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Opinión

13 de Febrero de 2015

Vladimir Luxuria, ex diputada transgénero italiana: “Un gay podría ser Papa”

Fue la primera diputada transexual de Europa y la segunda del mundo. Su problemática elección en 2006 le costó insultos, que le tiraran verduras y la controversial frase “Mejor ser facho que maricón”, de Alessandra Mussolini, nieta de Benito. Pasó de ser un joven sacristán confundido a un transgénero que abandonó la Iglesia, pero que hoy, después de 35 años sin pisar un templo, vuelve a mirar con devoción a Dios, a la Virgen y a un Papa que hace pocos días negó el matrimonio homosexual, una de las causas icónicas de su periodo como diputada. A continuación, su sorprendente regreso al catolicismo.

Simón Espinosa
Simón Espinosa
Por

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¿Qué relación tienes con la Iglesia?
Desde que era un niño pequeño, tenía un sentido muy espiritual. Iba a las iglesias, aprendí la Biblia y la comentaba con otros niños. Y luego me transformé en un sacristán. Como a los 16 años me di cuenta que algo estaba pasando, tenía un alma femenina que empujaba por salir. Le pedí al sacerdote de la Iglesia una reunión para conversarlo, le conté que existía esta parte en mí, que quería vestirme, hablar y actuar como una mujer. El sacerdote entró en shock, me dijo que si quería ser aceptada en la Iglesia tenía que rechazar eso que me pasaba. Las ganas de seguir siendo parte de esa comunidad eran tan fuertes que reprimí mi sexualidad, pero después de algunos meses entendí que era parte de mi naturaleza; me sentía miserable y rabiosa. Comprendí entonces que si seguía escondiéndome, me iba a transformar en una mala persona, en una anticristiana. Con mucha pena, decidí abandonar la Iglesia.

¿Rompiste todos tus vínculos con la Iglesia y la comunidad católica?
Sí, era lo más honesto. No quería mentirles, no quería ser de día sacristán y de noche vestirme con ropa de mujer, era una decisión de 24 horas. Ni siquiera podía esconderme, si eres gay te puedes esconder, pero no si eres un transgénero. Así que dejé la Iglesia y vino un periodo muy oscuro de mi vida. Siempre tuve una necesidad espiritual y religiosa, pero ahora la puerta estaba cerrada. Así que me aislé, fue muy triste.

¿Qué pasó después?
Comencé a investigar sobre el budismo, tenía la necesidad de rezar, de estar en contacto con Dios. Así que por un largo periodo de tiempo me dediqué a eso.

Pero hace poco te convertiste nuevamente al catolicismo. ¿Por qué volver al lugar del que te expulsaron?
Conocí a un importante sacerdote italiano, Don Andrea Gallo, que en su iglesia tenía una comunidad en la que acepta a todo el mundo: gays, drogadictos y gente como yo. Él dice que la transexualidad es un regalo de Dios, me dijo que nunca debería haber dejado la Iglesia, que Dios no hace diferencias y que soy una hija de Dios, igual que el resto del mundo. Cuando murió fui a su funeral, ahí estaba el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Angelo Bagnasco. Habían otros transexuales en la misa y me instaron a que comulgara y acepté. Después de todos estos años sin comulgar, me acerqué a Bagnasco que tenía la hostia, el me la entregó y fue increíble, mi cuerpo comenzó a temblar. Otro hecho importante es que conocí a la Virgen María, patrona de los transexuales en Italia. Hay una celebración para ella llamada Mamma Schiavona, se realiza los 2 de febrero en Montevergine. Toda la comunidad transexual católica va a rezar y pedir protección, yo también me he transformado en una devota de la Virgen. Todo esto me llevó de vuelta al catolicismo, aunque ha sido una lucha interna complicada, los altos mandos de la Iglesia no creen que los transexuales debamos pertenecer a la comunidad.

¿Qué opinas de la inclusión de homosexuales y transexuales en cargos eclesiásticos?
La posición oficial del Vaticano es que puedes ser gay mientras no lo practiques sexualmente. En ese sentido un homosexual podría llegar a ser Papa, lo importante es que no practique. En el caso de los transexuales es más difícil, incluso si no practicaran activamente su sexualidad, el hecho de que hayan modificado su aspecto y actitud, es muy difícil que los acepten en la Iglesia. La única manera en que un transexual se pudiese convertir en monja es operándose y no diciéndole a nadie.

El Papa Francisco dijo recientemente que la Iglesia está en contra del matrimonio homosexual. ¿Qué opinas al respecto?
Solo ha cambiado la forma, no la sustancia. La Iglesia siempre ha estado en contra del matrimonio homosexual. Pero esto no debiese ser un problema religioso, para la Iglesia el divorcio es un pecado y, sin embargo, en materia de derechos civiles, se ha legislado sobre el divorcio, hay una ley que lo permite y lo regula. Hay elementos que pertenecen a la Iglesia y otros al Parlamento.

