Adriano y Alberto Castillo, ex Los Venegas, y su retorno a la TV: “Nosotros nos vamos a reír de nosotros mismos”

Adriano (81) y Alberto Castillo (63) son compadres, amigos, compañeros de larga data, tanto en la vida real como en la pantalla chica.

Ambos actores se hicieron conocidos por su rol en “Los Venegas”, ese programa que por más de 20 años animó las tardes de los chilenos. Ahí, Alberto interpretó a Gonzalo Ríos, mientras que Adriano al famosísimo Compadre Moncho, que a estas alturas es ya un ícono de la cultura popular.

Aunque en “Los Venegas” estrecharon su vínculo, la relación se remonta a 1974, cuando Alberto vio a Adriano actuar en el teatro -en una representación de “La viuda astuta”, de Carlo Goldoni– por primera vez.

Con el tiempo, entablaron una cercana amistad, y post “Los Venegas” -que dejó de emitirse en 2011-, se dedicaron a recorrer Chile, haciendo comedia en los más diversos lugares. Pero luego vino la pandemia, el cierre de los locales, y la cancelación masiva de eventos. Esto impactó fuertemente en las arcas de los artistas nacionales, y Alberto y Adriano no se salvaron.

Fueron tiempos difíciles, narra Alberto. “Las lucas se acaban”, dice. No obstante, el dúo logró concretar un nuevo proyecto. Se llama “Separados”, programa que se emitirá desde este 18 de marzo en el canal de televisión digital Tevex, y que contará con ambos como protagonistas.

La premisa es simple: una comedia de situaciones y de sketches sobre dos adultos separados –“en cese de convivencia”, bromea Alberto-, con un segundo bloque de entrevistas, para charlar de la vida. Entre los primeros invitados estarán Bombo Fica y el actor Patricio Torres.

Y la serie, que es ficción, se traslapa con la realidad. Justamente, porque Alberto se separó de su pareja hace siete años, y Adriano, hace uno. Entonces, en “Separados”, llega Adriano a la casa de Alberto para bolsear comida y techo, al más puro estilo del Compadre Moncho.

En entrevista con The Clinic, Alberto y Adriano Castillo -este último es actualmente concejal de Quinta Normal– hablan sobre su nuevo programa, y detallan cómo fue enfrentarse a la pandemia siendo artistas. Además, entregan su mirada sobre el presente de la televisión chilena, hoy lejos de lo que fue su edad de oro, mientras reflexionan acerca de la influencia que pueden tener en la opinión pública en su calidad de “actores clásicos”, de amplio reconocimiento.

-Adriano ha dicho que los libretos de “Separados” tendrán “olor a Los Venegas”. ¿En qué vamos a poder notar ese olor a Los Venegas en los libretos?

-Adriano: Se va a notar inmediatamente cuando aparezcamos nosotros dos. Es decir, si tú ves aparecer en un estadio de fútbol al “Flaco Véliz”, al “Pollo Véliz” y a Caszely: ¿A qué se parece eso? Tiene que ser fútbol y tiene que ser Colo-Colo. No hay vuelta compadre. Cuando aparecemos los dos, en cualquier parte, la gente dice “ah, Los Venegas”. Ese es el olor a “Los Venegas” que siempre van a tener las cosas que hagamos nosotros, a no ser que aparezcamos en una tragedia griega ¿Cierto? O en un drama terrible, de Arthur Miller o algo así. Pero siempre que aparezcamos con algo de comedia va a tener olor a Los Venegas.

Otro detalle importante: detrás de los libretos de “Separados” está nada menos que Patricio Campos, creador de “Los Venegas”.

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-Te veo con ganas de agregar algo, Alberto.

–Alberto: Lo simpático y divertido, como esto es comedia, es que nosotros nos vamos a reír de nosotros mismos. El personaje de Adriano sale a la calle, y a una cuadra le dicen “Compadre Moncho”, y en esta serie va a ser mi compadre y en la vida real somos compadres (…) Yo estoy separado hace siete años, que es la realidad, y Adriano se acaba de separar. De hecho, en el primer capítulo nuestro invitado va a ser Bombo Fica, que va a llegar con la maleta porque se acaba de separar. Entonces, nos vamos a reír de esto.

Alberto ejemplifica con un diálogo ficticio: “Puta, que no me has pagado el arriendo, dijiste que venías por unos días y ya van seis meses”, dice Alberto. “Pero hueón, si vos cachai que no nos han salido funciones”, responde Adriano. “Estamos hablando de nosotros mismos”, cierra Alberto.

