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Cultura

26 de Abril de 2012

Documental sobre Sybila Arredondo gana premio a los DDHH en el BAFICI de Argentina

“¿Por qué crees que estoy haciendo una película sobre ti?”. Cuando por fin se reencuentran, la documentalista Teresa Arredondo se detiene ante su tía para hacerle esta pregunta final (o iniciática). La respuesta es dura, certera -pero no inesperada- “Quizás porque me quieres convencer de que yo pida perdón”. Es una guerra, dice Sybila con […]

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“¿Por qué crees que estoy haciendo una película sobre ti?”. Cuando por fin se reencuentran, la documentalista Teresa Arredondo se detiene ante su tía para hacerle esta pregunta final (o iniciática). La respuesta es dura, certera -pero no inesperada- “Quizás porque me quieres convencer de que yo pida perdón”.

Es una guerra, dice Sybila con visible molestia –no le parece que se hable de Sendero Luminoso como un grupo terrorista- en las guerras hay violencia y hay muertos. Pero las guerras internas se transan como respuesta a una violencia mayor; la desigualdad, el abuso, el hambre. Así habla Sybila Arredondo a su sobrina en la película que lleva su nombre, documental -estrenado en el Festival de Touluse- que con indecible amor recorre la vida de una de las mujeres más fuertes y desconocidas de la historia latinoamericana reciente y que retoma sus primeros atisbos de libertad luego de 15 años prisionera en el Perú.

Sybila nació en Chile, pero la mayor parte de su vida y su historia transcurre cruzando la frontera. Se enamoró del escritor peruano y símbolo de la lucha indigenista José María Arguedas, y con él, de una tierra extraña que rápidamente adoptó como suya. De su madre, la escritora chilena Matilde Ladrón de Guevara, heredó la visión política y una profunda preocupación social. El resto es historia: En Perú fue acusada de participar con el Sendero Luminoso, financiar actividades subversivas y apología del terrorismo. Los hechos jamás fueron probados pero fue condenada por un tribunal sin rostro a pasar 15 años en prisión.

“Sibila”, titulada genéricamente así -con i latina- como las mujeres mitológicas que tenían el don de profetizar el futuro, acaba de ganar la competencia de derechos humanos en el Buenos Aires Festival de Cine Independiente (BAFICI). Es una película enmarcada en el documental autobiográfico, filmada desde la mirada perpleja de Teresa, la sobrina que la añoró 15 años convirtiéndola en un personaje lejano, casi mitológico, con los ojos confusos de la infancia. “Sibila” se construye entre la rigurosidad de la entrevista, el material de archivo y el testimonio de sus cercanos, y la calidez de una película familiar que no busca solo narrar un testimonio de vida, sino dar cuenta de un reencuentro en tiempo real.

Es, también, una obra de rotunda feminidad. Feminidad muy alejada de la interpretación masculina de la misma; una película hecha por y sobre mujeres, mujeres activas y no contempladas, parte de una creciente camada de chilenas tras la cámara.

La realizadora, Teresa Arredondo, ganó el Festival de Cine B 2011 con un corto sobre su abuela “Mis días con Matilde”; “Sibila”, estará en competencia en el Festival de Málaga, Documenta Madrid, MARFICI y EDOC. Se estrenará en Chile durante el 2012.

¿Cómo llegas a interesarte en la figura de Sybila, a pesar de ser un tema prácticamente prohibido en tu familia?
Bueno yo creo que justamente el tema de que estuviera tan lejos hizo que ella se convirtiera para mi en una figura, como un mito. No la conocía, escuchaba lo que decían de ella en la prensa o lo que decían en mi familia. Me fui construyendo un personaje al cual siempre quise conocer de verdad. La decisión de hacer la película tiene que ver con conocerla a ella y, de hecho, fue un poco así. Nos conocimos cuando ella sale de la prisión. El proceso de hacer la película juntas nos permitió realmente forjar una relación más profunda.

En la película te enfrentas con tu tía, le haces saber que no estás de acuerdo con algunas de sus ideas y le recuerdas el sufrimiento de tu familia. ¿Hoy la logras entender, le reprochas algo?
Que tenga ella la última palabra en el documental tiene que ver con eso. Creo que es posible, depende de lo que me toque vivir como dice ella, que la comprenda más en el futuro. Siento que al hacer el documental descubrí muchísimas cosas que antes no sabía y veo las cosas con más perspectiva. Seguimos teniendo posiciones encontradas. La discusión final que existe ahí, es una discusión que sigue, queda abierto para todos.

¿Cómo crees que van a recibir la película en Perú?
No se ha visto allá todavía pero me parece muy interesante qué es lo que puede pasar. Yo creo que puede ser más delicado, el tema es todavía muy sensible, despierta opiniones muy radicales. De hecho, un momento muy importante del documental fue cuando hablé con las compañeras de prisión de Sybila, acusadas por la misma razón. Finalmente ellas me pidieron que no lo incluyera en la película, después de salir de la cárcel todavía tienen problemas, por ejemplo, para encontrar trabajo.

Es una película muy femenina (por no decir feminista)
A mi me gusta mucho porque me parece que –aunque a los hombres también les pasa supongo en otro plano- Sybila habla y hace que te cuestiones ciertas cosas como mujer. El documental lo pensé justamente como un recorrido por las mujeres de mi familia. Además fueron las mujeres las que de algún modo estuvieron cargando el peso de lo que significó la prisión de mi tía. La que se quedó en Perú fue Carolina (hija de su relación con Jorge Teillier). Mi abuela en Chile estuvo todos esos años viviendo para liberar a su hija. Creo que me queda el aprendizaje de esa fortaleza tremenda de estas mujeres que además son, para mi, mujeres muy sabias, muy empoderadas de su rol de mujer y a la vez en su rol familiar. Si bien no me gusta la palabra responsabilidad, creo que tengo ahí algo a lo que debo dar respuesta.

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