El matrimonio homosexual no es legal en Italia. ¿Qué se necesita, en materia parlamentaria, para conseguir que sí lo sea?
Italia es uno de los pocos países de Europa que no tiene una regulación al respecto de este tema. No se ha tratado el tema de matrimonio homosexual, de unión civil y ni siquiera una ley sobre homofobia que proteja a los gays y transexuales de abusos. Lamentablemente tenemos una clase política muy cobarde. Hasta ahora han hecho promesas que nunca se mantuvieron. Nuestro Premier, Matteo Renzi, dijo que iba a legislar sobre la Unión Civil, pero han pasado los meses y nada. El número de homosexuales que viven juntos va en incremento, pero a la fecha, no tenemos ninguna ley en Italia sobre derechos civiles de los homosexuales.

Legalmente eres un hombre ¿Cuál es el proceso legal para el cambio de género en Italia?
Tenemos una ley promulgada en 1982, que da la oportunidad a las personas transgénero que quieren cambiar sus genitales, de operarse en hospitales públicos. Después de la operación pueden cambiar su nombre y género legalmente. Yo cambié mi aspecto, pero no quiero operarme los genitales. Por esta razón no puedo ser, legalmente, una mujer.

¿Por qué no quieres cambiar tus genitales?
No todos los trangéneros son iguales. Algunos quieren hacerse la cirugía y otros, como yo, preferimos la coexistencia de lo masculino y lo femenino.

¿El Estado paga por esa operación?
Sí, en teoría. Pero hay muy pocos hospitales públicos que realizan la cirugía. Muchos trangénero no quieren esperar años para les den una hora al doctor, entonces viajan afuera del país, principalmente a Tailandia, y allá ellos pagan su operación.

Dificultades de la vida política

Ha habido un remezón político después del atentado terrorista en Charlie Hebdo. ¿Crees que la extrema derecha europea va a reaccionar con fuerza? ¿Cómo afectaría a la comunidad homosexual y transexual?
No creo que eso ocurra, quiero mantenerme optimista. Después del ataque en Francia, Marine Le Pen -Presidenta del Frente Nacional, extrema derecha- pidió que se hiciera un referéndum sobre la pena de muerte. Pero François Hollande ha subido el 20% en aprobación, el pueblo francés apreció la manera en que manejó la tragedia. Quizás instantes después de la tragedia se puede haber generado una reacción extremista de la derecha. Pero más tarde, con la cabeza más fría, la gente se dio cuenta que no era la solución. Estoy segura que la Comunidad Europea entiende que necesitamos calma en vez de gritos.

¿Con qué obstáculos te topaste para convertirte en diputada?
Cuando se hizo pública mi candidatura, fue un escándalo. Pero luego de las elecciones, me sentí muy respetada por mis pares, trabajé duro y se notó.

Pero tuviste problemas de índole rutinaria, como por ejemplo cuando se solicitó que no te dejaran usar el baño de mujeres del Parlamento.
Fue una estupidez. Yo, por supuesto, usaba los baños para mujeres, porque si usaba los de hombres además podría considerarse una provocación. Pero aparte de eso no hubo ningún tipo de discriminación.

En materia parlamentaria ¿Qué cambios se necesitan para lograr una inclusión total y efectiva de la comunidad homosexual y transexual?
El hecho que hayamos nacido en este mundo como seres humanos, nos da el derecho de sentirnos iguales. No debería jamás existir ningún filtro de catalogación para raza, procedencia u orientación sexual. Los cambios que deben hacerse son muchos y muy específicos, pero lo que realmente importa en política es la disposición, el respeto y el coraje, valores muy escasos entre los políticos.

¿Planeas volver al parlamento? ¿Crees que el partido “Arcoíris de Izquierda” te apoyaría nuevamente?
No lo sé, hay que dejar el paso abierto para nuevas generaciones. Creo que mi presencia sigue siendo fuerte en el mundo de la política. Tendría que verlo, si existiese una propuesta seria del partido lo consideraría.

Silvio Berlusconi te hizo la vida difícil mientras eras diputada ¿Qué relación tienes con él?
Me invitó a una reunión a la que voy a ir pronto, dijo que quería saber más sobre Derechos Civiles. Creo que merece una oportunidad, a pesar de ser mi enemigo, de haberme faltado el respeto e insultarme públicamente. Pero si quiere entender mi punto de vista, entonces mi deber es entrar por la puerta que él ha abierto.

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