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Nacional

11 de Noviembre de 2012

Peña sobre Golborne: “¿Habrá alguien en la derecha, que tenga dos o tres dedos de frente, a quien tamaña vacuidad lo conmueva o lo interprete?”

Para llegar al ex no candidato, el columnista de El Mercurio crea la siguiente escena: “El gran problema de la derecha es que parece no tener ideas. Por supuesto no cabe duda de que las tiene, pero no parece estar muy convencida de ellas, puesto que, con rara timidez, las calla”. Y a renglón seguido citó al ex titular del MOP cuando lanzó su opción presidencial la semana pasada, luego del cambio de gabinete.“El desafío fundamental es interpretar… a la mayoría de chilenos que son independientes como yo y que quieren ver reflejado en el servicio público, una cara más humana, más amable, una cara que se preocupa de sus necesidades cotidianas”.

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El columnista de El Mercurio, Carlos Peña, el mismo que la semana pasada hizo pebre al ex ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter (hoy en Defensa), tíldándolo de no tener manejo político, volvió a la carga. Esta vez en su tradicional columna de los domingos, disparó nuevamente hacia La Moneda, pero también hacia el candidato presidencial (por fin se asumió) Laurence Golborne.

Peña criticó una vez más el protagonismo de Piñera que deja de lado las ideas colectivas y centra en sí mismo la imagen del poder, señalando que uno de sus problema es que mientras más muestra su subjetividad menos gusta. En suma, Piñericosas.

Para llegar a Golborne, Peña crea la siguiente escena: “El gran problema de la derecha es que parece no tener ideas. Por supuesto no cabe duda de que las tiene, pero no parece estar muy convencida de ellas, puesto que, con rara timidez, las calla”.

Y a renglón seguido citó al ex no candidato cuando lanzó un opción presidencial la semana pasada, luego del cambio de gabinete.

“El desafío fundamental es interpretar… a la mayoría de chilenos que son independientes como yo y que quieren ver reflejado en el servicio público, una cara más humana, más amable, una cara que se preocupa de sus necesidades cotidianas”.

Y Peña se preguntó: “¿Habrá alguien en la derecha, que tenga dos o tres dedos de frente, a quien tamaña vacuidad lo conmueva o lo interprete?”

Según Peña, es dificíl. Y concluye que Golborne arriesga a traspasar la delgada línea que separa “la sencillez de la ramplonería”.

Lea la columna completa aquí

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