Las variopintas aventuras de Sir Gary

“Hey, Arturo, venid un momento para estos lares, de esa manera saludamos a la gente, querido amigo”.

“Querido colega de juego, si me permite, me gustaría ir por el balón y vuestro rostro está en el camino”.

“Estimado, quiero aprovechar la ocasión para mandarle mis más cariñosos saludos a su señora madre”.

“Creo que su existencia ha quedado en el camino de mi zapato, perdone usted”.

“Lamentablemente este mobiliario interrumpe mi caminar a camarines. Pero no os preocupeis, lo remuevo en estos instantes”.

“Mi buen amigo, creo que su pie ha dado, por equivocación, con mi cabeza. Le ruego solucionar el inconveniente con presura y así evitar un malentendido mayor”.

“Querido amigo trasandino, me he percatado que he estado demasiado tiempo con el balón ¿Me lo permitiría usted un momento?”.

“Don Lionel, déjeme felicitarlo por el perfume que ha seleccionado para el encuentro del día de hoy ¿Lo que huelo es Paco Rabanne o Carolina Herrera?”