Alerta de chungungos: estrenarán en Chile documental sobre la conservación de las nutrias de mar

Los chungungos, también conocidos como nutrias marinas o gatos de mar, habitan en toda la costa chilena, así como en el litoral sur de Perú. Son pequeños, miden menos de un metro de largo cuando son adultos y se alimentan de crustáceos, peces y moluscos, lo que permite el equilibrio alimenticio con otras especies de su hábitat.

Pese a ello, los chungungos son considerados una especie vulnerable y su supervivencia está puesta en riesgo por la creciente ocupación humana del litoral. También por la tenencia irresponsable de perros en las costas, quienes se han convertido en su principal depredador y por la caza humana con el fin de usar su suave piel para productos de vestir.

La vida de los chungungos se ha transformado entonces, en huir y sobrevivir de los peligros generados por el hombre. 

Ese fue el caso de Kalfu, una chungungo hembra que tuvo que ser rescatada cuando era una cría de apenas un mes desde las playas de Coquimbo y que hubiese muerto de no ser por el rescate de Javier Trivelli, un ingeniero forestal que lidera la ONG Chinchimen, la única conservadora de especies en el mundo que ha logrado la reinserción efectiva de chungungos en su hábitat natural.

Desde su creación, Chinchimen ha logrado reinsertar a tres chungungos en su hábitat. El proceso fue registrado por la documentalista Valentina Díaz, quien fue parte de Proyecto Arca (de la productora Fábula) y que a fines de este mes estrenará el documental “Chungungo: Re-ottering Chile”, un juego de palabra que traducido al castellano significaría algo como: “Chungungo: Renutriemos Chile”. 

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El proyecto audiovisual dirigido por Valentina, es parte es el resultado de un año de trabajo en el postítulo de filmación de vida salvaje de la University of West of England, que nació bajo el alero de la unidad de Historia Natural de la BBC. Y que durante este mes tendrá su estreno en la ciudad de Bristol. 

-Este documental trata sobre “renutriar Chile” ¿Qué historia contarás a partir esa premisa?

-Yo enfoqué este documental en Javier Trivelli, que es la cara visible y el presidente de la organización Chinchimen. Él es la única persona que tiene permiso en el país de hacer rehabilitación de esta especie. Nadie más. Ni el SAG, ni otras instituciones. Y también porque él es un personaje importante, Chinchimen nació netamente de su pasión por los chungungos.

 

-Me imagino que a través de la historia de Javier también se cuenta la historia de algunos chungungos,  ¿no? 

-Sí, él ha rescatado a otros chungungos además de Kalfu. Yo enfoqué el documental en contar el rescate de otra chungungo que se llama Changuita, fue la primera chungunga que se rehabilitó exitosamente. Que en el fondo quiere decir que la cuidaron, le enseñaron a  sobrevivir. Javier le dio la papa, le enseñó a nadar, le enseñó a cazar. Todo eso en un proceso de un año. Ella hoy vive libre, está chipeada y con eso saben que está viva, que está sana. Yo conté ese proceso y la relación más personal de él con esa nutria.

-Cuál es la situación de los chungungos ahora?

-Los chungungos están en estado de amenaza. La principal causa de eso es por los perros, y la contaminación. Además, aunque cueste creer, porque hace muchos años que es ilegal, existía una cantidad de importantes de episodios de caza humana por su piel.

-¿Y para qué sirve su piel?

-Para vestimenta.

–Y sobre los perros, ¿son silvestres o son perros que pertencen a personas?

-La mayoría son perros de personas que viven en los alrededores, por ejemplo en los acantilados Quirilluca. Son perros de personas que no tienen tenencia responsable, no los tienen con correa o bien andan paseando por sí solos y no sólo depredan a los chungungos, también a otras especies.

-En redes sociales, las nutrias son muy virales. Son casi un meme por su ternura. ¿Eso se ve en el documental? 

-Son animales con mucha personalidad. Me tocó mucho verlas en su día a día, alimentándose, interactuando incluso, vi peleas, vi juegos, vi crías con su madre, cómo les enseñaban a nadar. Era cautivante verlos todo el día. Yo me sentaba en la roca desde la mañana hasta que se me iba la luz. Son muy divertidos, es una especie muy carismática y la crías son muy tiernas, pero su expresión, juego y encanto son también una amenaza para estas pequeñas criaturas. Pasa que cuando sus madres van a buscar alimento, las pueden dejar solas cerca de una hora y las personas creen que las crías están perdidas y las sacan del lugar o las toman por su ternura. Así pasó, por ejemplo, con Changuita.

–La liberación del documental va a ser en YouTube. ¿Desde cuándo y cómo se puede acceder a él?

-El documental se podrá ver desde el lunes 28 de febrero, hasta el domingo 6 de marzo (hasta las 00:00). Eso como primer estreno. El link se va a compartir a través de las redes sociales de Chinchimén y en el instagram WildValenLife 

– En Chile, en los 90-2000 hubo un auge de programas de fauna como “Maravillozoo”, pero en el último tiempo la programación cultural y en consecuencia la programación de vida salvaje ha disminuido un poco. ¿Cuál es tu percepción?

-Es verdad que hoy en Chile como que no hay mucho. Por eso yo tuve que salir, pero decidí hacer mi proyecto en Chile. Me interesan las especies de donde yo vengo, me interesa que se protejan. Con respecto a la difusión, yo entiendo que la televisión es negocio, pero acá en Inglaterra se consumen muchísimo los productos de este tipo. Se emiten producciones de naturaleza, de plantas, de hongos, de animales. De hecho productoras de acá incluso van a grabar a Chile: los pumas en la Patagonia, los pudúes, las ranitas y esos programas se emiten acá, pero en Chile nadie los ve, los ven los ingleses. Lo mismo pasa con el resto de los países de latinoamérica. Entonces pienso que tiene que ser un poco más accesible también la información, creo que con el tema digital se puede hacer más posible. La idea es empezar a explotar eso, explotar la idea que la gente pueda conocer qué es lo que hay en su propio país y cómo cuidarlo.

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