-¿Es autobiográfico?

–Adriano: Esto es una mezcla entre la realidad y la ficción. Fundamentalmente va a ser ficción. Lo que es verdad es que los dos somos separados. Esa es la verdad. Pero lo que hablamos, tú comprenderás, que no nos vamos a poner a analizar los matrimonios. Nada que ver porque esto es ficción, y no correspondería.

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Hacer comedia online

-Ustedes venían haciendo varios shows, pero que la pandemia les truncó las actividades presenciales. ¿Cómo fue vivir todo este periodo? ¿Pudieron seguir haciendo presentaciones online, o mantenerse activos de alguna otra manera?

–Alberto: En el caso mío fue bastante duro, porque en el invierno del año pasado estuve encerrado unos dos o tres meses en una pieza, en mi casa en una parcela (…). Eso me llevó a tener trastornos de sueño; me quedaba dormido muy tarde, pensando en cómo reinventarse, pensando en las lucas, porque ésa es la realidad. Y para más remate, me dio COVID, hueón, con las dos vacunas puestas y más encima con la de la influenza, igual me dio COVID. No lo pasé bien.

“Cuando aparecemos los dos, en cualquier parte, la gente dice “ah, Los Venegas”. Ese es el olor a “Los Venegas” que siempre van a tener las cosas que hagamos nosotros, a no ser que aparezcamos en una tragedia griega ¿Cierto?”, dice Adriano Castillo.

-¿Pudiste sacar algo en limpio de ese período?

-Alberto: El provecho de esta cuestión, es que aprendí a editar, hueón, en formato de edición de video. Estuvimos en proyectos con Adriano pensando de hacer televisión digital. Estuvimos en un proyecto bien interesante que no funcionó (…). Entonces, estar siempre, constantemente, tratando de hacer cosas y que haya un enemigo invisible que te lo impide, ha sido complicado. Y, por otro lado, las lucas se acaban (…). Es lo que ha sucedido no solamente conmigo, si no con todo el gremio: los músicos, las bailarinas, los productores eventos…

–Adriano: El asunto que dice Alberto es re importante, porque esto ha afectado a todo el gremio del espectáculo. No sólo los actores, que nos ha afectado muchísimo.

Adriano relata cómo este verano se les cayeron diversas presentaciones por el tema de los aforos. “Yo creo que es el único verano en los últimos 24 años que no hemos actuado en ningún festival de teatro, en ninguna comuna de Chile”, resume. No obstante, un antiguo conocido contrató al dúo para hacer tres funciones online.

–Alberto: Hacer comedia online… Fue muy raro, hueón, fue muy raro.

-¿Por qué fue tan raro?

–Alberto: Porque nosotros esperamos la respuesta del público.

–Adriano: Y no hay respuesta.

–Alberto: Entonces, salió una fomedad la primera función. Fome, hueón. Y más encima escuchábamos a los cabros (del equipo de producción) que estaban “oye, ciérrate un poquito más”.

–Adriano: “Arregla el micrófono que está al lado”.

–Alberto: Y chucha, escuchando todo y desconcentrado, fue muy extraño. La segunda función dijimos que lo haríamos “para la tele”. Ahí también es otro lenguaje (…). Las comunicaciones hoy día en la televisión también cambiaron. Hoy hacen las entrevistas al presidente, qué sé yo, vía Zoom. Nosotros mismos hoy día estamos comunicados a través de la plataforma. Entonces, todo ha sido muy raro. Muy raro.

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“Es un agrado tremendo volver actuar ante las cámaras”

-Entiendo que “Separados” estará ambientada en un “departamento de separado”. ¿Cómo es eso de un “departamento de separado”?

-Adriano: Dos personas que han pasado por una situación especial, que se llama “cese de convivencia” (se ríe con este concepto, en referencia a la separación). Uno de ellos es el más avispado, el más movido, que en este caso es Alberto. Tiene un departamento. Entonces, yo que soy un fresco y he sido toda la vida un fresco me toca separarme y claro ¿A dónde voy? A donde mi compadre. “Me tienes que acoger, compadre”, y mi compadre me acoge, obviamente.

-Alberto: Y la típica po’: uno es ordenado y el otro es desordenado, uno paga la cuenta y el otro hueón se hace el leso. Y en este caso, obviamente tenemos a Adriano Castillo, que representa al Compadre Moncho, entonces lógicamente que es cara de raja, como ha sido él en la vida también. Porque a éste le importa en la vida una raja todo, por eso tiene la edad que tiene y es un hueón feliz. No como yo, que estoy pa’ la caga.

