Vacío oficialista, empañado liderazgo de Matthei y dispar desempeño republicano: la difusa carrera presidencial que dejó la reciente elección

Con la elección de segunda vuelta de gobernadores regionales se puso fin al período electoral de 2024 y los partidos desde la noche del domingo comenzaron a delinear estrategias de cara a un crucial 2025, que tendrá elecciones parlamentarias y la presidencial.

Los comicios municipales y regionales del último mes, sin embargo, dejaron más dudas que certezas en el camino hacia La Moneda, sobre todo en el oficialismo.

Si bien en el Gobierno celebraron los resultados en la elecciones de gobernadores, debido a que se eligieron diez nuevas autoridades cercanas al oficialismo versus los seis que logró Chile Vamos, el principal problema para el sector es que aún no surge un nombre claro que sincere intenciones o que esté diseñando un plan electoral, a diferencia de oposición.

Orrego y la presidencial: “Nunca digas de esa agua no beberé”

En el oficialismo hay liderazgos destacados que se cree que podrían tener un buen rendimiento electoral, como el del alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (Frente Amplio), o el de la expresidenta Michelle Bachelet, que hasta logran marcar en los sondeos de opinión.

Pero lo cierto es que ambos han descartado aventurarse en una carrera por La Moneda.

Uno de los que podría posicionarse, sin embargo, es el reelecto gobernador metropolitano, Claudio Orrego (ex-DC), quien el domingo se impuso tras una tensa contienda a Francisco Orrego (RN), al lograr el 55% de los votos.

Sin embargo, el exintendente ha declarado que esa opción no está en su horizonte. Así lo manifestó ayer luego de reunirse con el Presidente Gabriel Boric. “Vengo terminando una campaña en la cual he dicho muchas veces, y lo voy a reiterar hoy, que mi único plan es ser gobernador los próximos cuatro años”.

“Agradezco a las personas que piensan en uno, pero habrá que buscar a otros liderazgos”, remató en un discurso que dio en el Patio de los Naranjos.

En el oficialismo, sin embargo, el ex-DC sigue viéndose como una alternativa viable. Varios recuerdan que ya postuló a la presidencia en las primarias de la izquierda de 2013 y que la pretensión por La Moneda no es algo que se diluya con el tiempo.

Por otra parte, en el sector también destacan los buenos lazos que él ha construido en los últimos años con el ala más a la izquierda del progresismo, como el Frente Amplio y el Partido Comunista. Estos últimos, de hecho, no presentaron competencia en primera vuelta, mientras que el bloque del FA fue uno de los primeros en respaldarlo en su repostulación. 

“Yo votaría por él si ese es el candidato del oficialismo. Obviamente que sí”, dijo el domingo en la noche la diputada Lorena Fries (FA) al ser consultada en Tolerancia Cero.

“Evidentemente Claudio Orrego es una figura que une al progresismo y que hoy día tiene una posibilidad de ser nuestro candidato presidencial”, manifestó, por su parte, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic.

No pocos también recuerdan que en una entrevista del jueves pasado en CNN Chile Orrego fue consultado varias veces sobre si se comprometía, en caso de ganar, a ser gobernador durante los próximos cuatro años y prescindir de una candidatura presidencial.

Orrego respondió en primera instancia: “Me lo han preguntado 200 mil veces y yo les he dicho que mi plan uno, dos, tres y cuatro… Yo estoy aquí como candidato a gobernador de Santiago”. Pero se le insistió sobre si asumiría o no dicho compromiso, a lo que Orrego respondió: “Soy el candidato a gobernador de Santiago, y de eso no me van a mover”.

Nuevamente, se le reiteró la consulta por el compromiso hasta que finalmente, lo aclaró: “Yo voy a ser el gobernador de Santiago, si soy electo, los próximos cuatro años”.

Por lo demás, esta mañana en un diálogo con Radio Agricultura, Orrego no cerró del todo la puerta a una opción presidencial: “Nunca digas de esa agua no beberé, pero cada día tiene su afán y mi afán de hoy es servir a la RM y a la ciudad de Santiago”.

Con todo, en el oficialismo reconocen que el panorama habría sido más alentador de haber ganado en la primera vuelta de la elección de gobernadores. Aquel escenario no se dio y a Orrego le faltaron dos puntos porcentuales para ello, al lograr solo el 38%.

De todos modos, en el sector destacan que el triunfo de ayer mostró cierta épica al vencer a la carta de la oposición, que tuvo el respaldo de la carta presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, quien bautizó la contienda como la “madre de todas las batallas” el día después de la primera vuelta.

Orrego, en caso de ser candidato presidencial, no tendría que renunciar a su cargo para asumir ese desafío, aunque en el sector vislumbran que se podría generar un debate y la necesidad de evaluar esa opción, con el riesgo de que la gobernación pase a manos de la oposición, dado que el consejo regional, de mayoría de derecha, tendría que definir su reemplazo.

