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La Convención

20 de Mayo de 2021

Elisa Loncon, constituyente: “Si queremos que la nación mapuche siga existiendo tiene que ejercer su autonomía, porque la Convención también es un ejercicio de justicia”

Su nombre se repite para que presida la Convención Constituyente. Al igual que la machi Francisca Linconao, trabajará para que se produzca la devolución de tierras. “Si hoy no se repara serán las futuras generaciones quienes seguirán demandando esa justicia”, dice la profesora de mapudungun e inglés, experta en educación intercultural, doctora en Literatura y Lingüística y académica de la Usach.

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Su mamá llegó hasta tercero básico y su papá no fue al colegio. “Éramos siete hermanos y una familia sin un salario fijo”, comenta Elisa Loncon Antileo, quien nació en Lefweluan, comunidad mapuche de la comuna de Traiguén, Región de la Araucanía en 1963.

“Teníamos un sistema de economía de subsistencia”, dice, y relata que su madre era sembradora de hortalizas y que su padre fabricaba muebles y aprendió a leer a los 17 años. “Él valoró altamente el sistema escolar. Escribía a máquina en su ruca, masticaba las palabras, y nos leía y nos compraba libros”, agrega quien el pasado fin de semana salió elegida, con más de 11 mil votos, entre los siete escaños reservados para el pueblo mapuche, lo que le permitirá redactar la nueva Constitución de Chile.

La machi Francisca Linconao, Natividad Llanquileo, Rosa Catrileo, Adolfo Millabur, Victorino Antilef y Alexis Caiguan acompañarán en el Palacio Pereira a Elisa Loncon, quien es una de las constituyentes favoritas para presidir la histórica Convención.

“Me enteré a las tres de la mañana que había salido electa. Creo que la gente estaba poco informada sobre los candidatos y en nada y poco ayudaron el Ministerio de Desarrollo Social, la Conadi y el Servel. Yo hice trabajo de terreno y se creó una relación con la gente de Coquimbo y el Maule, pero el fuerte de mi voto fue en la Región Metropolitana”, afirma quien ahora es parte de los 155 constituyentes.  

“Dos hitos marcan la Convención chilena: paridad de género e inclusión de pueblos originarios. Quién presida la Convención debería reunir ambas características, además de currículum, trayectoria y apego al diálogo democrático. Para mí esa persona es la académica Elisa Loncon”, señaló tras las elecciones el escritor y periodista Pedro Cayuqueo.

Elisa Loncon es profesora de Estado de la Universidad de la Frontera, ha enseñado mapudungun e inglés, es experta en educación intercultural, doctora en Lingüística de la Universidad de Leiden, Holanda, doctora en Literatura de la Universidad Católica y actualmente es académica de la Universidad de Santiago (Usach).

Elisa Loncon. Foto de César Cortés.
Elisa Loncon. Crédito: César Cortés.

¿Le gustaría presidir la Convención Constituyente?

-Nosotros actuamos por voluntad colectiva. Sí se decide, colectivamente, no tengo ningún problema. Sería una base para aceptar otro desafío. Históricamente la política ha sido patriarcal. Es fundamental visibilizar a la mujer en política y nosotras como mapuches poco es lo que hemos sido visibles. La verdad es que yo sí me siento capacitada si tuviese que asumir la presidencia de la Convención. Y es importante que se entienda nuestro mensaje, nosotros no estamos llamando a establecer fronteras ni producir guerras, sino a dialogar con el otro. Queremos establecer la dignidad humana para todos los chilenos. 

“Históricamente la política ha sido patriarcal. Es fundamental visibilizar a la mujer en política y nosotras como mapuches poco es lo que hemos sido visibles”.

El augurio del cambio

Elisa recuerda que tenía nueve o 10 años para el golpe de Estado de 1973. Desde el campo había llegado a estudiar al colegio de Traiguén. Sus compañeros la discriminaban: le decían “La india”.