“Las comunicaciones hoy día en la televisión también cambiaron. Hoy hacen las entrevistas al presidente, qué sé yo, vía Zoom. Nosotros mismos hoy día estamos comunicados a través de la plataforma. Entonces, todo ha sido muy raro. Muy raro”, dice Alberto Castillo.

-¿Qué se siente volver a ser protagonistas de un espacio televisivo?

-Adriano: Indudablemente que es muy agradable para nosotros, porque ésta es nuestra pega, ésta es nuestra forma de vida. Para nosotros es un agrado tremendo volver actuar ante las cámaras, estar ante las cámaras, y afortunadamente a Alberto se le ocurrió este esquema, porque este asunto parte de Alberto. Yo en este asunto soy arroz… lo acompaño desde que se le ocurrió.

-Alberto: Muchas gracias compadre por el reconocimiento ante el colega de la prensa.

-Adriano: Por supuesto, porque digamos la verdad. Este tiene alrededor de -no te voy a decir 20 años- pero tranquilamente tiene 18 años menos que yo… Tiene más vitalidad, tiene más energía, se mueve más rápido, es más ágil. Yo tengo 81, compadre, entonces tú comprenderás que uno se vuelve más lento, más tranquilo, más reposado. Pero este compadre (Alberto) se mueve mucho y gracias a él se ha producido este programa, “Separados”, pues hasta el nombre se le ocurrió a este compadre.

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-¿Y qué sientes tú, Alberto, con volver a las pantallas?

-Alberto: Volvimos a un set de televisión y fue como si no hubiese pasado el tiempo (…). Yo siempre lo digo, que Adriano siempre ha sido un referente para mí como persona, como amigo y además, como artista. Para mí, es un privilegio estar con Adriano (…). Estoy al lado del Compadre Moncho, que ha trascendido en diferentes medios, no solamente el teatro, la televisión, el cine, sino que hoy día, en las redes sociales, éste salió en unos memes como presidente encargado.

Sobre la oportunidad de tener un programa, Alberto reconoce que, de cierta forma, la pandemia les abrió una puerta, por la metamorfosis que encauzó en el mundo de las comunicaciones, y el surgimiento de nuevos espacios en medios digitales. “Como esto cambió, es una tremenda posibilidad, porque es también con creatividad que nosotros podemos competir con los grandes”, afirma.

“La televisión abierta cada día va a ir decayendo más”

-La televisión y el espectáculo, con esto de los servicios de streaming, han cambiado. Bajo este contexto, ¿cuál es su diagnóstico sobre el presente de la televisión chilena?

–Adriano: Ha sido tremendo ver el cambio que se ha producido (…). Si tú, por ejemplo, hubieses conocido lo que era el 13 y lo que era el Canal 7 hace 10 años atrás, te sentirías muy triste de ver ahora las dependencias de ambos. Eso era una olla hirviendo hace 15-20 años, de producción, de gente para allá y para acá. Hoy día, te lo confieso, a mí me entristece ver tanta oficina vacía (…). Creo que la televisión abierta cada día va a ir decayendo más y, al final, los canales que hoy conocemos como televisión abierta se van a transformar en canales para producciones específicas.

–Alberto: Opino exactamente lo mismo que mi compadre. También, se han dado cuenta los ejecutivos hoy sale más barato, producto de la pandemia, tener invitados desde cualquier parte del mundo: se ahorran maquilladores, se ahorran camarógrafos, se ahorran escenografía… Todo ha tendido a externalizarse.

–Adriano: Poniéndose futuristas, hay jóvenes que me dicen -y a lo mejor es muy fuerte lo que te voy a decir-, me dicen: “Quiero estudiar teatro”. Y yo les digo: “Si puedes dedicarte a algo que en el siglo XXI que estamos, en el 2022, sea necesario para la sociedad, dedícate a eso”. Porque los actores, yo te digo francamente, creo que poco a poco van a ir siendo reemplazados.

La conversación se traslada ahora a los avances tecnológicos y al uso de deepfakes, una técnica computacional para recrear los rostros y voces de actores que incluso ya han fallecido.

“Volvimos a un set de televisión y fue como si no hubiese pasado el tiempo (…). Yo siempre lo digo, que Adriano siempre ha sido un referente para mí como persona, como amigo y además, como artista. Para mí, es un privilegio estar con Adriano”, dice Alberto Castillo.

