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Mundo

25 de Junio de 2012

Paraguay va rumbo al aislamiento continental tras destitución de Lugo

De lo que quiso ser la resistencia callejera a la salida de Fernando Lugo de la presidencia del Paraguay sólo quedaban en la madrugada de este domingo unos cientos de manifestantes llegados del interior y miles de personas controlando la televisión pública, y emitiendo mediante un “micrófono abierto”. Todo lo demás está apoyado en un […]

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De lo que quiso ser la resistencia callejera a la salida de Fernando Lugo de la presidencia del Paraguay sólo quedaban en la madrugada de este domingo unos cientos de manifestantes llegados del interior y miles de personas controlando la televisión pública, y emitiendo mediante un “micrófono abierto”.

Todo lo demás está apoyado en un manto de incertidumbre, con un expresidente que ya habla de “golpe de Estado” y que niega legitimidad a su sucesor, Federico Franco, al que con el correr de las horas le sigue costando consolidar su gobierno, desconocido por buena parte de la comunidad regional e internacional.

El aislamiento que se vislumbra para Franco tuvo este domingo su primera acción efectiva cuando el Mercosur decidió suspender los derechos de Paraguay, por lo que no podrá asistir a la cumbre que se realizará desde este viernes en la ciudad argentina de Mendoza. Sí irá, en cambio, el destituido Lugo, según anunció este domingo.

En la misma onda, el gobierno de la brasileña Dilma Rousseff le propinó un serio revés diplomático a Franco, cuando la cancillería de ese país, su principal socio comercial, calificó la destitución de “ruptura del orden democrático”, lo que le dio más bríos a Lugo.

“El gobierno brasileño condena el rito sumario de destitución del mandatario de Paraguay, en que no fue adecuadamente asegurado el amplio derecho de defensa”, dice el comunicado, para luego considerar que “el procedimiento adoptado compromete el pilar fundamental de la democracia, condición esencial para la integración regional”.

De nada valieron, hasta aquí, los esfuerzos de Franco ni los de los boliguayos (los acaudalados brasileños nacionalizados paraguayos), con sus vastas extensiones de tierras, que piden que se reconozca al nuevo gobierno.
Para la región y para Lugo, quien dice haber acatado el juicio y su desenlace “para evitar un baño de sangre”, lo que ocurrió aquí el viernes fue lo más parecido a “un golpe de Estado parlamentario”.

Argentina, Bolivia, Ecuador, Cuba y Venezuela, que suspendió el envío de gasolina al país (30 por ciento de su consumo), desconocen al nuevo presidente; mientras Brasil, Chile y Colombia llamaron, de momento, a sus embajadores a consultas (véase recuadro), a la espera de las decisiones que emanen en los senos de Mercosur y Unasur.
“También el presidente de Perú, (Ollanta) Humala, nos convocó a una cumbre de Unasur en Lima para los próximos días (posiblemente el miércoles), a la que también iremos”, les dijo Lugo a los periodistas en la puerta de su casa en el barrio Lambaré, donde esporádicamente un auto pasa y hacer sonar el claxon al grito de “viva Lugo”, como expresión de resistencia “a un gobierno ilegítimo”, como lo definió este exobispo.

Allegados al expresidente han señalado que, incluso, “se podría convocar una reunión de Unasur paralelamente con la de Mercosur, en Mendoza”.

Mientras tanto, Franco se dedicó todo el domingo a ultimar los nombres de su gabinete, que jurará hoy a primera hora en el Palacio de López.

Los principales sostenes de su gobierno serán la jerarquía católica y los productores agrícolas, que se apresuraron el sábado a reunirse con él para expresarle su apoyo. La Iglesia mantuvo un serio pulso con el exobispo Lugo por los escándalos relacionados con demandas de paternidad, mientras los productores agrícolas del país, que es el cuarto productor mundial de soya, estaban molestos por la inseguridad y la violencia en el campo y por los anuncios de reforma agraria que Lugo no pudo llevar a cabo en un país en el que su viejo dictador, Alfredo Stroessner (1954-1989), repartió las tierras (el 19 por ciento de la superficie del país) entre los más ricos, en detrimento de la población general.

Este domingo, en Asunción, parecía un domingo más, pero sin fútbol. “Nadie se va a dejar matar más por las mafias políticas”, explicó Santiago Flecha. Sin embargo, el país volvió a dejarse arrastrar por los vientos de la inestabilidad, que han movido casi toda su historia.

La economía paraguaya es muy frágil, ya que, al no tener mar, depende de los puertos de Argentina, Brasil y Uruguay para el transporte, llegada y exportación de sus productos. A esto se suman las previsibles sanciones de los organismos comerciales.

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