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22 de Febrero de 2022

Cómo sobrevivir a marzo: Los consejos de expertas en salud mental

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Se acaba el verano y el temido mes de marzo cada vez está más cerca. ¿Cómo hacer frente a uno de los meses más complejos del año? Diferentes expertas en salud mental contactadas por The Clinic entregan sus consejos para lo que definen como un marzo particular, marcado por la incertidumbre.

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Llega la última semana de febrero y con ello se acerca el fin del verano, las preocupaciones por el pago del permiso de circulación, la patente, el uniforme, los útiles escolares, la vuelta a clases, el término de las vacaciones y todo lo que configura marzo, uno de los meses más temidos y complejos del año. 

“Marzo siempre es un mes crítico todos los años”, dice Sofía Fiedler, psicóloga clínica de la Dirección de Servicio de Salud Metropolitano Oriente. Sin embargo, coinciden las expertas en salud mental contactadas por The Clinic, este no es un marzo como cualquiera por un factor gravitante: el retorno presencial, tanto laboral como estudiantil

Este lunes 21 de febrero el ministro de Salud Enrique Paris reafirmó su postura respecto al retorno presencial de los estudiantes secundarios, a pesar de las críticas de parte del Colegio de Profesores. La situación, dice a The Clinic Tomás Ilabaca, sociólogo y magíster en Política Educativa e investigador asociado del Centro de Estudios del Desarrollo (CED), plantea un gran desafío en torno al miedo que el retorno presencial implica tanto para los jóvenes como para sus familias. 

“El gran desafío está en cómo vincular en esta vuelta a la presencialidad a las comunidades para ir disipando estos miedos, y cómo ellas mismas pueden ir disipando esos escenarios más complejos. En ese sentido yo creo que son muy importantes todas las fases de diálogo que se pueden hacer”, dice Ilabaca. 

“Temores de contagios, de muerte, de caer al hospital, ver afectado el sustento familiar. Son distintas las maneras en que se despliega eso según nivel socioeconómico, y eso ha quedado evidentemente constatado”, añade Ilabaca. 

“Lo particular que tiene este marzo es que no es como el clásico marzo en que uno vuelve a clases de vacaciones, de adolescentes que estuvieron dos meses sin hacer nada. Más allá de eso hemos estado encontrando una situación bien particular y que genera incertidumbre, porque llevamos dos años en pandemia y ya estamos en una especie de fatiga pandémica. La gente se fue de vacaciones, hubo una especie de relajo aún con esta variable ómicron, y ahora viene la gran incertidumbre si la vuelta a marzo va a ser presencial, va a ser híbrida o va a ser nuevamente online”, explica Isabel Puga, presidenta del Colegio de Psicólogas/os de Chile. 

Esa incertidumbre, coinciden las expertas, afecta a todo el núcleo familiar, y se suma a las otras preocupaciones que posee el mes de marzo, como el retorno laboral de los trabajadores y la seguidilla de gastos que suele tener este mes, según explican. Por suerte, dicen, hay diferentes consejos para afrontar las dificultades que puede presentar marzo en términos de salud mental, tanto para los jóvenes que entran a clases como para sus entornos familiares que enfrentan otras dificultades. 

Un verano incierto

Uno de los aspectos más complejos de este marzo, explica Alejandra Rossi, Investigadora del Centro de Estudios en Neurociencia Humana y Neuropsicología, y profesora de la Facultad de Psicología UDP, son las incertidumbres que rodean al mes, las cuales se traducen en ansiedad y pueden afectar en aspectos importantes, como el buen dormir

“Algo fundamental para manejar la respuesta a nivel fisiológico, es manejar el sueño. Si dormimos poco, menos de 7-8 horas diarias, ya estamos dando pie a tener una respuesta de estrés y ansiedad más grande. Hay que ver qué es lo que nos estresa, o qué nos tiene despiertos en la noche, cuáles son los contenidos que tenemos que no nos dejan dormir, y tratar de trabajar en eso”, explica Rossi. 

Sofía Fiedler por su parte comenta que “generalmente cuando parte el verano nosotros peloteamos todo para marzo, o ‘esto lo pago en marzo’. El relajo de por sí va a ayudar, pero nosotros como chilenos tendemos mucho a la ansiedad, entonces un par de semanas antes de marzo ya empezamos con el estrés previo por la planificación, el enfrentar el verdadero comienzo de año, el volver a ajustar los tiempos. Hay que tener ojo con esa ansiedad previa a marzo, porque nosotros tendemos a generar mucho pensamiento rumiante a través de eso y eso hace que vayamos con una predisposición negativa o con una connotación negativa mayor a ese mes de lo que realmente debería ser”.

Dentro de todo ese panorama previo a marzo, explica Fiedler, es importante que quienes están en sus vacaciones las aprovechen, y que logren desconectarse. “Que sepan volver al momento presente que están disfrutando, en vez de estar en la playa pensando en que ya tienen que comprar los materiales de los niños. Dentro de eso, empezar a hacer el ejercicio de vivir el presente con el fin de que podamos disfrutar las vacaciones y llegar mejor recargados, eso es súper importante. Suena fácil decirlo, pero es difícil esa tarea de darse esa desconexión todos los días, de detectar ese pensamiento rumiante, frenarlo, y volver a la actividad en que estabas en el presente”, añade. 

La vuelta a clases y el manejo de expectativas

A parte de una correcta planificación, explica Alejandra Rossi, un consejo muy importante para las y los estudiantes que entrarán de forma presencial a la universidad o al colegio es el control de las expectativas. En ese plano, señala que hay que mantener esas expectativas más bien bajas. “No pensar que va a ser el mejor día de tu vida, eso de tener expectativas demasiado altas de repente también lleva a sufrimiento, porque probablemente no va a ser así. Esas son cosas que podemos hacer pensando en volver a la universidad”. 

