Osvaldo Andrade y el bochorno de Rajevic: “Todo fue bien nefasto”

“Todo fue bien nefasto”, así resume el ex presidente del partido socialista, Osvaldo Andrade, la fallida ratificación de Enrique Rajevic como Contralor y asume que hubo culpas compartidas en el oficialismo. La de los senadores al manifestar sus discrepancias con el nombre y las del Ministro del Interior, Jorge Burgos, quien dio una señal de debilidad al poner en duda su continuidad en el cargo.

Entrevista con La Tercera, Andrade profundizó en las lecciones que dejó el bochornoso episodio en el Cámara Alta: “No hay ninguna duda de que fue un traspié. Hay un candidato propuesto por el gobierno que no es respaldado en el Senado y hay que reconocer eso. Creo que se advertía que no iba a ser respaldado, porque desde el inicio surgieron voces críticas respecto de su nominación y, más de fondo, hubo desde la derecha un intento de construir un entendimiento que involucrara al contralor y al fiscal nacional, sobre la base de una negociación”, criticó el diputado.

El requisito de una negociación que amarraba ambos nombramientos provino desde la derecha, dice Andadre, y que “cuando quedó en evidencia por parte del gobierno que tal entendimiento no era factible, de inmediato los votos de la derecha no estuvieron para aprobar a Rajevic”.

Esta exigencia se produjo, sostiene Andrade, por el debilitamiento que mostró la Nueva Mayoría: “Hubo opiniones desafortunadas de algunos senadores que pusieron el acento en las dificultades que les provocaba la nominación y una excesiva personalización de parte del ministro Burgos, en el sentido que él se estaba jugando incluso su cargo. Creo que esas dos exageraciones constituyeron errores que facilitaron la imagen, en la derecha, que era posible intentar construir esta idea de paquete.

Sobre el rol que jugó el Ministro Burgos, el diputado argumentó que deslizar que en la nominación se jugaba el pellejo fue una exageración. “Me preocupó porque es una señal de debilidad. Y las señales de debilidad, por último, en la coalición uno las conversa, pero la derecha las aprovecha. Fue un dulce que le regalamos a la oposición gratuitamente”.

Luego de muchas dificultades internas, Burgos logró alinear a la Nueva Mayoría para que votara en bloque, pero no fue suficiente. Por eso, Andrade ya cree ques es hora de cerrar la página. “No quiero ser frívolo, pero las cosas ya sucedieron y hay que cerrar la página. Porque, además, tenemos un problema pendiente que es que no tenemos todavía contralor. Ya habrá tiempo para análisis y opinión. Hoy, hay que nominar un nuevo candidato y asegurar que la Nueva Mayoría lo va a respaldar desde el inicio, de tal manera de interpelar a la derecha para que decida si va a seguir con una política obstruccionista o va a pretender sacar otro tipo de dividendos de este tipo de nominaciones”, sostuvo.

Andrade agregó que el Comité Político ha ido de menos a más, aunque sugirió que Burgos debe ejercer su liderazgo. “Cada uno de los ministros del comité político ha hecho un esfuerzo bien sustantivo para mejorar la relación entre la coalición con el gobierno. Sin embargo, no siempre se ve un grupo homogéneo del comité político y a lo mejor habría que tener un cierto cuidado en ese sentido. De pronto se ve cada uno en lo suyo y tal vez sería bueno que se visualizara más un equipo, y en eso el primus inter pares tiene que tener un rol. Burgos tiene que asumir que lidera un equipo y sería bueno que eso se evidenciara”.

En cuanto a la ratificación del Fiscal Nacional, Jorge Abbott, y la decisión de Bachelet de no escuchar a los senadores, que deseaban que el nominado fuera José Morales, Andrade sostuvo que se puso a la Mandataria en una situación difícil. “¿En qué posición queda la Presidenta cuando lo que habría que haber escuchado era una mayoría configurada producto de cabildeo? Eso era intolerable. Así que esta vez es sin llorar”.

“Yo creo que la propuesta de la Presidenta es una muy buena propuesta y sería extraño que algún senador de la Nueva Mayoría no esté por respaldarla. Más aún cuando hay voces en la derecha que lo están respaldando. La Presidenta hoy día da una lección de su autonomía, de que ella efectivamente no es de las que se dejan pautear. A propósito de los cinco nombres, empezó el cabildeo y algunos señores candidatos pensaron que si lograban tener consensos o mayorías en el Senado, eso iba a ser suficiente para presionar a La Moneda para que su nombre fuera el designado, y quedó demostrado que no es así”, concluyó el diputado.