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Nacional

19 de Agosto de 2019

Macabro y ultra brígido: Madre e hijo se pusieron de acuerdo para matar al primogénito y enterrarlo en el desierto

Agencia UNO

En pleno verano de 2008 Evelyn Smith (77 años en ese entonces) y su hijo Juan Andrés Marambio se pusieron de acuerdo para matar al primogénito de la familia, llamado Juan Roberto "Robertito" Marambio Smith, quien desde que nació (1958) sufría una meningitis que lo convirtió en un hombre dependiente de su madre.

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Un hecho totalmente macabro y brígido dio a conocer este lunes el equipo de investigación de Radio Bío Bío.

En pleno verano de 2008 Evelyn Smith (77 años en ese entonces) y su hijo Juan Andrés Marambio se pusieron de acuerdo para matar al primogénito de la familia, llamado Juan Roberto “Robertito” Marambio Smith, quien desde que nació (1958) sufría una meningitis que lo convirtió en un hombre dependiente de su madre.

La idea fue cobrando sentido en la mente de la mujer producto del cansancio que decía sentir al tener que mudar a “Robertito” -en ese entonces de 50 años-, bañarlo y alimentarlo todos los días.

Luego de varias discusiones por el cuidado de “Robertito”, Juan Andrés le manifestó a su madre que “desaparecerlo” sería la mejor opción. “¿Contrato a alguien?”, le preguntó la mujer, a lo que su segundo hijo le respondió: “Yo me encargo”.

Pues bien, fue así como esta madre que vivía en Las Condes y este médico titulado en la Universidad Católica decidieron el siguiente plan:

El 31 de enero de 2008 la madre saco a Robertito de la casa para ir juntos en un taxi hasta el supermercado Jumbo de Avenida Bilbao. Allí esperaba Juan Andrés en una camioneta que arrendó para viajar con su mamá y hermano hasta Antofagasta, lugar donde cometerían el macabro asesinato.

Tras dormir en Copiapó, el hombre decidió ir a una ferretería para comprar elementos perfectos para el homicidio, tal como un cincel, un combo, un churzo, una pala, un escobilón, guantes, cintas y un saco de escombros, entre otras cosas.

Luego de un largo viaje, finalmente el 2 de febrero a las 9 de la mañana llegaron hasta “La Negra” de Antofagasta. En aquel sitio Juan Andrés bajó a un ultra sedado “Robertito” de la camioneta y lo llevó caminando hasta una zona donde había cavado por más de 2 horas y media una fosa.

El médico metió en la fosa a su hermano en posición fetal. Allí lo tapó con arena hasta la cintura y le disparó en la cabeza con un revólver Smith and Wesson calibre 32. Finalmente lo enterró y se fue junto a su madre del desierto nortino.

Para evitar sospechas, ante cualquier duda por “Robertito” explicaban que estaban de vacaciones o en lugar mejor siendo atendido de mejor manera que en la casa.

El secreto permaneció intacto por 10 años hasta que en mayo de 2018 la mujer no aguantó más y se autodenunció en el Ministerio Público.

En su declaración rechazó su derecho a guardar silencio y acusó a su hijo como autor material del crimen de “Robertito”.

El 14 de agosto, el fiscal oriente Francisco Lanas, imputó en la formalización a la mujer por delito de parricidio y pidió arresto domiciliario.

Por su parte, Juan Andrés fue acusado de homicidio calificado y se pidió la cautelar de prisión preventiva.

El juez del caso señaló que ambos responsables podían cumplir penas en libertado, tomando como base la media prescripción que los beneficiaba.

juez a cargo de tomar la audiencia estimó que ambos podrían cumplir la pena en libertad, atendida la media prescripción que los beneficiaba.

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