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Opinión

2 de Junio de 2011

“Con Bachelet hubo más estudiantes detenidos que para la dictadura”

Era la menor, la más conocida, la que salía todos los días en la tele en los tiempos de la movilización pingüina del 2006. Luego fue la que no quiso hablar más con la prensa masiva hasta hoy, en The Clinic Online, para contar que protagoniza un documental con una afgana y un monje tibetano, que no es de las que endiosan a Bachelet y -sobre todo- que le carga hablar de su vida privada.

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Foto: El Ciudadano

Eran los días en que 600 mil escolares salían a la calle, paraban por dos meses y lograban algo que un montón de protestas universitarias no habían hecho: que el gobierno y la prensa los escucharan. Eran los días en que María Jesús -16 años, de jumper- hablaba intensamente y su cara redonda era omnipresente en la tele y en los diarios.

Hasta que todo se acabó y los voceros pingüinos empezaron a tener apariciones tan largas como un flashazo en historias de prensa del estilo: “Y qué pasó con los pingüinos x años después” o en un reality show, como Max Mellado. Pero María Jesús Sanhueza -la vocera que más hablaba- no volvió a hablar. Y porque todos querían que hablara, que contara algo de su vida, ella se quiso quedar callada.

Ahora, frente a la grabadora apagada, con la misma cara redonda y el pelo más liso, cuenta que después del colegio estuvo entre estudiar Astronomía o Derecho hasta que la grabadora se enciende, María Jesús la mira fijo y dice:

-Ya. Ahora partimos la entrevista.

Raquelita Calderón

-Sí, pero me interesa saber qué quisiste estudiar.

-Ah, dice con cara de desconcierto/hastío porque su vida privada es una cosa que no se toca. Y una indecisión académica es demasiado privada.

-Partí queriendo estudiar Astronomía pero en el mismo punto que Derecho entonces no estaba segura. Primero me había alcanzado el puntaje para Derecho pero ese año no quise entrar para ver lo que realmente quería.

Viajó a Europa por un año y, después, terminó olvidándose de Astronomía. Entró a la Universidad de Chile a estudiar Derecho el año pasado, el mismo de Raquelita Calderón -una a la que sí le gusta hablar de su vida- y ahora pasa los días entre el estudio, la participación en grupos que le dan respaldo jurídico a las movilizaciones y, claro, en las movilizaciones.

No parece tan distinto a antes, cuando iba en tercero medio en el Carmela Carvajal y era vocera pingüina. O casi no tan distinto, porque del Carmela la terminaron echando por ir poco a clases.

-En ese momento el equilibrio era ése. Si me hubiera dedicado al tema del colegio no sería lo que aspiro a ser. O no habría sido yo.

-¿A qué aspiras?

A llevar mi vida hacia un lugar. No que la vida me lleve. Para eso es muy importante saber dónde estás parado. Tengas quince años o tengas catorce años. O sea tú no te puedes meter al colegio, estudiar, salir, meterte a la carrera más obvia, trabajar en lo más obvio. Yo creo que constantemente uno se somete a un proceso de reflexión y dice ya, voy yendo para allá: esto quiero. Y obviamente en el mundo en el que estamos no se presentan infinitas posibilidades. Está súper condicionado. Por ejemplo, qué posibilidades tiene un cabro que estudió en un colegio municipal de La Pintana de estudiar en la Universidad de Chile. Por eso, como yo quiero eso y tengo muchas más condiciones para desarrollarlo, tengo que tratar de que todos puedan hacerlo.

María Jesús se mueve entre los polos de la esperanza -espera, dice- y la rabia:

Esperanza, cuando se le pregunta:

-¿La movilización fue una batalla perdida? Porque en una entrevista que diste para el Clínic en ese tiempo dijiste que esperabas que no existieran universidades privadas cuando te tocara entrar.

-Todo lo contrario. Fue muy visionario. Muy visionario. Todavía espero que no existan. Hace treinta años no existían. ¿Por qué no pueden dejar de existir en treinta más?

