“Dubois fue muy activo en la protección de elementos que atentaban contra el orden y la seguridad”

¿Qué opinión le merece la carta pastoral recientemente aparecida?
-No es una carta pastoral sino una ponencia socio-económico-política que se hace eco de las proclamas voceadas en desfiles callejeros recientes y no menciona los problemas morales más graves de la sociedad actual, como son el debilitamiento de la familia fundada en el matrimonio y la consiguiente disolución de la juventud por falta de hogares bien constituidos.

¿Cree que son justos los dichos de la Iglesia en esta carta, donde habla de un modelo de desarrollo de país que está demasiado enfocado al lucro?
-Es un enfoque equivocado, porque el llamado “modelo” es una estructura institucional basada en la libertad de las personas y en ninguna parte se centra en el lucro, sino en la libre decisión, que perfectamente puede ser por opciones ajenas al lucro. A nadie se le prohíbe hacer donaciones ni trabajar gratis.

¿Comparte usted la idea de que en Chile, la competitividad ha sido más promovida que la solidaridad social?
-No, lo que uno más oye y lee son llamados a la solidaridad más que a la competitividad. Lo que sucede es que si estructuramos una sociedad más competitiva generaremos más recursos y se podrá tener más medios para practicar la solidaridad.

¿Qué le parecen las críticas de Piñera a la carta pastoral?
-No me enteré de esas críticas, pero sí de que el ministro Secretario General de Gobierno expresaba su acuerdo con la pastoral, diciendo que coincidía con el “eje de la acción de este gobierno”.

¿La muerte de Pierre Dubois señala algún cierre de etapa de la Iglesia en Chile? ¿Cuál es la diferencia entre el rol de la Iglesia en el pasado y hoy?
-El sacerdote Dubois estaba hacía muchos años retirado de toda actividad. En los años ’80 fue muy activo en la protección de elementos que atentaban contra el orden y la seguridad públicos, en un período en que la mayor parte de las muertes por violencia política corrían por cuenta de atentados del FPMR, como lo acreditó entonces un informe de la embajada norteamericana. El rol de la Iglesia en esos años llevó a situaciones graves, a raíz de investigaciones judiciales que determinaron que prestaba asilo logístico y hospitalario a autores de atentados terroristas, con ocultamiento de evidencias (fichas clínicas de atención a terroristas financiada con fondos de la Iglesia) que implicaron obstrucción a la justicia y procesamiento de abogados, que trabajaban bajo el amparo episcopal, por encubrimiento de autores del asesinato de un carabinero.

¿Qué le pareció la marcha del lunes? ¿Cree que fue una marcha masiva?
-¿Qué marcha? ¿O se refiere al entierro del padre? En ese caso, lo encontré normal para un sacerdote de izquierda muy conocido y con las banderas de la hoz y el martillo flameando.

¿Teme que vuelva la iglesia popular? ¿Aquella de los sesenta, setenta y ochenta?
-No temo que “vuelva”: es sabido que hay una antigua mayoría de prelados de inclinación de centroizquierda e izquierda y con la preponderante preocupación política. El sello de esa mayoría está en la última Pastoral. Esa misma mayoría fue decisiva en la llegada de Allende al poder y puede volver a serlo en la de Bachelet “recargada” en 2014.