Catalina Guerra: “Cuando hay una ilusión de que las cosas cambien y no van a cambiar, se produce una decepción muy grande”

Hace cuatro semanas, Catalina Guerra compartió en sus redes un video en el que se le ve junto a Francisca Gavilán, Mariana di Girolamo, Paola Volpato y Pedro Campos en el aeropuerto. Su destino: el sur de Chile. Todos son parte del elenco de “Al sur del corazón”, la nueva teleserie de Mega que se estrena este martes (22:00 horas) y cuya historia se está grabando en Puerto Octay.

Una producción que recuerda a la época dorada de las teleseries de TVN, en las que las locaciones eran un protagonista más de la ficción. “Los lugares son encantadores y la historia de la teleserie también es muy bonita”, dice la actriz. Su historia: una familia de mujeres que tiene una lechería en el sur de Chile con la que han salido adelante. Abuela (Gabriela Hernández), su hija (Paola Volpato) y sus tres nietas (Mariana di Girolamo, Francisca Amstrong y Clara Silvera), apoyándose unas a otras, han logrando ser respetadas y admiradas en toda la zona.

Que la nueva vespertina de Mega se grabe fuera de Santiago tiene, según Catalina Guerra, otros beneficios, como lo son una dinámica diferente durante la producción, porque “el grupo como que se afiata”. “Me refiero a todo el equipo. Estamos todos los días juntos, comemos juntos, nos levantamos juntos, entonces se crea como una camaradería súper bonita”, cuenta. “Yo hace rato que no viajaba con teleseries. Me encanta, porque uno cambia de aire, está todo el mundo contento, trabajando en lo que le gusta hacer. Yo creo que es un privilegio”, agrega.

Durante las jornadas de grabación de “Al sur del corazón”, su “yunta” es Francisca Gavilán. A ellas, se suma Mariana di Girolamo, con quien tiene un club de tejido. “Tejemos lo que podamos tejer, chales, bufandas, gorros”, cuenta. “Es una terapia. Tú piensas en tu vida entera mientras estás tejiendo. Como yo estoy partiendo, hago los proyectos y después digo ‘esto se bota, esto sirve, los colores están más combinados’. Es súper terapéutico”, explica.

En la teleserie, la que define como una comedia romántica, su grupo está compuesto por los personajes a cargo de Francisco Melo, Paola Volpato, Francisco Ossa, Claudio Arredondo y Francisca Gavilán. “Mi personaje se llama Rita Krauss. Señorita Rita, porque no se ha casado nunca, pero jamás va a perder la esperanza. Eso va a ser un leitmotiv de ella durante toda la teleserie: encontrar un amor. Ella está a cargo de un hotel que está semi abandonado, es de su tío y lo quieren echar a andar, pero en realidad no tienen la plata. Tiene que buscar una persona que le ayude con las lucas para empezar a mover este hotel”, adelanta.

Es parte de un grupo de amigos que estudiaron juntos y que, desde entonces, el personaje de Catalina Guerra que enganchada del que encarna Claudio Arredondo, “Me enamoré profundamente de Juan Álvarez, quien ahora está casado con la Meche (Francisca Gavilán) y ahí se crean situaciones muy cómicas, porque la Meche es extremadamente celosa”.

-La tecla del humor siempre ha estado un poco en su ADN. ¿Es algo que hace que sea más fácil conectar con el público?

-Es una tecla que a mí me encanta. O sea, de chica siempre me ha resultado fácil, entre comillas, hacer reír. Y hacer reír no es tan fácil. Tienen que haber varias coordenadas que se junten como para que realmente el resultado sea algo gracioso, sea algo cómico, sea algo liviano, sea algo que tenga aire. Es un ritmo que hay que seguir. Hay que tener mucho oído cuando uno hace comedia. Pero el personaje está escrito así. No es algo que uno decida hacer para caerle bien al público. Yo creo que es un trabajo bien hecho. Si uno tiene que ser un malo, le tiene que caer mal al público. O sea, ese es un trabajo bien hecho.

-Ésta es su segunda teleserie en Mega después de “Verdades Oculta”.  ¿Cómo se enfrenta a esta convocatoria pensando en que hay solo un área dramática funcionando en televisión?

