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Poder

13 de Octubre de 2014

“Choclo” Délano, el UDI denunciado por el SII al que la directiva no toca

Pese a que sobre el "Choclo", uno de los dueños de Penta y militante UDI, pesan denuncias del SII, su sobrino, Ernesto Silva, no ha realizado ninguna gestión para que su caso sea visto por el Tribunal Supremo del partido. La UDI tiende a tener esta actitud con sus empresarios cuestionados. Hace unos años, denuncias de irregularidades de alcaldes fueron a dar al TS, pero José Yuraszeck, sancionado por la Corte Suprema en el caso Chispas, nunca llegó a esta instancia.

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Carlos Alberto “Choclo” Délano no es un militante cualquiera en la UDI. “Es de los fundadores, lleva mucho tiempo”, confirma, sin entregar mayores detalles, el encargado electoral del partido, Jorge Manzano –cuya secretaria aparece involucrada en el Pentagate-, mientras que desde la oficina de prensa de la tienda sólo ratifican su vínculo de larga data, y vigente aún, con la colectividad.

Pero no es sólo el tiempo en la UDI lo que lo hace diferente: uno de los dueños del holding Penta –denunciado por el Servicio de Impuestos Internos en el caso Fraude al FUT, investigación que desembocó en la arista política de la causa- es un financista histórico del partido y es tío del actual presidente de la colectividad, Ernesto Silva Méndez. Quizás ambos antecedentes expliquen por qué, a diferencia de lo que ocurrió en el pasado con personeros como el alcalde de Colina, Mario Olavarría o el ex jefe comunal de Recoleta, Gonzalo Cornejo, hasta ahora no exista ninguna gestión, pese a lo mediático de su caso y a que se está ante antecedentes concretos, por llevar a Délano al Tribunal Supremo del partido y analizar su permanencia en la colectividad.

La inamovilidad extraña a quienes critican el manejo de crisis de Silva y atribuyen a éste “un evidente conflicto de interés” al momento de tomar decisiones respecto de una causa en la que se han visto implicados militantes destacados como Délano, el ex senador Jovino Novoa, el ex alcalde Pablo Zalaquett, el diputado Felipe de Mussy y los senadores Iván Moreira y Ena Von Baer.

Respecto de los políticos, dirigentes de la tienda precisan que no existe “nada concreto” que implique el impulsar alguna medida disciplinaria, lo que en rigor es efectivo: hasta ahora se está sólo ante una indagatoria por parte de la Fiscalía de Alta Complejidad. Pero sobre Délano sí pesa una denuncia, pese a lo cual tampoco se ha tomado ninguna resolución.

Consultados sobre el tema, distintas fuentes de la directiva argumentaron que “las personas son inocentes hasta probar lo contrario y se está ante un proceso que recién comienza”.

Otros dirigentes consultados, sin embargo, arguyeron que “Délano debería tener el mismo trato que los otros militantes y la misma directiva debería llevar su caso ante el TS por último para que este organismo esté formalmente al tanto de lo que está pasando”.

LA CRISIS Y “LOS CABROS”
El gremialismo hoy está dividido entre quienes consideran que “a los cabros” –como denominan los históricos a Ernesto Silva y su segundo a bordo, Javier Macaya-, les ha tocado demasiado duro y están “poniendo el hombro lo mejor que pueden”. Y quienes consideran que a Silva se le ha notado demasiado la inexperiencia, que no cuenta con una estrategia clara y que sólo ha jugado a dar “malas explicaciones”.

Fue lo que ocurrió anoche, por ejemplo, en Tolerancia Cero, donde Silva intentó poner el foco de la discusión en las filtraciones, de hecho mencionó nuevas acciones ante la Fiscalía Nacional, mientras que el panel retrucó que lo relevante era la denuncia del SII.

Las críticas a la conducción vienen desde hace dos semanas, sin embargo, explican quienes cuestionan el proceder de la dirigencia, lo que se está haciendo ahora es “tratar de evitar que Silva quede expuesto, aunque muchos de nosotros le dijimos que su tarea iba a ser difícil dado su historia, pero estábamos pensando en la Universidad del Desarrollo, no en algo como esto”.

Entre quienes creen que Silva debería dar una señal de independencia destacan que cuando Cornejo, por ejemplo, recibió un informe contrario a su gestión por parte de la Contraloría, fue pasado al TS; y que en el caso de Olavarría, él mismo presentó su caso aún cuando la investigación por irregularidades en su municipio estaba desformalizada.

“Y en el caso de Délano, si se habla de fraude al SII, también se está hablando de un caso que atañe a los recursos fiscales, que fue por lo que se analizó la causa de los alcaldes en el TS” recalca un integrante de la Comisión Política.

En cualquier caso, el gremialismo no es precisamente un partido que sancione a sus militantes, aún en caso de delitos sancionados. En el año 2005, cuando el empresario José Yuraszeck, fue condenado a una millonaria multa por el bullado “caso Chispas” -donde perjudicó a través de negociaciones reñidas con la ética a accionistas minoritarios- sólo suspendió su participación en la Comisión Política y Novoa, presidente del partido en aquella época, dijo que con eso bastaba.

Otras colectividades, como el PS, han tenido otro estándar. En el año 2004, el Gobierno de Ricardo Lagos impulsaba el royalty minero y el conocido lobista, Enrique Correa, se oponía. El pleno del partido decidió, de forma unánime, llevar a los militantes disidentes al TS. Correa, ante esto, renunció a la colectividad.

¿VERANITO?
Esta noche la UDI a las 20 horas tiene convocados a sus militantes en el Restaurant Parrilladas Argentinas de la Comuna de Estación Central para celebrar los 31 años del partido. La ocasión no es precisamente festiva, pero en la tienda dicen que Silva está decidido a entregar un mensaje de “unidad y fuerza” en la ocasión, lo que ha desatado cuestionamientos internos de si es o no oportuno aparecer en una fiesta en medio de las críticas al financiamiento de parlamentarios de la tienda y cuando una de las defensas de Silva ha sido acusar abuso de poder por parte del fiscal Carlos Gajardo.

Pero más allá de la anécdota, fuentes de la colectividad apuntan a que Silva se está jugando en esta crisis la legitimidad del relevo generacional con el que llegó al poder. “Muchos creíamos que era mejor que su cargo lo tuviera Víctor Pérez por un tema de experiencia, y hasta ahora parece que no nos equivocábamos”, sentencia un dirigente del partido.

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