Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Mundo

17 de Diciembre de 2014

Mujica señaló que Uruguay puso su “granito de arena” en el acuerdo entre EE.UU. y Cuba

Uruguay puso "su humilde granito de arena" en el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, dijo hoy el presidente uruguayo José Mujica, quien afirmó haber recibido en esta jornada la llamada de un "amigo norteamericano" para agradecérselo.

Por

mujica efe

Uruguay puso “su humilde granito de arena” en el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, dijo hoy el presidente uruguayo José Mujica, quien afirmó haber recibido en esta jornada la llamada de un “amigo norteamericano” para agradecérselo.

Sin especificar quién se ha puesto en contacto con él, Mujica comparó la envergadura histórica del acercamiento entre su homólogo estadounidense, Barack Obama y el cubano, Raúl Castro, con la caída del Muro de Berlín, pero en Latinoamérica.

“Cayó el bloqueo. Es un paso positivo. En todo esto el Uruguay puso su humilde granito de arena, no más, tratando de ayudar a una política que trataba de descongelarse”, expresó el mandatario en una improvisada conferencia de prensa en un aeródromo a su llegada a Montevideo desde Argentina, donde participó hoy en la cumbre semestral del Mercado Común del Sur (Mercosur).

El mandatario uruguayo se refiere a las reiteradas ocasiones en las que pidió a Obama la excarcelación de los tres espías cubanos liberados hoy por EE.UU. y a la ayuda que le prestó al colaborar con su programa de cierre del penal de Guantánamo.

Mujica mostró su disposición a finales de marzo de acoger como refugiados en Uruguay a seis presos de esa cárcel, situada en territorio cubano y creada por el presidente George W. Bush en 2002 para mantener fuera de las protecciones legales que rigen en los tribunales federales estadounidenses a los sospechosos de pertenecer a Al Qaeda.

Así, en una carta pública dirigida al pueblo uruguayo y a Obama, el gobernante expresó el pasado 5 de diciembre sus razones “humanitarias” para recibir en el país a los reclusos, que llegaron dos días después a Montevideo tras sufrir a su juicio un “atroz secuestro” en el penal.

Además de reclamar “el levantamiento del injusto e injustificable embargo a nuestra hermana República de Cuba”, el veterano político pidió a Washington en esa carta la “liberación” de los agentes cubanos Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, y de Oscar López Rivera, un independentista puertorriqueño preso desde hace más de treinta años.

Tras más de cinco décadas de enemistad política, Estados Unidos y Cuba han dado hoy el primer paso para la normalización de sus relaciones con el intercambio de cuatro presos por espionaje -entre ellos los tres agentes cubanos- y la liberación del estadounidense Alan Gross.

“Nosotros pensamos así y no vamos a caer en la cosa de que EE.UU. obedeció a nuestro ruego. Tenemos claro sentido de nuestras proporciones. Uruguay arrimó su granito de arena en un problema que es complejo”, añadió hoy el Presidente en su exposición ante los medios.

Al respecto, señaló no tener “la postulancia”, de que con la “egregia” participación del Uruguay se resolvió positivamente el problema entre ambos países. “Pero nosotros no eludimos en ninguna parte lo que pensamos”, agregó.

Además, Mujica confesó que en sus últimos encuentros con Castro, a quien consultó su decisión de acoger a los ex reclusos en Uruguay, “sabía que había un ruido de acercamiento” con EE.UU. pero que “no era fácil” por ninguno “de los dos lados”.

“Supongo que hace tiempo que se estaba negociando”, afirmó Mujica, tras recalcar las dificultades que Obama tuvo para tomar la decisión hecha pública hoy. “Tuvieron que pasar las elecciones y los resultados. Hay una resistencia grande dentro de determinados intereses de EE.UU y bueno, llegó la hora”, opinó.

“Me parece que es bueno que se normalicen las relaciones y se disminuyan los focos de tensión. Ahora el problema más grave es el narcotráfico en Centroamérica”, dijo el mandatario, para quien el acercamiento entre EE.UU. y Cuba supone una nueva etapa de relación en el Caribe con la que no se terminan todos los problemas.

Con respecto a ese “granito de arena” de Uruguay en la decisión de ambos países de comenzar una nueva etapa, el presidente uruguayo reconoció haber recibido hoy una llamada desde EE.UU.

“Hemos tenido el grato aprecio de alguna llamada telefónica de alguien, un amigo norteamericano, reconociendo y sabiendo que el Papa y algún otro Gobierno ha tenido bastante que ver en un proceso que ha sido bastante largo y había que ayudar en construir confianza en que lo que se acordaba se cumplía”, espetó Mujica.

Con la idea de ser “siempre fieles a un principio”, que es el que “se pueda ayudar a contribuir a disminuir las tensiones y a ser posible a eliminarlas”, el veterano político apostó a que esa postura, la de Uruguay, pueda darse indistintamente en Armenia, Palestina o naturalmente en “nuestra América Latina”.

Notas relacionadas