Relatos: “con el tiempo aprendí a posar, más con el resto del cuerpo que con mis ojos”

Un relato del sitio Soho, firmado simplemente como Lola, cuenta la experiencia de una mujer mientras era filmada por su pareja teniendo sexo. Para los más creativos o de mentes abiertas, no se trata de un tercero en cuestión, sino de la propia protagonista con su novio.

“Alguna vez tuve un novio que me tomaba fotos. Cientos de fotos. Fotos de mis manos, de mis ojos. Fotos de mis tetas, de mi cuca abierta y húmeda. Tomaba miles de fotos mías, como si quisiera empapelar su cuarto con trozos de mí. Pero nunca un video. Tal vez era porque no tenía una cámara de video, o porque el movimiento le parecía algo más prosaico”, inicia la narración.

Según dice,  “con el tiempo aprendí a posar, más con el resto del cuerpo que con mis ojos, pero empecé a moverlo para su lente.”

“Levantaba la pelvis para que pudiera tener una visión más clara de mis labios. Le mostraba el culo entero cuando me ponía en cuatro y, con el pelo revuelto, giraba un poco para que viera apenas un dedo metido coqueto en mi boca”, agrega.

A modo de sincera confesión, admite que “me gustaba acariciarme las tetas despacio. Humedecer los pezones un poco y pasar las puntas de mis dedos despacio para que su cámara viera la firmeza que yo sentía”.

“Luego mi novio comenzó a tomar fotos del sexo. Mientras nos comíamos, él disparaba como loco para mostrarme lo que yo no podía ver desde su perspectiva: su pene dentro de mí”.

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