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3 de Octubre de 2024Parejas con diferencia de edad, ¿destinados al fracaso o un complemento especial?: Cuánto siguen pesando los mitos y prejuicios sociales
A ella le gustan mayores, a él menores. No viceversa. Eso es parte del prejuicio que hasta hoy, la gente piensa cuando ve parejas amorosas con mucha diferencia de edad. Los especialistas aseguran que lejos de los estereotipos, la realidad de este tipo de parejas tiene que ver con uniones que se dan en libertad. Las razones, pueden tener que ver con la edad, pero no pueden encasillarse solo en eso. "Si las parejas se juntan solo a partir de las expectativas, va a ser difícil tener una relación de pareja profunda", dice la psicóloga Rosalina Riquelme. ¿Por qué se juntan a pesar de tener trayectorias de vida distintas? ¿Por qué discuten por cosas que una pareja con menos diferencia de edad probablemente no lo haría?
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Las razones para que, por ejemplo, una mujer de 22 años quiera estar con un hombre de 45 o que un hombre de 50 quiera estar con una mujer de 30, son válidas. Pero aún enjuiciadas. Es un prejuicio que si bien no solo sucede en las parejas heterosexuales, se puede acrecentar por los estereotipos de género que han marcado a la sociedad hasta el día de hoy.
Hay dos prejuicios sociales típicos en el caso de las parejas que tienen mucha diferencia de edad. El primero es que el hombre busca a una mujer joven por su belleza y sexualidad. El otro es que la mujer busca a un hombre mayor para que la mantenga económicamente. ¿Siguen activos estos estereotipos en el mundo de hoy?
Una nota de la BBC publicada hace dos años consigna que en los países occidentales, alrededor del 8% de las parejas hombre-mujer tienen una diferencia de edad de 10 años o más. El 25% en las uniones hombre-hombre y el 15% en las relaciones mujer-mujer, también. Para algunos países, la brecha de edad es mayor pero la cantidad de personas que se unen es menor. Alrededor del 1% de las parejas heterosexuales tienen una diferencia de edad de 28 años o más.
“El prejuicio existe porque éste tipo de parejas siguen sin ser muy comunes“, explica Rosalina Riquelme, psicóloga de la Universidad Católica y profesional del Centro Entre Vínculos. “Hay que pensar que ‘pareja’ viene de ‘par’. Los pares, tienen vidas parecidas, momentos y edades similares. Que te juntes con una persona que está en otra etapa de la vida, no es lo más común. Entonces da para hablar, pensar o hacer hipótesis”.
Pero la mayoría de las veces, esas relaciones han sido elegidas en libertad y, según la especialista, en contexto en que ambas partes disfrutan ¿Cómo podría validarse el argumento de que a una persona “le gustan mayores” o “le gustan menores”, sin caer en los estereotipos por la diferencia de edad?
Que se comente la edad de cada parte de la pareja si uno llega con el pelo blanco y el otro con una tez joven, pasa. Para evitarlo, “hay que preguntarse qué es lo que tienen esos “menores” o esos “mayores” que los hacen elegibles”, dice la especialista. “Qué es lo que el otro busca en una relación. ‘Le elegí porque es más seguro, más estable, porque me hace sentir vivo, me motiva a hacer cosas que yo no había hecho antes”.
Otras razones por las que éste tipo de relaciones ha sido enjuiciada, es por los patrones culturales que se han heredado desde el conservadurismo. “No podemos desconocer que años atrás, habían relaciones en las que a las mujeres recién iniciadas en la sexualidad, les arreglaban matrimonios con hombres mucho mayores”, dice Riquelme. “Pero hoy, algo que antes era mal visto, se puede entender. Lo que quedan son los prejuicios, porque escoger pareja tiene que ver más con una elección de cada uno”.