Isabel Puga por su parte explica que un buen método para controlar la expectación que puede generar comenzar las clases presenciales es ir a la casa de estudios y conocerla. “Los estudiantes universitarios van a estar muy expectantes, hay quienes llevan dos años y no conocen su casa de estudios. La recomendación es que vayan, la conozcan, se den una vuelta. Eso va a ayudarlos a conocer los espacios y las medidas de seguridad”. 

También hay que ser amable con uno mismo, dice Rossi. Realizar planificaciones, comenzar con pequeñas rutinas y también conversar lo que se siente. “Hablar sobre qué es lo que nos pasa, ¿estamos nerviosos por entrar a la universidad? Hay que conversarlo, no dejarse las cosas uno. Si estoy nerviosa porque voy a entrar a la universidad, puedo conversarlo con mi familia, con mis amigos. Activar la red de apoyo que tenga, sea cual sea esa red. Sea mi familia, mi tía, mi abuelo, mi mejor amigo, quien sea, pero activar esa red de apoyo, hacerlo concreto”. 

“Si el nivel es mucho, si estamos muy ansiosos, muy angustiados, si no podemos dormir, si nada de esto nos resulta, por supuesto hay que ver alternativas y buscar ayuda profesional. Psicólogo, psiquiatra, quien sea. Si los síntomas o el nivel de ansiedad se hace intolerable, si empezamos a sufrir de verdad por esto, tenemos que buscar ayuda” añade Rossi. 

El retorno laboral

La vuelta a la presencialidad no solo abarca a las y los estudiantes, sino que también a los trabajadores. Esa sensación de incertidumbre, explican las expertas, también rodea el ambiente laboral, y se mezcla con el fin abrupto de las vacaciones y el retorno a las jornadas laborales. 

En ese plano, explican, hay muchos consejos que se deben tener en cuenta. La psicóloga clínica Michelle Celery es enfática en señalar que uno de los aspectos principales a tener en cuenta es un buen espacio de trabajo, donde se pueda disponer de cosas como café y alimentación saludable hasta momentos de pausas y elongación

“Una de las cosas que más estresa a las personas también es el tema del traslado, por eso se deben buscar las mayores comodidades posibles en el traslado, tanto de ida como de vuelta. En el caso de las mujeres usar un calzado cómodo y después estando en el trabajo cambiarse los zapatos, cosas así. Y por qué todo esto, porque es importante que de una u otra forma el espacio físico contribuya a estar en un mejor estado de ánimo. Ese es uno de los aspectos más importantes”, dice Celery. 

El psicólogo Gabriel Urzúa, director del programa de Psicología Advance de la Universidad San Sebastián, reconoce también algunos factores que se deben tener en consideración al momento del retorno laboral. 

Una de ellas es evitar un aterrizaje forzoso a las dinámicas laborales luego de las vacaciones. “Desde ese punto de vista es muy importante organizar las actividades desde el primer día, priorizar las tareas en el trabajo, organizar el correo electrónico, que es lo que más colapsa cuando uno vuelve de vacaciones, pero hacerlo con sensatez. No intentar responder los 200 correos de una vez. Se debe dar prioridad a las tareas en el trabajo, de lo más relevante a lo menos relevante. Puede ser también importante llegar más temprano a la oficina el primer día para poder organizar ese día y lo que se viene”, explica Urzúa. 

El descanso, indica, también es fundamental. “Se deben establecer descansos distintos a los que habitualmente se hacen cuando uno está trabajando de manera regular. Descansos breves, tomar un café. Reencontrarse con el equipo de trabajo también es importante, conversar de las vacaciones con ellos… des-robotizar la llegada al trabajo, humanizarla, por decirlo en algún sentido. El orden y el reencontrarse con las relaciones interpersonales más significativas en el trabajo es importante”, añade Urzúa. 

Celery también destaca la importancia de los momentos de ocio. “Se deben hacer ciertas actividades que no necesariamente impliquen pantalla, pero que les permita tener un desarrollo interno a las personas: bailar, pintar, dibujar, lo que uno desee. También es súper importante medirse, cómo me estoy sintiendo en el regreso, y si estoy sintiendo mucho malestar, mucha incomodidad, problemas de sueño, angustia, ansiedad”, añade. 

Alejandra Rossi por su parte explica que para las personas que tienen hijos y están atravesando por un periodo laboral complejo es clave trabajar en la comunicación dentro del núcleo familiar. “Hay un estigma fuerte a decir que uno está estresado o que uno está preocupado, ansioso. Eso es súper importante conversarlo, no actuarlo. Uno como papá no está mal en reconocer que hay un montón de desafíos y preocupaciones en marzo, y yo como papá lo voy a tratar de hacer lo mejor posible, pero esto es un tema familiar, estamos todos juntos en esto. Y como familia tenemos que enfrentar el mes de marzo”.

“Hacerlo como una meta o un objetivo familiar: estamos juntos en esto, no estamos solos, pero sin dejar de reconocer que uno como papá también está estresado. Y también a lo mejor puede ser que hayan días en los que estemos de mal ánimo, o más tristes o irritables. Hacerles entender a los hijos que uno como papá también tiene días malos es súper importante. Y que no tiene que ver con ellos, que ellos no son los culpables, sino que otras cosas. Conversar ese tipo de emociones es muy bueno, y tiene que ver con la educación emocional en salud mental”, concluye Rossi. 

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