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10 de Agosto de 2015Ex timonel DC, Ignacio Walker: “El programa de gobierno no puede convertirse en un fetiche, es una carta de navegación”
El senador de la falange precisó que por lo tanto, el proyecto "tiene que experimentar todos los ajustes que sean necesarios y que la realidad imponga; nuestro norte debe ser el bien común y solo el bien común". Al ser consultado por si se refería derechamente a un giro al centro, Walker lo negó, argumentando que "lo que pretendemos es que este sea un gobierno de centroizquierda y no de izquierda. Como dice el senador Alejandro Navarro, sin la DC, la Nueva Mayoría es la Unidad Popular. Evidentemente, lo que nosotros pretendemos, y no hablo solo de la DC, hablo también del PR y de sectores del PS y el PPD que miran con preocupación que todavía no hayamos podido aterrizar, es darle contenido, viabilizar y despejar las dudas que existen respecto del segundo tiempo en relación con este concepto de realismo sin renuncia".
El ex timonel de la DC, senador Ignacio Walker, se refirió al pasado cónclave oficialista en el que la Presidenta Michelle Bachelet reafirmó el programa de Gobierno y el manoseado “realismo sin renuncia”. Por otra parte habló de las críticas de Sebastián Piñera a la pasada cita de la Nueva Mayoría.
Sobre este último punto, en entrevista con el diario La Tercera, el senador falangista contestó de una que “lo que ha hecho Sebastián Piñera es insinuar una candidatura presidencial, aprovechándose de un momento de debilidad del Gobierno. Evidentemente que no tenemos que abrir ningún flanco para viabilizar una candidatura de derecha. Pero el tema de fondo es cómo asegurar un buen gobierno, y el único camino posible tras ese objetivo es respaldar al comité político encabezado por los ministros Jorge Burgos y Rodrigo Valdés”.
En ese sentido precisó que “por mucho que este sea un sistema presidencial, la Presidenta tiene que actuar colectivamente. Hay que reconocer que existe un liderazgo no presidencial y empoderar a los ministros del Interior y Hacienda. También, buscar una adecuada coordinación entre Gobierno, Parlamento y partidos, tendiendo todo ello a asegurar el principio del buen gobierno, que es lo que verdaderamente está en juego”.
Por otra parte desestimó la supuesta polémica en cuanto a que Bachelet le habría quitado el piso a los ministros Burgos y Valdés, al considerar que ellos no habían llegado a cambiar el rumbo del gobierno. “Yo no veo una desautorización. Lo único que uno se pregunta es qué rol quiere ella asignarles. Evidentemente que cuando hay una desaprobación de un 70%, el realismo sin renuncias debe darse en clave de rectificación más que de reafirmación. Una rectificación que no significa desconocer los compromisos que tenemos con la ciudadanía. Hay que evitar la caricatura que se ha instalado de que al interior de la Nueva Mayoría hay personas que están a favor de las reformas y otras que están en contra. Ese no es el punto. El punto es asegurar que se hagan bien. Eso se logra fortaleciendo y no debilitando la conducción política y económica que ha definido para el segundo tiempo. Por lo tanto, lo que es inimaginable es pensar que el ministro Burgos o el ministro Valdés no están para quedarse”.
El ex timonel de la falange a su vez indicó al matutino que francamente “el programa de gobierno no puede convertirse en un fetiche, es una carta de navegación, como lo definió la Presidenta el primer día”. Por lo tanto, expuso, tiene que experimentar todos los ajustes que sean necesarios y que la realidad imponga; nuestro norte debe ser el bien común y solo el bien común”.
Al ser consultado por si se refería derechamente a un giro al centro, Walker lo negó, precisando que “lo que pretendemos es que este sea un gobierno de centroizquierda y no de izquierda. Como dice el senador Alejandro Navarro, sin la DC, la Nueva Mayoría es la Unidad Popular. Evidentemente, lo que nosotros pretendemos, y no hablo solo de la DC, hablo también del PR y de sectores del PS y el PPD que miran con preocupación que todavía no hayamos podido aterrizar, es darle contenido, viabilizar y despejar las dudas que existen respecto del segundo tiempo en relación con este concepto de realismo sin renuncia”.