Y rabia, cuando contesta:

-Las demandas del 2006 están fuera de contexto hoy día. No hay educación pública que defender. Ahora Chile es un paraíso para los empresarios. Porque el modelo neoliberal se consolidó con Bachelet. Además, con Bachelet hubo más estudiantes detenidos que para la dictadura militar.

El Yoga y Lavín

-Si el movimiento no es algo frustrado, ¿qué bases dejó para poder trabajar en el futuro?

-Bueno, de partida el debate de la educación es transversal en las campañas presidenciales, es transversal en el día a día de la prensa. Hace diez años atrás nadie sabía quién era el ministro de educación. Ahora es un presidenciable con casi el cincuenta por ciento. No es una cartera menor. No es un cargo político poco importante.

-¿Y qué piensas de Lavín?

-Lavin no ha impulsado nada. No ha impulsado ni un proyecto de ley que no haya sido redactado por Bachelet.

-Yo pensaba que iba a durar menos Lavín…

-Ahí está po. Dura porque no es nada muy distinto.

-Igual Becas Chile es mucho peor ahora.

-Claro. Mi novio trabaja en el Fondecyt y sé que ahora necesitas ser aceptado en una universidad extranjera antes de postular. Para eso hay que tener plata.

-Dijiste algo de tu vida privada

María Jesús sonríe como puede hacerlo una chica ruda, hace como que no pasó nada y sigue con lo que le importa:

-No puede ser que para estudiar tengas que pagar seis mil dólares al año.

-¿Por qué hablas en dólares?

-Ja. Siempre hablo en dólares. Porque es más universal. Porque cuando me preguntan de afuera sobre la movilización hablo así.

-¿Quién te pregunta?

-Más de 300 estudiantes de afuera han hecho su tesis de doctorado sobre el movimiento del 2006.

El Mercurio

De María Jesús pueden entreverse pocas cosas: responde preguntas a los estudiantes de afuera, le gusta tomar té, le gusta hacer yoga y no se ve con los otros voceros pinguinos

-Es que nunca fuimos amigos. Pero muchos de los otros que estuvieron en la movilización sí son. Es una generación muy honesta

-¿Por qué?

-No tienen que ver con nada. Ni con la dictadura ni con la Concertación.

Y así, sin tener que ver con nada, María Jesús cree que el movimiento de 2006 se armó de manera invisible, sin que nadie se esperara que fuera tan tremendo. Ni siquiera ella, que tampoco pensó que esa invisibilidad sería triunfo. Que esa invisibilidad trajera el arma de la sorpresa.

-Los procesos de organización social son así. No salen en El Mercurio.

¿Pero los paros siguen siendo efectivos? Por ejemplo los universitarios en general no son tan efectivos como el de ustedes…

-Es complicado. Pero la movilización te permite que se haga todo mucho más concreto. Hace mucho más concreto los por qué y los cómo. Y depende de la astucia de la movilización. Siempre hay que enfrentarse al cerco comunicacional. El éxito de la movilización se ve en la trascendencia de las ideas. En ese sentido la del 2006 ha sido una de las más exitosas de la historia. Y de hecho en los movimientos secundarios se gesta la movilización universitaria.

De María Jesús se pueden saber pocas cosas: juega ajedrez de memoria, se despierta a las seis y media de la mañana, lo primero que hace en el día es leer El Mercurio, con la intención de quien quiere conocer a su enemigo, y la televisión holandesa está haciendo un documental sobre ella.

-Es sobre una chica afgana, un monje tibetano y sobre mí.

-¿Cuál es el punto en común?

-Todos han hecho cosas que han implicado valentía. Por ejemplo, la mujer tenía que hacer un atentado suicida. Y no quiso ser suicida. Ahora está en la cárcel y tiene quince años. Y si no está en la cárcel la matan.

María Jesús cuenta:

-El director me dijo que había que ser muy valiente para tener la edad que yo tenía y hacer lo que hice.

Y, como si fuera una advertencia:

-Él me buscó mucho tiempo. Y no me preguntó nada personal.

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