Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

17 de Agosto de 2021

Columna de Liesbeth van der Meer y César Astete: #NoADominga: la última palabra no está dicha

Agencia Uno

La aprobación del miércoles no significa que el proyecto pueda construirse, pues existen instancias de reclamación que serán presentadas al Comité de Ministros y, por cierto, las resoluciones pendientes de la Corte Suprema que pretenden revertir el fallo del Tribunal Ambiental de Antofagasta que ordenó la votación efectuada el 11 de agosto.

Liesbeth van der Meer y César Astete
Liesbeth van der Meer y César Astete
Por

El pasado 11 de agosto, -cerca de las 8:40 de la mañana- se daba inicio a la sesión extraordinaria de la Comisión de Evaluación Ambiental de la región de Coquimbo que terminó con la aprobación de Dominga. Ocho años han transcurrido desde que comenzó la tramitación de este proyecto minero portuario, el que fue rechazado en 2017 por múltiples insuficiencias técnicas, una oposición clarísima del mundo científico, un informe de inconformidad de CONAF y un rechazo ciudadano a escala local, regional y nacional bastante transversal.

Sin embargo, en la sesión del 11 de agosto, la totalidad de los/as secretarios/as regionales ministeriales miembros de la Comisión, más la directora regional del Servicio de Evaluación Ambiental inexplicablemente aprobaron “con condiciones” el proyecto, ignorando todas las falencias ya conocidas.

Para quienes todavía desconocen este caso y se hayan sorprendido cuando vieron como tendencia en sus redes sociales un #NoADominga, les contamos que se trata de un proyecto que consiste en dos minas a rajo abierto ubicadas en el desierto florido y un mega puerto que pretende instalarse justo en la mitad del Archipiélago de Humboldt, conjunto de ocho islas e islotes que son conocidas como un hotspot de biodiversidad mundial.

Destacados científicos nacionales e internacionales han dicho claramente y con mucha fuerza que los impactos de esta minera, megapuerto y planta desaladora son variados y serían irreversibles: interrupción del lugar de descanso y alimentación de distintos tipos de ballenas; alteración del hábitat donde vive el 80% de la población mundial del pingüino de Humboldt; pérdida incuantificable de una de las zonas de reclutamiento de las pesquerías más importantes de Chile como los son las anchovetas y jureles, las que son además alimento de otras especies que ahí habitan; pérdida de fuentes de trabajo por el turismo sustentable y el término de la pesca artesanal que extrae en esa zona machas y locos desde áreas de manejo.

Para agregar más argumentos a la inconveniencia de dar luz verde a la minera, esta misma semana el informe elaborado por el Panel de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) concluyó que el planeta está en un estado crítico y que todos los esfuerzos para mitigar su avance son esenciales. Entre las medidas, el panel destaca la creación de áreas marinas protegidas, figura que por más de una década la comunidad de La Higuera, organizaciones de la sociedad civil y la academia han propuesto para esta zona, pero que ha tenido muy lentos avances y ha pasado por tres gobiernos. En este sentido, resulta inconcebible que en vez de discutir cuál es la mejor forma de proteger el Archipiélago de Humboldt, hoy se esté evaluando lo contrario.

Destacados científicos nacionales e internacionales han dicho claramente y con mucha fuerza que los impactos de esta minera, megapuerto y planta desaladora son variados y serían irreversibles.

Sin embargo, la última palabra no está dicha. La aprobación del miércoles no significa que el proyecto pueda construirse, pues existen instancias de reclamación que serán presentadas al Comité de Ministros y, por cierto, las resoluciones pendientes de la Corte Suprema que pretenden revertir el fallo del Tribunal Ambiental de Antofagasta que ordenó la votación efectuada el 11 de agosto.

El camino no será fácil, pero requiere de la fuerza que se apreció este miércoles donde más allá de la votación, fueron miles de ciudadanas y ciudadanos que dijeron #NoADominga desde la región de Coquimbo y de todo Chile.

Desde la masiva protesta ciudadana que provocó la caída de la central termoeléctrica Barrancones en 2010 en la misma comuna de La Higuera, que este lugar ha visto un sinnúmero de intentos fallidos de transformarla en una nueva zona de sacrificio. Hoy enfrentamos una crisis climática de proporciones, el escenario es aún más desfavorable, pero todavía quedan funcionarios públicos, académicos y la ciudadanía que tienen las herramientas y exigen proteger lo que debe ser protegido.

No repetiremos los errores del pasado, ya que esta película lamentablemente ya la vimos y sabemos su final.  Es por eso que el archipiélago de Humboldt debe ser protegido y esta es nuestra última oportunidad.

El camino no será fácil, pero requiere de la fuerza que se apreció este miércoles donde más allá de la votación, fueron miles de ciudadanas y ciudadanos que dijeron #NoADominga desde la región de Coquimbo y de todo Chile.

*Liesbeth van der Meer es directora ejecutiva de Oceana Chile, médico veterinario de la Universidad de Chile y máster en conservación y economía pesquera de la University of British Columbia, Canadá. César Astete es el director de las campañas de pesquerías de Oceana Chile, licenciado en sociología de la Universidad de Concepción y con vasta experiencia en el servicio público y en temáticas pesqueras.

También puedes leer: A propósito de Dominga: El día en que Camiroaga se enfrentó a Hinzpeter por Punta de Choros


Volver al Home

Notas relacionadas

Deja tu comentario