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Opinión

25 de Noviembre de 2013

The Horvath Style o la legendaria práctica de darse vuelta la chaqueta

Desde la teoría chaquetista, los académicos Héctor Velis-Mesa y Jaime Campusano -ex jurado de Yingo- acordaron que para que se oficialice la voltereta de chaqueta del senador RN, deberá renunciar a su partido y apoyar al bando contrario. A continuación, discusiones históricas sobre el tan en boga concepto y casos simbólicos para comprender la política nacional.

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“Chile es un país más chaquetero que la chucha. Se ve en la política, en los centros de madres, en el barrio, en todas partes. Y darse vuelta la chaqueta es de lo más habitual en la historia de Chile. Podis opinar pestes de un jefe, decir que es un conchesumare, pero te ofrecen un poco de plata y ya, te diste vuelta la chaqueta”. La sentencia del profe Jaime Campusano no deja lugar a dudas. Y nadie sería capaz de discutir al consultor gramatical más reputado del país. Chaqueta es una palabra que se puso de moda en el siglo 18, que proviene de la expresión francesa “Jacques” (Jacobo), usada por los campesinos rebeldes para nombrar sus abrigos. “Darse vuelta la chaqueta” es una expresión que se comenzó a usar en el siglo 16 en medio de la guerra santa, en la que tanto romanos como luteranos se daban vuelta el abrigo -pintado con los colores rivales al reverso- para no ser capturados y asesinados. Como la palabra “chaqueta” todavía no existía, en esos años bélicos lo que se daban vuelta era la “casaca”.

Antonio Horvath es un senador de la Región de Aysén, elegido en 2009 como militante de Renovación Nacional. El jueves, Horvath se reunión con Michelle Bachelet; el viernes, con Evelyn Matthei. ¿Conclusión? Dijo que no llamará a votar por la candidata presidencial de la coalición que es su oposición, pero afirmó entrelineas que la socialista es su opción para llegar a La Moneda. Pregunta ¿se dio vuelta la chaqueta?

La teoría chaquetista llegó a un consenso al respecto. Por una parte, Héctor Velis-Meza, profesor de redacción y dios de los refranes, señala que “técnicamente Horvath no se ha dado vuelta la chaqueta. Porque darse vuelta la chaqueta es pasarse al bando contrario. En el minuto en que abandone Renovación Nacional, o que llame a votar por Michelle Bachelet, sí se daría vuelta la chaqueta”.

La teoría sigue así: “lo que ocurre es que en el caso de los parlamentarios la ley dice que votan en conciencia, no están supeditados a las órdenes de partido. Además, esto es algo personal, no es una discusión en el congreso. Por otro lado, Horvath ya apoyó a Parisi en la primera vuelta. En RN, en tanto, no lo quieren expulsar porque sería dar en bandeja un senador a la Nueva Mayoría, que es algo bastante sensible hoy. Hay un tema político más complejo; él es un hombre que ha sido bastante transparente. Pero insisto, si él renuncia a su militancia y pasa a formar parte del bando contrario, recién ahí será una vuelta de chaqueta”.

La escuela campusanista, por su parte, refuerza la tesis señalando que “en Chile siempre se ha usado el concepto, pero yo defiendo a Horvath. No creo que él se esté dando vuelta la chaqueta. Son opciones. Yo no creo en la política pura, tampoco en los arreglines, pero son muchos pasos que se tienen que dar. La gente lo ve como que esto fuera algo sucio, pero buuuu, no. Es como la familia po amigo”.

Matta, González Videla y Colorín Zaldívar

Si bien no hay bibliografía al respecto, los casos de vueltas de chaquetas en la historia de Chile son incontables. “En el siglo 19, Pedro León Gallo y Manuel Antonio Matta eran dos liberales-progresistas que apoyaron a José Joaquín Pérez en el último de los tres gobiernos conservadores. Avanzado el gobierno, ellos se alejan y fundan el Partido Radical”, cuenta Velis-Meza.

“Por 1873, está el caso de Federico Errázuriz Zañartu, presidente que subió al poder con apoyo conservador, pero que cuando se produjeron las luchas teológicas por el cementerio laico, registro civil, y fuero eclesiástico, se inclinó hacia los radicales y liberales”, agrega el periodista.

En el siglo 20, se dan otros casos de vuelta de chaqueta que hacen recordar a Horvath. Por ejemplo, en los 70, los DC Juan de Dios Carmona -ministro de Defensa de Frei Montalva- y William Tayer, se convierten en fervientes pinochetistas y asesores de la dictadura. Mientras Tayer fue gerente general de editorial Andrés Bello, Carmona fue asesor directo del Tata.

Discutible es el caso -desde la teoría chaquetista- del presidente Gabriel González Videla, quien fue electo en 1946 con el apoyo clave del Partido Comunista, al más puro estilo Nueva Mayoría. “El pueblo lo llama Gabriel” era la popular frase impuesta por el poeta Pablo Neruda, quien meses después fue perseguido por el gobierno que ayudó a elegir, tras la promulgación de la Ley Maldita. ¿Se dio vuelta la chaqueta el primer mandatario? Según Campusano, ex jurado de Yingo, sí. “Constituye un símbolo de las vueltas de chaqueta en el país”. De acuerdo a la filosofía Velis-Mesista, fue más bien una traición, “Porque en la traición tú haces daño al oponente. En la vuelta de chaqueta, en cambio, sólo te alejas, desacatas acuerdos y modificas tu opinión”.

Ya con menos glamour, el siglo 21 siguió ratificando nuestra tradición chaquetista con los insignes nombres de Fernando Flores y Jorge Schaulsohn. Uno fue ministro de Economía de Allende, el otro presidente del PPD en los duros años noventa en los que el rival político de la Concertación era el Ejército. Ambos formaron el hoy extinto partido Chile Primero y apoyaron a Sebastián Piñera en la presidencial de 2009.

Antes, en 2007, el colorín Adolfo Zaldívar fue expulsado de la Democracia Cristiana por votar en contra de las platas para el Transantiago. Tres años después, Piñera -siempre hábil- lo nombró embajador de Chile en Argentina. Otro ex falangista, Jaime Ravinet, asumió en el año del Bicentenario como ministro de Defensa.

Los estudiantes

Por último, Velis-Meza, despeja cualquier duda respecto a si son ciertos los comentarios de Twitter y los memes de Facebook -como el que sale aquí abajo- que acusan que “lA cAmiLa vAllEjOs tRaiCiOnó A lOs eStUdIANtES”. De acuerdo al académico, lo que tanto Vallejos como Giorgio Jackson y Karol Cariola hicieron, al apoyar a Bachelet, es dar pasos de maduración política.

“No es cierto que los dirigentes se dieron vuelta la chaqueta. Lo que hicieron es un acto de madurez política, ellos no han abandonado la chaqueta de sus principios de lucha; simplemente buscaron un camino que permite avanzar en lo que creen. Se dieron cuenta que el micro poder de la calle no consigue todo lo que se busca. Ellos cumplieron una etapa dentro de lo que persiguen: la primera es salir a la calle y la segunda es ir al Parlamento para usar la vía institucional. Lo otro era hacer la revolución, destruir todo y partir de cero. Y no creo que el país esté para eso”, cierra Velis-Meza, crack de las palabras.

Ver también: RN prevé posible renuncia de Horvath al partido tras años de diferencias con sector conservador

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