Esposa de Wagner: “Pablo está cumpliendo una injusta y desproporcionada medida cautelar”

La esposa de Pablo Wagner, Irene De la Cerda, por primera vez se refirió a la situación por la que atraviesa su marido, ex subsecretario de Minería en prisión preventiva por los eventuales delitos de cohecho y lavado de activos, en el marco del Caso Penta.

En carta al director de La Tercera, la mujer se quejó por cierta información entregada por ese medio. “El lunes su diario publica hechos muy ajenos a la realidad. Señala que fui a visitar a mi marido junto a nuestros cinco hijos al anexo penitenciario Capitán Yáber. No se imagina la felicidad que nos hubiera causado si eso hubiese sido verdad”, señala en la pulbicación.

“Pablo está cumpliendo una injusta y desproporcionada medida cautelar a raíz del caso Penta y no ha podido ver a sus hijos. La razón: el acoso de la prensa que está apostada en la puerta de acceso al recinto, que se tira como leones sobre una presa”, apunta la mujer, comentando que tras enrolarse para poder visitarlo “nos ‘descubrieron’ en la fila, se agolparon sobre ellos para fotografiarlos y filmarlos”.

“Soy periodista y sé que jamás se puede publicar fotografías o imágenes de menores de edad sin la autorización de sus padres; sin embargo, en nuestro caso no fue así. Aparecieron en varios medios y ni siquiera tuvieron la ‘deferencia’ de distorsionarles la cara tal como lo hacen con delincuentes menores de edad”, añade De la Cerda.

En esa linea, se queja de que sus hijos “son los únicos niños de Chile que no pueden ver a su padre que está en prisión preventiva debido al acoso de la prensa”, añadiendo que “como adulta me cuesta enfrentar a los periodistas que se me vienen encima cada vez que voy a ver a mi marido. Para los niños claramente sería una situación muy desagradable, y como madre debo cuidarles su integridad y no puedo exponerlos a eso”.

“El ministro Juan Escobar Zepeda, que conoció las apelaciones sobre las medidas cautelares, señaló que para él los valores más importantes son la vida y la libertad. Concuerdo plenamente con él, pero mis hijos hoy no tienen la libertad de ver a su padre y Pablo no tiene la libertad de ver a sus hijos, que lo único que quieren es ir a abrazarlo, darle un beso y transmitirle mucha fuerza en estos momentos tan duros que está viviendo él y todos nosotros. Como periodista y madre me pregunto: ¿hasta cuándo debemos esperar que los medios dejen de lado el morbo y comiencen a informar la verdad?”, concluye.