CicloRecreoVía celebra 15 años de su primer tramo pero sin recursos para seguir ampliando la ruta por Santiago

Han pasado 15 años desde que la Fundación CicloRecreoVía pudo cerrar un tramo de la ciudad de Santiago. Específicamente, fue en la comuna de Las Condes, en Sánchez Fontecilla. Desde esa histórica jornada han buscado expandirse por toda la capital y hoy cuentan con 20 kilómetros de calles libres de autos. Incluso, han podido instalarse en Viña del Mar y Chillán.

El proyecto, que se ha consolidado casi como un patrimonio del deporte de día domingo, no siempre tuvo el mismo apoyo y en sus inicios tuvo que lidiar con funcionarios municipales que no veían los beneficios del proyecto. Gonzalo Stierling, director de la Fundación, cuenta que en el inicio de la intervención urbana los municipios creían imposible cerrar una calle todos los domingos.

Dentro de las excusas que escuchaban por parte de las autoridades eran los problemas de tráfico que esto podría ocasionar, el robo de bicicletas o incluso la posibilidad de lluvia en la ciudad. Sin embargo, ese desafío parece estar superado y los municipios están llanos a colaborar para tener esta iniciativa en sus comunas.

Sin embargo, no basta con buena voluntad. Desde la Fundación cuentan que la gente cree que el proyecto se financia a través de los municipios, pero la verdad es que es la propia fundación que debe contar con sus recursos para cerrar las calles cada domingo. Dentro de los gastos que tienen están los pagos a las personas que están en los tramos, bodega para guardar materiales y transporte para mover los implementos. Como ejemplo, Stierling cuenta que hace tiempo quieren conectar el tramo de Avenida Irarrázaval con Pocuro, pero simplemente no tienen más recurso.

Hoy son 18 personas que sostienen este proyecto a través de la Fundación CicloRecreoVía, y a pesar de que la gente los ve como una forma de promover el deporte, el perfil de ellos es cambiar el paradigma con respecto al auto. “Nuestro perfil es poder recuperar el espacio público y demostrar a la gente lo que puede ser una ciudad con menor flujo de autos”, sostiene el director. Para ellos el uso de la bicicleta es piedra angular de la movilidad en una ciudad congestionada como Santiago.

Convivencia vial y el uso de la bicicleta

Según las estudios de académicos sobre el uso del auto en la capital, la mitad de los viajes en auto son de menos de 5 kilómetros. Una distancia que fácilmente se podría recorrer en bicicleta. Sin embargo, unas de las grandes preocupaciones de las personas es la seguridad a la hora de transportarse. “Para nosotros es muy importante ver como la gente, a través de la CicloRecreoVía, da el primer paso para comenzar a ocupar la bicicleta semana a semana”, comenta Gonzalo Stierling.

En el espacio que se abre los domingos, están prohibidos los scooters o las bicis mosquito, ya que buscan tener un espacio a “escala humana”. Eso sí, ven con buenos ojos el uso de estos elementos para la movilidad en la ciudad. “Dentro de la ciudad me parece mejor, pero de todas maneras creo que deberían tener más cuidado o andar por la calle los usuarios de scooter que van a exceso de velocidad”, asegura el fundador.

Sobre la situación actual de la infraestructura para ciclos en Chile, aseguran que estamos “muy atrasados”, a pesar de que se han vistos avances en las municipalidades. “En el mundo muchos países están demoliendo autopistas y nosotros seguimos construyendo. Para que eso pase tiene que haber mucha voluntad, no es plata, no es tecnología, necesitamos una autoridad que de un golpe de timón y cambie la ciudad a escala humana”.