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Nacional

12 de Febrero de 2016

El argumento de Rolf Lüders, Chicago Boys y exministro de Pinochet, contra la gratuidad universal

"A diferencia de lo que se sucede con la educación pre-escolar y escolar, la que "genera una fuerte externalidad positiva", "que beneficia a la sociedad toda y en que, no obstante, el educado no se ve mayormente beneficiado materialmente", en el caso de la instrucción superior "los beneficios los internaliza el educado", como por ejemplo "buenas -a veces elevadas- remuneraciones de los profesionales que egresan, ya sean estos abogados, ingenieros, médicos u otros profesionales o técnicos", escribe.

Por

Rolf Luders Drogas

A través de una columna en el diario La Tercera, el economista Rolf Lüders, exministro de Pinochet y emblema de los Chicago Boys, argumenta por qué es injusta la gratuidad universal en la educación superior.

El académico inicia su exposición explicando que a diferencia de lo que se sucede con la educación pre-escolar y escolar, la que “genera una fuerte externalidad positiva”, “que beneficia a la sociedad toda y en que, no obstante, el educado no se ve mayormente beneficiado materialmente”, en el caso de la instrucción superior “los beneficios los internaliza el educado”, como por ejemplo “buenas -a veces elevadas- remuneraciones de los profesionales que egresan, ya sean estos abogados, ingenieros, médicos u otros profesionales o técnicos”.

Por eso es que, no obstante solventar con créditos razonables a aquellos alumnos meritorios que no tengan como acceder, “lo inaceptable es que tal gratuidad de la educación superior se financie-como de hecho está sucediendo en Chile- a costa de una menor cantidad y calidad de educación pre-escolar y escolar. En otras palabras, la gratuidad actual está condenando irremediablemente a una parte importante de las generaciones venideras a no poder acceder a una educación superior de calidad. Eso sí es tremendamente injusto”.

“¿Y qué del derecho a la educación superior? Con un esquema de educación pre-escolar y escolar gratuito y de calidad, tal derecho se convertirá en una realidad. Mientras tanto, no existe motivo alguno válido para implementar un esquema de gratuidad (universal) en la educación superior que, como vimos, es esencialmente injusto. Otro derecho económico-social, aún más básico, aquel a la alimentación, no se ha traducido en Chile ni en la inmensa mayoría de los países, en su oferta gratuita y mucho menos en su producción estatal. Y en aquellos pocos países en que eso se ha intentado, sus resultados han sido desastrosos”, afirma Lüders.

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