-Ustedes vivieron en un papel importante la edad de oro de la televisión chilena. Entendiendo que estamos ante nuevos tiempos, ¿cómo les impacta presenciar este proceso? Me imagino que debe generar cosas…

-Adriano: Claro que sí, compadre. Imagínate, además, al vivir la época de oro de la televisión, tú conociste a mucha gente, tú trabajaste con mucha gente, hiciste afectos en los canales de televisión y en los teatros… Y poco a poco, toda esa gente que tú conociste, que viviste, que trabajaste con ellos en la en la época de oro de la televisión; ya no están (…). Ha sido muy duro pasar de esa época fantástica que vimos en la televisión con los programas, con el mismo Sábado Gigante, con Los Venegas, las teleseries enormes con unos tremendos presupuestos que se hacían. Eso es impensable hoy.

-Alberto: También, como que estas cosas también son cíclicas ¿Cierto? La gente está echando de menos el programa nacional… Los Venegas. Por eso estamos haciendo este programa también, porque no existe en este minuto. Si tú prendes la televisión, dime si hay alguna producción del tipo que vamos a hacer nosotros en algún canal grande: no existe.

-Adriano: No hay una producción chilena, olor a chileno no existe.

-Alberto: Todo el mundo dice, “faltan programas como el de ustedes”. Lógico, falta Sábado Gigante, faltan Los Venegas. ¿Por qué? Porque la tele estaba prendida (…). Este era un programa que unía a la familia, que hablaba de los valores de una forma cotidiana.

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“No utilizamos nuestra profesión para tratar de influir en la gente”

-Por su papel en Los Venegas, ustedes son íconos de la cultura nacional. Entendiendo eso, ¿qué rol juegan los actores clásicos de Chile, en la opinión pública, al comentar sobre política? Sin ir más lejos, Adriano la rompió hace poco en redes sociales cuando salió en defensa de Izkia Siches, luego de que la ministra recibiera críticas por comprarse ropa en el mall Casa Costanera…

-Adriano: El ser actor es nuestra profesión, nuestro oficio, nuestra forma de enfrentar la vida. Con eso nosotros solventamos la familia, pero al lado de eso también existe un ente político, porque yo creo que todos los ciudadanos de un país deben tener una opinión y una posición política (…). La mayoría de los actores tenemos una posición política que no mezclamos con nuestro trabajo como actores, pero cuando es necesario planteamos nuestras ideas respecto a lo que sucede en política, planteamos nuestra opinión (…). Nosotros, en el fondo, no utilizamos nuestra profesión para tratar de influir en la gente. Yo creo que todos nuestros compatriotas reciben nuestras opiniones políticas y ellos determinan si estamos bien, si estamos mal.

“Al vivir la época de oro de la televisión, tú conociste a mucha gente, tú trabajaste con mucha gente, hiciste afectos en los canales de televisión y en los teatros… Y poco a poco, toda esa gente que tú conociste (…) ya no están”, dice Adriano Castillo.

-¿Algo que agregar, Alberto?

-Alberto: Comparto plenamente (…). Me invitaron a ser concejal de una comuna para arrastrar votos, sin embargo, saqué la segunda mayoría, sin hacer ninguna propaganda, porque la gente votó por mi personaje (en Los Venegas). Y debo de ser muy honesto, porque desde el punto de vista político, nunca he hecho política de partidos o saliendo a dar mi opinión (…). Pero, como lo planteaba Adriano, si me preguntan a mí, yo voy a dar mi opinión también como ciudadano de a pie. Voy a decir: “Sí, me parece que el aspecto cultural del gobierno pasado fue nefasto, porque no se preocupó de darle seguimiento a los artistas”.

-Mi pregunta va por el lado de si son conscientes de que, por su carácter emblemático, finalmente su voz sí tiene un peso específico importante…

-Adriano: Sí. Digamos las cosas como son. Yo he sido dos veces concejal de Quinta Normal ¿Por qué la gente vota por mí? Porque me estima por el programa, indudablemente. Algunos, claro, han visto lo que yo opino, mis entrevistas y ellos estarán de acuerdo conmigo y por eso votan por mí, pero la gran mayoría le tiene un afecto al personaje del programa que vieron durante 22 años. Pretender que uno es un ente político importante, y que por eso la gente vota por ti… Hay que ser muy cara dura.

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