
Tiempo Libre
1 de Marzo de 2025Tita Ureta, la gran ganadora de los coanimadores de Viña 2025: “Hicimos ensayos con Álex Hernández y se nos preparó para posibles pifias”
En conversación con The Clinic, Tita Ureta adelantó cuáles serán sus siguientes pasos, esperando poder animar nuevamente espacios del calibre del Festival de Viña del Mar. Dice que ese fue su sueño de niña y que desde muy chica imitaba a Antonio Vodanovic y Felipe Camiroaga.
Compartir
Tita Ureta debutó este viernes como co-animadora del Festival de Viña del Mar 2025 en la penúltima noche, a cargo de animar la final de las competencias internacional y folclórica, una presentación doblemente desafiante, pues debió subirse al escenario padeciendo 38,7° de fiebre por la cual incluso debieron inyectarla.
Pero eso no la detuvo, y consiguió cumplir de correcta manera con su función junto a Rafael Araneda tras ser presentada por Karen Doggenweiler y recibir el cariño del público.
Hoy, ya con esta experiencia a sus espaldas y con el futuro por delante, Tita Ureta anticipa ante The Clinic sus siguientes pasos y adelanta que el rol de conductora es el que más le acómoda.
–Tuviste un debút complicado con la fiebre, pero más allá de eso ¿Cómo te sentiste en el escenario?
–Para mí ayer fue una noche inolvidable. Me sentí cómoda, y me sentí tranquila. Llevo tantos días yendo a la Quinta Vergara -como doce días-, que ya me siento como en casa.
Creo que es súper importante hacerse amigo del lugar donde uno va a estar, conocer los espacios, pero claro, nunca había estado frente a tantas personas animando, así que fue un tremendo desafío. Y una tremenda oportunidad la que me dio Mega también al haberme escogido como coanimadora en la final. Y el Rafa, tremendo compañero.
–¿Te sentiste segura?
–Sí, me sentí segura y lo tomo como una noche de aprendizaje, de experiencia, pero por sobre todo de haber cumplido un tremendo sueño, el más grande de mi carrera, en una noche mágica, inolvidable, súper acompañada de mi familia y mis amigos también. Me sentí súper plena y feliz.
Tita Ureta y un entrenamiento que contempló la posibilidad de pifias
–¿Tuviste algún tipo de entrenamiento para estas jornadas? ¿Quién te guió en este proceso? ?
–Sí, hicimos ensayos con (el director televisivo del Festival de Viña 2025) Alex Hernández, donde uno se prepara para posibles pifias, porque claro, el público de la Quinta Vergara se manifiesta, y uno está al servicio de ellos.
Tuvimos también una fonoaudióloga que nos está acompañando en todo el proceso, y son horas de aprendizaje. Bueno, son años en realidad, en que uno va trabajando como hormiguita para poder estar preparado para cuando llegue una oportunidad así, un desafío así, poder aceptarlo y tomarlo con responsabilidad.
–¿Tienes algún proyecto este año que te pueda potenciar este rol de animadora?
–Estoy coanimando con la Coté Quintanilla el “De paseo” todos los fines de semana, que es como un matinal en la tarde. Son cuatro o cinco horas en vivo. Estoy acompañando también el “La hora de jugar” y sí, me gustaría seguir trazando el camino de animadora.
–¿Te gusta esa faceta?
–Es lo que más me gusta hacer, es donde me siento más cómoda, donde me siento feliz. Y es un sueño, de niña siempre jugaba en las navidades a imitar animadores, animadoras, a Antonio Vodanovic, a Felipe Camiroaga. Entonces me inspiré en distintas personas que admiro para poder algún día animar cosas importantes como esta, o en escenarios importantes como éste.
–¿Y vas a descansar después de Viña?
–Debería tomarme vacaciones, todavía no lo veo, pero sí, necesito un descanso, necesito desconectarme, y eso va a ser definitivamente en la playa o en la Patagonia, para conectarme con la naturaleza, que es lo que a mí me hace bien, me pone los pies en la tierra, me hace sentir chiquitita.
Porque después de esta locura festivalera, que es una semana donde uno se saca muchas fotos, donde uno se debe al público, donde uno recibe tanto cariño, necesito ir a agradecer también al mar, o a la naturaleza, por todo lo que me ha dado. Y yo me conecto súper harto con eso, o sea, andar a pie pelado en la arena, dejar el teléfono de lado, creo que eso me hace poner los pies en la tierra.