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Nacional

14 de Junio de 2016

Comienza juicio en EEUU que busca de probar que exmilitar chileno disparó contra Víctor Jara

"La historia de Víctor no ha terminado, su única arma fue una guitarra", expresaron los abogados de la acusación en las declaraciones preliminares durante la primera audiencia llevada a cabo en una corte federal de Orlando, en el centro de Florida.

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El juicio en EE.UU. contra el exmilitar chileno Pedro Barrientos por la tortura y asesinato en 1973 del cantante Víctor Jara comenzó hoy con testimonios que buscan demostrar que el entonces teniente fue el que “apretó el gatillo”.

“La historia de Víctor no ha terminado, su única arma fue una guitarra”, expresaron los abogados de la acusación en las declaraciones preliminares durante la primera audiencia llevada a cabo en una corte federal de Orlando, en el centro de Florida.

Tanto Barrientos como la viuda e hijas de Jara acudieron a la cita, destinada para escoger el jurado y escuchar los primeros testimonios de ambas partes.

“Este caso busca lograr algún grado de justicia”, expresaron los abogados del Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA), un grupo a favor de los derechos humanos con sede en San Francisco, que presentó la demanda civil en 2013.

Esta organización argumenta que Barrientos fue el oficial a cargo de la tortura y asesinato extrajudicial del artista o “por lo menos” que fue el cómplice.

Jara murió a los 40 años de 44 tiros y tras ser torturado en el Estadio Chile, cinco días después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, encabezado por el general Augusto Pinochet, quien se mantuvo en el poder durante 17 años.

Dixon Osburn, director de CJA, señaló que lo ocurrido en ese polideportivo es hasta ahora un “misterio” que este juicio civil busca desvelar.

A ese estadio, custodiado entre otros por el entonces teniente Barrientos, fueron llevados muchos chilenos por las fuerzas golpistas, entre ellos Jara, que además era director de teatro y activista político.

“Este juicio demuestra que aún por más lejos que se vayan huyendo, la justicia llega, es una muestra de la importancia de la jurisdicción universal ya sea penal o civil”, explicó hoy a Efe Naomi Roht-Arriaza, profesora de leyes en la Universidad de California en Hastings.

La autora de “El Efecto Pinochet: Justicia transnacional en la era de los Derechos Humanos (2005)” señaló que una “ayuda” para esta causa serán los varios procesos abiertos en Chile sobre este hecho, cuyo “material está disponible para el jurado en EE.UU.

El juicio, a cargo del juez de Distrito Roy Dalton y que se prevé durará dos semanas y media, busca una compensación económica por los daños emocionales causados a Joan, viuda del cantante, y a sus hijas Amanda y Manuela.

Ellas y la periodistas chilena Mónica González serán parte del grupo de por lo menos una veintena de testigos en el primer juicio por la muerte del artista, en el que cantantes estadounidenses como Bruce Springsteen y Joan Baez y Bono, el vocalista de la banda irlandesa U2, han visto una fuente de inspiración.

“Los artistas tienen una especial capacidad de decir la verdad, y eso es lo que asustó al régimen de Pinochet, y por eso torturó y ejecutó a Víctor Jara”, manifestó Osburn.

Según la demanda, el exmilitar puso a Jara “un arma detrás de la cabeza” y jugó a la “ruleta rusa” con su pistola, después de haber colocado varias balas de forma aleatoria en el tambor del revolver.

Su tortura y muerte “han llegado a simbolizar el sufrimiento de todos los detenidos, torturados y asesinados en el Estadio Chile, muchos de los cuales aún no se han identificado”, señaló la CJA en un comunicado.

Barrientos, de 67 años, llegó hoy al tribunal con gafas oscuras y trató de eludir a los periodistas y fotógrafos.

Media hora después llegaron caminando la viuda y las hijas de Jara, quienes tampoco hicieron declaraciones.

El exmilitar, quien llegó a EE.UU. en 1989 y ya se hizo ciudadano estadounidense, había invocado esta condición para desestimar la demanda, al considerarla carente de “jurisdicción”.

Sin embargo, Barrientos, que reside en Deltona (Florida), comenzó hoy a ser juzgado bajo la Ley de Protección a Víctimas de la Tortura, que considera imprescriptibles los delitos de lesa humanidad.

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