La debilitada opción de Tohá

El 10 de octubre, la ministra del Interior, Carolina Tohá, salió triunfante de la sala de la Cámara de Diputados y Diputadas tras sortear una fallida acusación constitucional en su contra.

Ese día, a pesar del mal momento del Gobierno, Tohá salió fortalecida y evitó golpear directamente a la oposición, bloque que se mostró desunido y que lamentó como una derrota el frustrado libelo en contra de uno de los pilares de La Moneda.  

Durante esas semanas, la ministra ya se perfilaba como un liderazgo del Ejecutivo con una proyección presidencial. De hecho, según señalan dirigentes oficialistas, para ella era una alternativa viable. 

“Es una posibilidad que termine siendo, puede ser, pero se verá en su momento”, reconoció Tohá en Tolerancia Cero en el mes de agosto, aunque añadió: “Tomar esas decisiones ahora es la receta casi segura para equivocarse”.

Sin embargo, cinco días después del triunfo que se había anotado al sortear la acusación en su contra, estalló el caso Monsalve, escándalo con el que esas proyecciones presidenciales se diluyeron. 

La encuesta Cadem publicada el domingo, por ejemplo, arrojó resultados desalentadores: Tohá es la ministra con peor evaluación del Gobierno, con un 32%. Su caída tras la revelación del caso fue de tres puntos porcentuales.

En el oficialismo, incluso, se discutió la posibilidad de un cambio de gabinete que incluyera a Tohá, como estrategia para proteger su capital político. No obstante, el Presidente Boric decidió blindarla durante un encuentro con las fuerzas progresistas realizado en Cerro Castillo, en el que destacó que la ministra era uno de los liderazgos de futuro de la alianza. 

Por otra parte, en el círculo cercano a la ministra evalúan que la denuncia en contra del exsubsecretario del Interior no golpea directamente a Tohá sino al Gobierno a nivel general y se aferran a ello para plantear que su chance presidencial sigue vigente.  

Dentro del oficialismo, por lo demás, algunos dirigentes han planteado abiertamente que sigue siendo una opción presidenciable, aunque han postergado abrir esa discusión. 

“La principal motivación de la ministra hoy día es avanzar en los temas de seguridad y, por supuesto, que para muchos de nuestro mundo en el oficialismo su nombre es asociado a una eventual candidatura presidencial, pero nos parece que el momento de esa definición no es ahora”, dijo el presidente del PPD, Jaime Quintana, en una entrevista dada a El Mercurio el 1 de noviembre.

En el partido de la ministra, así, aún la consideran como la carta fuerte del oficialismo para enfrentar una candidatura presidencial que abarque todo el espectro del progresismo y, por lo mismo, mantienen su trabajo en los ejes programáticos de una eventual campaña presidencial.

Por otra parte, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, salió ayer a refrendar que la izquierda goza de buena salud tras los resultados de la segunda vuelta de gobernadores que favorecieron al sector. “El mundo progresista ha ido avanzando en un proyecto de país que tiene respaldo en la ciudadanía”, dijo, asegurando que “hay un 75 % de la población que está siendo gobernada, por elección de los ciudadanos, por un proyecto más progresista basado en los derechos fundamentales”.

Ese escenario, advirtió Vallejo, “es una base importante para cualquier posible liderazgo futuro”.

Un resultado adverso para Matthei en gobernaciones, pero es una carta consolidada en la presidencial, dicen en la UDI

“Mire, la vez pasada teníamos un solo gobernador, ahora tenemos seis. Está bien que se haga esa pregunta, pero haga preguntas que sean razonables. Pasar de uno a seis gobernadores, yo lo encuentro una maravilla”.

Esa fue la respuesta que entregó a la prensa la alcaldesa de Providencia y figura presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, a su llegada al comando de Francisco Orrego la tarde del domingo, cuando un periodista le preguntó si hacía un mea culpa por las derrotas que la oposición a esa altura sufría en regiones clave, como la Metropolitana o Valparaíso.

El tono de la respuesta para algunos dirigentes reflejó que el sector no quedó conforme con los resultados de esa elección y que la mirada prefería posarse sobre los comicios municipales, donde la derecha logró más alcaldes, concejales y consejeros regionales que la izquierda.

Así lo sinceró también el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, quien el lunes dijo que el sector logró “un avance con gusto a poco”, ya que aseguró que los triunfos pudieron ser más, pero que ello no se logró por la división entre las fuerzas opositoras a la hora de presentar candidatos.

“Hay que tomar nota de lo que ocurrió. No podemos cometer el mismo error”, dijo, pidiendo la unidad de toda la oposición para tener una mayoría parlamentaria en 2025 y retornar a La Moneda.