Los tipos de discusiones a las que se pueden enfrentar
“Hay un mundo que se construye en la elección de una pareja. Lo que hace que el vínculo se mantenga en los casos ideales es sentir que se encuentra un compañero de vida. Eso puede trascender la diferencia de edad”, dice Rosalina Riquelme.
Pero también pasa al revés. “El estar en etapas de la vida diferentes implica que van a tener que afrontar desafíos que probablemente otras parejas de la misma edad no tengan que enfrentar”, continúa.
Por ejemplo, cuando alguien mayor ya tiene hijos y no quiere tener más, mientras que el otro no tiene y ha proyectado su familia desde ahí. Otra cosa que pasa es que uno quiere aventurarse a explorar el mundo o estudiar mientras que el otro ya pasó esa etapa y se quiere asentar.
“Esas son decisiones que no son fáciles de abordar. Son presiones que provoquen que probablemente entren en más discusiones que una pareja de la misma edad”, dice la especialista.
O si a la persona mayor le complica que la persona menor tenga actitudes menos maduras, según la especialista, es importante conversar. Esto, porque a pesar de la diferencia de edad, “una pareja tiene que hacer saber que esas cosas le molestan. “Ir a un carrete de alguien menor puede ser un tremendo desafío para alguien mayor. Quizás le complica, o no tiene tema. El desafío real es conocerse y ver por qué lo que tienen juntos les gusta a ambos y trasciende la edad”, dice.
Se puede observar en el siguiente escenario. Hay un cumpleaños, la festejada cumplía 29 años e invitó a algunos de sus compañeros del trabajo a celebrar con el resto de sus amigos de la vida. Una de sus compañeras tiene 45 y hace dos meses está saliendo con un hombre de 60. Casi nadie lo conoce, pero el pelo blanco y la chaqueta de cuero de él llama la atención de todos. ‘Cuántos años tiene, qué hace aquí, y vestido así’, dice la gente. Acto seguido, la pareja discute porque ella se emborrachó más de la cuenta. Todo, mientras un grupo de casi treinteañeros los rodea.
Cuando no se cumplen las expectativas de una relación con diferencia de edad
Hay prejuicios como el hecho de que una mujer busque un papá cuando está con alguien mayor. Puede ser, pero también puede ser que está buscando relacionarse con un hombre más maduro, que ya viene de vuelta, que ha tenido experiencias.
Pase lo que pase, Riquelme especifica que si las parejas se juntan solo a partir de las expectativas, va a ser difícil tener una relación de pareja profunda. “Eso va más allá de la edad”, dice.
Puede ser que una expectativa de ese tipo no se cumpla y genere una decepción. “La verdad es que a ciencia cierta, la edad no tiene que con la capacidad de haber madurado o vivido ciertos procesos. Hoy día es fácil ver a personas de 50 o 60 años que están viviendo una adolescencia tardía. Aventurándose a cosas que antes nunca hicieron”, agrega la psicóloga.
Puede pasar por ejemplo, en el caso de que una persona de cierta edad busque a alguien mayor por haber tenido una mala experiencia con alguien de su edad antes en términos de madurez. O, también de bienestar y conexión emocional. O cuando alguien se encuentra con otra persona que comparte su trayectoria vital pero no sus proyecciones. Tampoco, las ganas de vivir y hacer cosas nuevas.
Esa es la capacidad de goce, un ejemplo que según un estudio de la Universidad de Harvard 2024, llega a su plenitud cuando se cumplen 60 años. “Es una etapa de la vida que lleva a una mayor apreciación y disfrute de los momentos vividos. Esto, porque hay una comprensión más clara de las limitaciones y la ineludible mortalidad”, dicen los investigadores.
También está el mito de que el que es mayor ya no va a poder cambiar también. “Ese es un mito que tenemos como sociedad. Nadie comprueba que hay una edad en la vida en la que ya no puede cambiar. Sobre todo, porque uno cambia en la medida que necesite hacerlo porque hay algo que te moviliza hacia otro lugar”, dice Rosalina Riquelme.