trayectoria estos casi tres años de gestión. 

–¿La derecha puede reivindicarse en estas elecciones después de los resultados municipales anteriores? 

–Es nuestra responsabilidad. La gente ya probó con el Frente Amplio, con el PC, con alcaldes de las coaliciones de gobierno, y el balance mayoritariamente es negativo. Hay alcaldes del Frente Amplio que lo han hecho bien, son unos pocos, y hay probablemente del PC. Pero la mayoría lo ha hecho mal. La evaluación ciudadana es negativa. Y es un momento en que le vamos a decir a la ciudadanía que nosotros le proponemos tal cosa.

Mario Desbordes sobre filtraciones de Muñoz a Hermosilla: “Es grave, inaceptable, y por supuesto que merece una sanción”

Durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, Mario Desbordes se desempeñó como subsecretario de Investigaciones. Fue el último en asumir esta cartera antes de ser disuelta, y que se hacía cargo de la Policía de Investigaciones. Desde esta perspectiva analiza el caso de las filtraciones del exdirector de la institución, Sergio Muñoz, al abogado Luis Hermosilla.

“Es muy grave porque es un cargo extraordinariamente sensible. Se maneja mucha información que es clave para procesos judiciales, pero también en materia de inteligencia, etc. Que haya entregado información a un tercero, ajeno a la institución, es grave, es inaceptable. Él (Muñoz) ya lo ha reconocido y por supuesto que merece una sanción”. 

Aun así, descarta que esto tenga repercusiones en la credibilidad de la ciudadanía por la PDI, que en las encuestas se posiciona como una de las instituciones más respaldadas. “Es una institución prestigiosa a nivel internacional. Pasó por un proceso de modernización hace poco tiempo. Lo que corresponde ahora es evaluar qué está pasando, mejorar los niveles de transparencia”, postula.

Sobre especulaciones de que el exministro del Interior, Andrés Chadwick, haya estado involucrado por su cercanía con Hermosilla, Desbordes afirma que “hasta ahora no hay ninguna participación. Hay un envío de información de Hermosilla a Chadwick, sin que él lo pida, y no hay ningún antecedente que demuestre que se usó, o que haya influido en el resultado de la investigación. Creo que esto va a llegar hasta ahí. La asociación que se hace es evidente, y es lógico que la ciudadanía se pregunte qué pasa acá, pero creo que se va a aclarar rápidamente”. 

–¿Le sorprendió ver a Sergio Muñoz en esto? 

-Me sorprendió muchísimo, lo conozco. Fue jefe regional de Valparaíso cuando yo era parlamentario, interactuamos muchísimas veces. Fue jefe de Inteligencia cuando yo era ministro de Defensa. Cuando lo designó el presidente Piñera me pareció un muy buen nombre. Tengo una buena opinión de él como oficial policial, y en lo humano también. Por lo tanto, me sorprendió y duele mucho que pasen estas cosas. 

–¿Y de Luis Hermosilla? 

-No conozco tanto a Luis. Ya los audios que se habían filtrado (sobre el pago de coimas) eran gravísimos. Mucho más graves que estas conversaciones de WhatsApp. Por lo tanto no, no sorprende. 

–¿Afecta en la imagen del presidente Piñera este caso? Puntualmente porque en las conversaciones hace referencia al caso de Dominga.

–Por supuesto que la opinión pública sospecha. Es lógico y entendible. Con el correr de las semanas supongo que irá quedando claro de que ninguna de la información filtrada afectó el resultado de la investigación. Y en ese contexto, por lo tanto, ya no va a pasar a mayores. Pero parte del tremendo error que se comete es de la filtración, es que se filtra información que, al parecer, por lo que han dicho los fiscales consultados, lo que he leído en los medios, no tengo información más allá de eso, no habría afectado el resultado de la investigación. Así que espero que esta sospecha se disipe rápidamente.

“No es descabellado pensar en que haya un apoyo transitorio de parte de la Fuerzas Armadas”

En su calidad de exministro de Defensa, Mario Desbordes no mira como algo sin sentido la idea de un despliegue militar en las calles por la crisis de seguridad. Pero sí tiene algunos reparos. Sus principales preocupaciones: que los uniformados abandonen su labor de prepararse para eventuales conflictos, y que no están preparados para entregar apoyo.

–En las últimas semanas diferentes alcaldes, incluidos algunos del oficialismo como Tomás Vodanovic, y la propia Irací Hassler, mencionaron la idea de despliegue militar en las comunas por seguridad. ¿Cómo ve esta idea?

–Ojalá no lleguemos a eso. El Ejército, las Fuerzas Armadas no están preparadas para el orden público. Pero hoy día tenemos militares desplegados en la Araucanía, en la frontera norte, y cumpliendo funciones de control de incendios. Hay cientos de militares que están haciendo una labor distinta que la propia defensa. Sacar a los militares de su rol normal hace que dejen de cumplir el propio, que es prepararse como militares para un eventual conflicto. (…) Ahora, estas labores deberían cumplirlas Carabineros.

–¿Está Carabineros en condiciones de cumplir ese rol? 

–Hoy día no. Está muy debilitado después del estallido. Aún no llegamos a los niveles de postulantes previos al estallido, y eso que se han reducido los requisitos. Esta labor no la pueden cumplir Carabineros. No es descabellado pensar en que haya un apoyo transitorio de parte de la Fuerzas Armadas para la custodia de determinadas infraestructuras, pero hay que tener cuidado qué entendemos que es una infraestructura crítica. Hay que prepararlos bien, hay que armarlos adecuadamente para la zona urbana, y lo más importante, hay que dejar súper claro que es transitorio. 

Hay que anunciar cuáles son las medidas que vamos a tomar como país para que Carabineros recupere y mejore la musculatura, y se haga cargo de esto. Dos años lleva este gobierno y todavía no tenemos idea cuál es su propuesta de modernización o de fortalecimiento de Carabineros. 

–¿Ve un cambio en la postura del gobierno en su relación con las Fuerzas Armadas? 

–Tiene una buena ministra de Defensa este gobierno, que tiene una buena relación con las Fuerzas Armadas. La relación no es mala. Lo que hay es una vuelta de carnero de muchas autoridades, no puedo calificarlo de otra manera. El giro de 180 grados lo valoro, en la medida que sea sincero. Tengo mis dudas de que sea sincero. Porque, por ejemplo, a los militares al norte se les manda con muchas restricciones.

Tienen que haber antecedentes fundados de que se cometió un delito o que se va a cometer. O sea, siempre, sobre todo el Frente Amplio y el PC, parten de la sospecha respecto de las policías o de los militares y eso es lo que hay que cambiar. Si vamos a sacar militares, si vamos a mandarlos a trabajar en infraestructuras críticas, cortemos la sospecha, confiemos en ellos, demos el respaldo que corresponde. No hagamos normas como las Reglas de Uso de la Fuerza donde los estoy mandando finalmente amarrados de mano, pidiéndoles 40 pasos antes de usar el arma.

Encuentro ridículo que pretendamos que el militar haga 50 evaluaciones previas o el carabinero dispare al aire y haga 500 cosas que en la práctica no son posibles. En el minuto no alcanzas a hacer tantas cosas. Todas esas restricciones son parte de la sospecha.