Por esos años, la pequeña Elisa tenía una profesora llamada Cristina Lagos, quien la marcó para siempre. “Nosotros le teníamos mucha estima a Cristina y lloramos toda una mañana porque nos sacaron a nuestra profesora, cuando ocurrió el golpe de Estado. Ella era socialista y su marido del MIR”, cuenta Elisa.  

“Un día estábamos en clases de castellano y una de las palabras que trabajamos era la ‘abeja’ y yo con mi conocimiento de campo sabía que la abeja daba la miel, que era importante para la salud. Cristina Lagos leyó la frase que yo había escrito y dijo ‘Aquí hay una frase inteligente’ y es de la niña Loncon y me destacó en el grupo. Y eso a mí me sirvió para salir de la invisibilización y del sufrimiento que me estaban dando mis compañeros por ser mapuche”, dice Elisa.  

Elisa Loncon cuando estudiaba. Archivo personal.

¿Cree que la discriminación y los estigmas hacia los mapuches continúan?

-A mí desde pequeña me dijeron que me iban a discriminar, que me iban a decir india. Por otra parte, hay una ideología política poco sana instalada en el Estado y reproducida por todas las instituciones -educativas, de salud, por los medios de comunicación, el sistema jurídico- donde nosotros somos aminorados en derecho. Tenemos menos derechos que el resto de los chilenos. Se instaló un maltrato político permitido y que nosotros, los discriminados, lo llevamos en el cuerpo. Ahora, cuando fueron las elecciones, incluso los vocales de mesa nos contaban: ‘Mira, vinieron dos mapuches y le pasamos la papeleta verde y la rechazaron’. Eso se repitió, por un lado, por un problema de desinformación, pero también son 500 años de colonialismo, donde se combatió al originario como a un ser bárbaro, salvaje, borracho y hoy se dice hasta narcotraficante. Entonces, la autonegación se internalizó y por eso mucha gente prefiere no sentirse mapuche. Pero, por otro lado, hay un orgullo muy instalado porque este pueblo nunca ha dejado de resistir.        

“A mí desde pequeña me dijeron que me iban a discriminar, que me iban a decir india. Por otra parte, hay una ideología política poco sana instalada en el Estado y reproducida por todas las instituciones -educativas, de salud, por los medios de comunicación, el sistema jurídico- donde nosotros somos aminorados en derecho. Tenemos menos derechos que el resto de los chilenos. Se instaló un maltrato político permitido y que nosotros, los discriminados, lo llevamos en el cuerpo.

En su campaña señaló “queremos instalar una Constitución Plurinacional de los derechos colectivos del pueblo Mapuche”. ¿Es lo mismo que cuando se habla de “Estado plurinacional”?

-Son dos maneras de decir lo mismo. Una Constitución Plurinacional, que incorpore la participación de las naciones originarias con sus derechos y que asuma la preexistencia de todos sus derechos. La nación mapuche también tiene derecho a la autonomía y la autodeterminación, a la tierra y al territorio como todas las naciones del mundo. Si queremos que la nación mapuche siga existiendo tiene que ejercer su autonomía, es la capacidad de decidir su futuro. Además, que la Convención Constituyente también es un ejercicio de justicia.

La machi Francisca Linconao señaló que trabajará en la devolución de tierras mapuches…

-Claro que sí. Me parece muy bien. Aunque nunca la tierra será suficiente. Vamos a tener menos tierras que antes de la ocupación de la Araucanía, en el siglo XIX. La Constituyente tiene que garantizar derechos tanto individuales como colectivos. En un momento de la historia, a nosotros el Estado de Chile nos aplicó una política genocida como lo hicieron en Canadá, Australia y Nueva Zelanda, y esa política frente a una nación tiene que ser reparada en algún momento. Si hoy no se repara serán las futuras generaciones quienes seguirán demandando esa justicia porque se atentó contra una nación. Por ejemplo, en Australia se reconoció la política de genocidio. En Canadá y en Nueva Zelanda se respetó la autonomía frente al gobierno oficial. ¿Por qué Chile no puede asumir estándares internacionales?      

