Mauricio Valero y el negocio de Caval en Machalí: “Los números son rojos, tenemos sólo pérdidas”

Mauricio Valero, el socio de Natalia Compagnon en la empresa Caval ha estado bajo la lupa de la fiscalía por bastante tiempo, tanto así que Carabineros ha intervenido su celular y hoy aparece como uno de los integrantes de una extensa lista de querellados por el SII debido a posibles delitos tributarios en el bullado caso que todos conocemos.

Según publica el diario La Tercera, en dichas conversaciones telefónicas registradas por el 0S-9 de Carabineros figura una realizada el pasado 9 de abril del 2015 a las 21:22 horas donde el hombre en cuestión le habría escrito a Compagnon: “¿Podemos juntarnos, Nata?”. La respuesta de ella es “sí”, agregando que “estamos en una pecera, Valero, eso es lo único que te voy trasmitir”.

Pues bien, el matutino consigna además la declaración judicial de Valero en la que habla de cómo se conoció con Natalia Compagnon, a través del tío de ella, Waldo Rojas. En esa línea contó que “el 2011 fue un año de inversión , no tuve ingresos, decidí dedicarme a tres nichos, lo inmobiliario, tecnologías de innovación y el mercado de minería. Esto se lo comenté a Natalia y ella me dijo que quería que trabajáramos juntos, lo que me pareció atractivo pues ella era muy hábil para conseguir clientes”.

Sobre Gonzalo Vial, su primer cliente en la pyme Caval, el dueño del 50% de la firma detalló que “la suma global de inversión superaba los mil millones de dólares en oportunidades de negocios en los que Caval lideraría esos proyectos, tanto en ventas, en términos de comisión como en desarrollo, algunos de los cuales pudimos concretar, generando contratos con Gonzalo Vial que finalmente redundaron en un honorario para Caval por $ 1.200 millones”.

Al ser consultado por el comentado negocio de la compra y venta de los terrenos en Machalí, indicó que Juan Díaz se lo ofreció tras ser presentado por Patricio Cordero. Sobre este asunto recordó que “me planteó que era un buen negocio y que tenía expectativas de rentabilizar eso”.

Sobre el 50% de las utilidades del negocio que Díaz pidió como pago por gestionar el cambio de uso de suelo de los predios, Valero dijo que “nos pareció bastante alto, pero no había opción… una vez tomada la decisión de realizar el proyecto se realizaron varias reuniones con Cordero y Díaz. Natalia no participó mucho, pero se encargó de ver la forma de conseguir el financiamiento”.

Ya metiéndose de lleno en lo que fue el crédito por 6500 palos que el Banco de Chile, de Luksic, le otorgó a Caval para que pudiera realizar el negocio, y los 9500 millones que obtuvieron tras concretar la venta de los terrenos, Valero explicó: “Al Banco de Chile le pagamos $ 7 mil millones entre intereses, capital y préstamos colaterales que tomamos los socios; se realizó una transacción con Silca por $ 1.260 millones; se pagaron préstamos a los bancos por $ 380 millones; se imputaron $ 220 millones en impuestos y se pagaron $ 150 millones de compromisos de los socios con los bancos”.

En ese sentido advirtió que con todo eso “nos encontramos en una compleja situación financiera (…) Por todo lo anterior los números son rojos, es decir, tenemos sólo pérdidas”.

Añade a la pasada que a Díaz “le pagué una suma por un préstamo que éste le hizo a Natalia Compagnon”.

Cabe decir que en la declaración del 12 de agosto de 2015, su socia Natalia Compagnon le dijo al fiscal sobre las negociaciones entre Caval y Saydex que “eran negociaciones que llevaba adelante Mauricio de manera personal, y en las que yo no intervine nunca”.

Añadió en torno a los paños de Machalí que “yo ignoro las vinculaciones de Mauricio Valero con Juan Díaz, en reuniones en las que yo no asistí (…) El manejo financiero y económico de Caval estaba encargado a Mauricio, él era quien giraba los cheques y quien manejaba la cuenta corriente. Yo mantenía plena confianza en su gestión”.

Perjuicio fiscal

De acuerdo a una publicación que trae este miércoles el diario El Mercurio, el perjuicio fiscal provocados por Caval llega a la suma de $118.872.912.

Según indicó, en la querella interpuesta por el Servicio de Impuestos Internos y que fue declarada admisible por el Juzgado de Garantía de Rancagua se habla de incorporar en contabilidad las presuntas facturas falsas desde Inversiones Lo Beltrán Limitada de Patricio Cordero y su señora Paulina Besserer.

El órgano fiscalizador sostuvo que estos trabajos”nunca fueron prestados, con el objeto de rebajar indebidamente su base imponible”.