Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

9 de Febrero de 2012

El falso vínculo entre marchas y delincuencia

El gobierno y diversos sectores conservadores han sostenido el argumento que acusa a las marchas de tener algún grado de vinculación con el aumento de la delincuencia que se registró en 2011. Tal parece ser que, tras este argumento, los teóricos pretenden vincular las marchas con el desorden y éste, a su vez, con el […]

Alberto Mayol
Alberto Mayol
Por

El gobierno y diversos sectores conservadores han sostenido el argumento que acusa a las marchas de tener algún grado de vinculación con el aumento de la delincuencia que se registró en 2011. Tal parece ser que, tras este argumento, los teóricos pretenden vincular las marchas con el desorden y éste, a su vez, con el traspaso de las fronteras de la ley, es decir, vinculándolas directamente con la comisión de delitos. Esta tesis se apoya en los datos entregados por el Ministerio Público que señalan un incremento de alrededor de un 10% de delitos respecto a 2010, aunque para ser precisos lo que los fiscales nos aportan son las denuncias. Sin embargo, haciendo un ejercicio sencillo podemos apreciar que el argumento es completamente falso. Si observamos los datos de denuncias del Ministerio Público en una serie de años, veremos que hay un aumento sostenido de denuncias y que son varios los años donde el aumento es proporcionalmente superior a 2011. Más aún, el único año donde hay una reducción de las denuncias es 2010 y ello es fácilmente imputable al terremoto, que plantea un escenario de amenaza que despierta sentimientos espasmódicos de solidaridad asociados a evitar agresiones y desviaciones, ya que luego de un terremoto la ciudadanía desea encarecidamente volver al orden y en esa búsqueda es natural que haya menor probabilidad de delinquir. Por eso, una consecuencia de los terremotos, junto con el aumento de la desigualdad y el aumento en la natalidad, es también la reducción de infracciones a la ley.

En definitiva, el gobierno ha intentado imputar el aumento de la delincuencia, en primer lugar, a los fiscales del sistema procesal chileno, en un debate que llegó a aparecer incluso en los cantos de Hinzpeter y que no tenía otro sentido que traspasar los costos de haber incumplido una promesa de campaña relevante para el Presidente Piñera. Ahora se levanta la tesis que señala que la delincuencia crece por culpa de los estudiantes, argumento todavía más conveniente para el gobierno, pues señalaría que precisamente el movimiento que le destruyó su legitimidad es en realidad el culpable de uno de los principales males de la sociedad. La operación parece tener cierta inteligencia, pero en realidad es absurda. Lo concreto es que el 2011 es un año normal en estadísticas de denuncias y delincuencia. Y esa normalidad indica que no hay relación entre marchas y delitos, por un lado; al tiempo que revela que el gobierno ha sido incapaz de reducir la comisión de delitos.

El autor es Sociólogo y académico Universidad de Chile. Colaboradores investigativos: Javiera Araya, Carla Azúcar.

Notas relacionadas