En el bloque sí reconocen que se cometieron errores en los mensajes entregados en segunda vuelta que, con la derrota, permitieron dar un respiro a La Moneda y abrir un flanco de críticas al sector. Estos, se señala, son haber deslizado tras una cita de Matthei con los candidatos a gobernadores que pasaron a segunda vuelta que la contienda en la Región Metropolitana sería “la madre de todas las batallas”, como también que algunos dirigentes —como el propio Francisco Orrego— apuntaran a esa elección como un plebiscito al Gobierno.

Tanto en la Región Metropolitana como en la de Valparaíso los candidatos de Chile Vamos sufrieron duras derrotas (55%-45% y 62,5%-37,5% respectivamente). Por lo demás, en la zona central Francisco Orrego perdió en la mayoría de las comunas, incluyendo Providencia, lugar donde Matthei es alcaldesa, lo que abrió un flanco.

En Chile Vamos indican que si bien no se debió instalar la idea de que la RM era “la madre de todas las batallas”, sí enfatizan que Matthei debía jugarse todas sus cartas en la elección y que si eso no hubiera perdido, se habría perdido en más comunas o por una mayor diferencia. “Transfirió todo lo que pudo. Todo lo que avanzó Chile Vamos es claramente gracias a la Evelyn”, dice un dirigente.

Además, en el sector se recuerda que poco antes de la elección, la alcaldesa dio una entrevista en El Mercurio donde desdramatizó el resultado en la Metropolitana: “A ver… la madre de todas las batallas ya fue, en la pasada elección municipal (…). Nos gustaría ganar, pero quiero señalar que con el triunfo que obtuvimos ese 26 de octubre, ya estamos”.

En la UDI, además, aseguran estar tranquilos tras el período electoral. Dicen que ninguna figura política pudo capitalizar los triunfos del domingo, considerando que en el oficialismo no hay un candidato claro. Además, en Chile Vamos destacan que el resultado para los republicanos fue negativo a nivel de gobernaciones y de alcaldes, lo que, aseguran no deja en buen pie las opciones de José Antonio Kast.

La apuesta es a que los “extremos” no logran superar el 50% y que la ciudadanía está expresando un voto “moderado”.

El lunes, al ser consultado por el posible impacto de los resultados a la alcaldesa de Providencia, Guillermo Ramírez señaló que “Matthei es por lejos la candidatura más consolidada y sólida” y afirmó que “no queda dañada su figura, hoy no hay ninguna candidatura que hoy pueda competir a Matthei”.

El dispar resultado republicano ante la opción de Kast

Sin ningún gobernador electo quedó el Partido Republicano el domingo pasado, luego de que sus dos candidatos que pasaron a segunda vuelta, Fernando Ugarte (O’Higgins) y Claudia Reyes (Los Lagos) resultaran derrotados.

Aquel desempeño se sumó al rendimiento electoral del partido, que si bien fue positivo (irrumpieron fuertemente en concejales y consejeros regionales) no cumplió con las expectativas que se tenían tras el éxito alcanzado en la elección de consejeros constitucionales de 2023.

Para Chile Vamos, por ejemplo, el resultado de los republicanos dejó en un mal pie la opción de José Antonio Kast, ya que, según afirman dirigentes, se dio cuenta de la dificultad de que puedan lograr mayorías.

El análisis de la tienda que dirige Arturo Squella es otro. Ahí señalan que la carrera de Kast en los próximos meses será respaldada, a diferencia de sus aventuras anteriores, de una “infantería” de autoridades elegidas en regiones.

A ello se sumará un mayor despliegue mediático y en redes sociales, apuntando a las problemáticas más urgentes de la ciudadanía..

El propio Squella el lunes en la Radio Agricultura desdramatizó los resultados del domingo y dijo estar conforme con el despliegue de sus candidatos. Destacan que la contienda en Los Lagos fue estrecha y que en O’Higgins se enfrentaron al gobernador en ejercicio.

En esa línea, el dirigente relevó el avance de la oposición a nivel general y reafirmó la postura de enfrentar elecciones en unidad en las segundas vueltas, pero que en términos generales “cuando se compite lealmente, los resultados son mucho mejores”.

Los republicanos, además, recuerdan que en 2021 Kast no tenía positivos números en las encuestas y que fue recién en los meses más cercanos a la elección presidencial cuando sus opciones crecieron.

En la derecha, por lo demás, aún no está claro si habrá primarias, habiendo distintas posiciones entre los partidos debido a la distancia que hoy Matthei logra en los sondeos. El exalcalde de La Florida, Rodolfo Carter, ha insistido en esa fórmula mientras en RN se ha comenzado a dar un debate.