El conflicto que hoy prevalece en el sur de Chile: ¿Es producto de la ineficiencia de un Estado o de otros factores como el surgimiento de nuevas organizaciones con otras motivaciones?

-Es un proceso histórico, político y social, pero los mapuches tenemos una historia que tiene que ver con creer en la palabra del otro. Y con el regreso de la democracia, la Concertación y luego la Nueva Mayoría se comprometieron a resolver el problema del Estado con las naciones originarias, y los mapuches hicieron pactos, incluso votaron por esos gobiernos en los años 1990. Mientras, paralelamente, 140 mapuches eran encarcelados por asociación ilícita, donde lo ilícito era la organización territorial. Hubo entonces promesas que no se cumplieron. Los políticos se coludieron con el sistema neoliberal y los empresarios, y en vez de avanzar en la recuperación de los territorios, esos políticos votaron a favor de represas, de mineras y de la entrega del borde costero. Por esos años surgieron generaciones de mapuches que definitivamente no creen en la promesa de la política. Además, de darse cuenta de la evidente persecución hacia el pueblo mapuche.

“En Australia se reconoció la política de genocidio. En Canadá y en Nueva Zelanda se respetó la autonomía frente al gobierno oficial. ¿Por qué Chile no puede asumir estándares internacionales?”

Elisa Loncon. Crédito César Cortés.

Pero, históricamente: ¿Los mapuches se sienten más identificados con la izquierda o con la derecha?

-Esta dicotomía entre dos extremos es una manera muy reduccionista de entender la política. Como decía Nicanor Parra “La izquierda y la derecha unida jamás serán vencidas”. Y en cierto modo, es verdad, porque responden a un mismo paradigma: el eurocéntrico. Los pueblos originarios vemos de otra manera el mundo. Y la crisis que hoy día afecta al mundo tiene que ver, justamente, con esa visión eurocéntrica. Debemos cambiar de paradigma, hacer un ejercicio afectivo para superar esa dicotomía y no podemos entrar a la discusión constituyente con ese reduccionismo. El llamado es a ampliar los límites para construir un Chile diferente.

¿Qué opina que entre los 155 constituyentes estén presentes nombres como Marcela Cubillos o Cristián Monckeberg?

-De ser sincera, hubiese preferido que no estuviese Marcela Cubillos, porque representa una élite política empresarial que mucho daño le ha hecho a los pueblos originarios. Ella y también Cristián Monckeberg son personas de privilegios que no se merecían estar en la Convención. Llegaron donde están por una muy buena campaña económica. Nosotros, en nuestra campaña, no teníamos dinero. Y ese mundo de desigualdad es el que nos tiene condenados a la miseria y la pobreza y que ellos justifican. De seguro estarán en la Convención para defender sus intereses, que son minoritarios y no colectivos, y de seguro lo harán en el nombre de Dios como siempre lo hacen.

“Hubiese preferido que no estuviese Marcela Cubillos, porque representa una élite política empresarial que mucho daño le ha hecho a los pueblos originarios. Ella y también Cristián Monckeberg son personas de privilegios que no se merecían estar en la Convención”.

¿Cómo interpreta la cosmovisión mapuche todos estos cambios, desde la pandemia hasta la política nacional?

-Está volviendo la fuerza de la tierra. Nosotros tenemos una manera de ver el mundo que está articulado con la observación de la naturaleza. Para nosotros el tiempo no es un tiempo lineal, donde el futuro deja atrás el pasado. Nuestro tiempo es cíclico porque estamos siempre regidos por la naturaleza. Por ejemplo, ahora pronto llegará el año nuevo mapuche (entre el 21 y el 24 de junio) y yo creo que el proceso constituyente comenzará con el Wvñol Xipantv. Será el augurio del cambio. La espiritualidad siempre está conectada con la tierra, cuando por estos días, lamentablemente, todos estamos conectados virtualmente por Zoom, entre máquinas y computadoras. La pandemia es un desequilibrio. Debemos volver a la tierra. Somos hijos de la tierra.     

“Yo creo que el proceso constituyente comenzará con el Wvñol Xipantv. Será el augurio del cambio”.

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