-Como están las cosas, uno se siente privilegiado por haber sido convocado a un área dramática. O sea, yo creo que lo importante para todos nosotros es tener pega y cuando te llaman, obviamente nadie va a querer hacerlo mal. Siempre hay una gana de que se saque lo mejor de mí, y yo quiero estar súper concentrada en hacer este trabajo lo mejor posible.

–¿Cómo pasa el periodo entre una teleserie y otra?

-Uno sabe que la tele es lo que a uno la mantiene. Es la tele donde uno gana para poder vivir, el teatro no es algo que a uno le dé. Entonces, la manera de poder mantenerse evidentemente que es trabajando en televisión y, de repente, sale una película. Pero es todo así, incierto. Poder tener seis, siete, ocho meses o un año con contrato obviamente que eso a uno le alivia, le aliviana todo. Además, yo considero que cuando uno está trabajando se siente un aporte, se siente activo, está pudiendo entregar todo lo que uno tiene adentro. Es muy importante, no solamente por la parte económica, sino por desarrollarse uno también.

-Toda su vida a estado ligada de una u otra forma a la actuación. ¿Cómo ve este oficio en Chile? ¿Ha cambiado demasiado? ¿Es más precario hoy día?

-Lo que pasa es que en otra época había más lugares donde uno podía trabajar. Por lo tanto, si no te llamaban en una producción, lo más probable es que te llamaran de otra, y si no, de la otra. Ahora, uno siempre ha trabajado más o menos con el mismo sistema. No es que sea más precario. Yo no sé si la palabra es precario, porque todas las producciones ponen toda la carne a la parrilla. Para Mega es una parte muy importante la teleserie. Entonces, siempre el trabajo se hace con el mismo oficio. Siempre el trabajo se hace con el mismo amor, con la misma excelencia de calidad dentro de todas las posibilidades que hay.

Catalina Guerra: “La cultura siempre ha estado postergada en este país”

En las últimas semanas, distintos actores han hecho públicas sus críticas a la gestión cultural de Gabriel Boric, luego de que Amparo Noguera dijera que “este era el gobierno donde la cultura debería haber florecido”. Una mirada crítica que en entrevistas con The Clinic, han respaldado actores como Alfredo Castro y Marcelo Alonso. Otros como, Mariana Loyola, se han mostrado optimista de cara a lo dos años que quedan de mandato del presidente. Mientras que nombre como Jaime Vadell y Magdalena Max-Neef, ha calificado a sus colegas como “llorones”.

“Todo el mundo tiene derecho a opinar lo que quiera e, incluso, a opinar de los otros como quiera. Es obvio que tiene que haber contradicciones y uno opina una cosa y los otros otra, pero considero que este tema de la cultura, es algo que ha sido transversal en la historia de este país”, comenta Catalina Guerra sobre este cruce de declaraciones pública que ha protagonizado su gremio.

“La cultura siempre ha estado postergada en este país. Siempre, siempre. Hubo la esperanza de que en este gobierno no iba a ser así, pero parece que las cosas no han cambiado del todo. No es algo de ahora, pero cuando hay una ilusión de que las cosas cambien y no pasa, se produce una decepción muy grande”, dice.

 –¿Qué expectativas tiene con respecto a lo que queda de este gobierno?

-Mira, si yo tuviera una varita mágica te podría decir, pero la verdad es que no lo veo. ¿Por qué van a cambiar ahora? Es una transformación que tiene que venir de fondo, donde realmente la cultura sea algo indispensable y eso no está siendo así. La cultura no es algo indispensable, hay millones de otras cosas por qué preocuparse. Que parecieran ser más importantes. Desde la educación en los colegios. La única manera que nosotros podemos sobrevivir a todo esto es la educación.

-No hay una mirada auspiciosa.

Es que sigue costando mucho hacer todo. Seguimos poniendo nosotros plata del bolsillo para poder hacer cada proyecto a mano, en eso no ha cambiado nada. Yo no estoy muy al tanto de las cosas así estadísticas, los porcentajes, los fondos, pero yo sigo viendo a mis compañeros sacando plata de por acá, por allá. Mucho abandono.