Yeguada Latinoamericana en España: performance, insultos y una misa de conversión para infieles chilenas

«¡Putillas, guarras! Vayan a hacerlo a una mezquita a ver cómo les va». Uno de los tantos gritos con que las y los vecinos de Cuenca, España, recibieron a las performers de la Yeguada Latinoamericana el pasado lunes 16 de mayo cuando sacaron sus colas, que tenían escondidas bajo las ropas que imitaban la divinidad local de la Virgen de la Luz, y posaron frente a algunas iglesias del centro histórico de esta ciudad amurallada.

Cheril Linett (33) es la artista a cargo de las acciones que realizan como colectivo, donde reivindican el placer anal y cuestionan las instituciones eclesiásticas. Linett cuenta que tras un recorrido por la Iglesia de San Felipe Neri, la parroquia de Nuestra Señora de la Luz y la Catedral de Santa María y San Julián, llegó la Policía Nacional de España a detener esta acción de arte que, con variaciones según la ocasión, viene realizando principalmente en Santiago de Chile desde 2017. 

«La policía chilena es mucho más violenta. Sobre todo tras la revuelta del 18 de octubre (2019)» aclara por teléfono Linett, que tiene mucha experiencia con las Fuerzas Especiales chilenas que la han atacado con palos y gases lacrimógenos en casi todas sus presentaciones en espacios públicos de la capital chilena, pero sí cree que hubo racismo en el trato de la policía española: «Al hacernos el control de identidad y ver que éramos latinas, los policías nos comenzaron a decir cosas como: Acá, en nuestro país, hacemos las cosas de tal modo. En su país no sé cómo será, pero acá no es así».

El potrero de la Yeguada Latinoamericana

Si bien las acciones que crea y dirige Cheril Linnet tienen como objetivo impactar a las personas en el espacio público —de ahí que nunca anuncie la fecha ni el lugar de sus apariciones— indica que no esperaba generar tanto revuelo en la comunidad conquense y en los medios de comunicación españoles.

«Imaginé que sería algo conflictivo y que podría molestar a ciertas personas, pero no pensé que se iba a viralizar de ese modo la noticia», confiesa Cheril sobre las reacciones que recibieron directamente en la calle, con un párroco gritándoles “guarras de mierda”, y también en medios de comunicación y redes sociales, donde se viralizaron videos y fotografías con su performance, lo que derivó en que denunciaran su cuenta en Instagram y fuera eliminada.

—¿Qué te parece que el jueves se hiciera una misa en la Catedral de Cuenca para rezar por la conversión tuya y de las performers? 

Claramente la conversión no tuvo efecto. De hecho no es la primera vez que se realiza una misa tras una performance de la Yeguada, ya que ocurrió algo similar después de la profanación a la tumba de Jaime Guzmán en 2021. Esa vez asistieron autoridades de la iglesia, de la Fundación Jaime Guzmán, gente de la UDI y del Opus Dei. Creo que hacen estas misas porque está el temor de que decaiga la imagen de la iglesia y todo su poder. Entonces quieren que nos paralicemos y no continuemos accionando. 

—¿Cuál era el objetivo de la Yeguada Latinoamericana al accionar frente a las iglesias en Cuenca?

En esta ocasión, que titulé Virgen de la Luz, el objetivo fue confrontar a la iglesia católica por los abusos cometidos en América Latina desde 1492, con la llegada de Cristóbal Colón. Impusieron su propia cultura en nombre de Dios, usurpando territorios, violando a las mujeres, asesinando y esclavizando. Además, es una institución que hasta la actualidad protege, silencia y encubre a sus miembros que han cometido delitos de abuso sexual. El catolicismo ha construido criterios morales que han intentando moldear nuestro deber ser, reprimiendo y oponiéndose a la toma de decisiones sobre nuestros propios cuerpos, como ocurre con el aborto y la identidad de género.

La próxima performance de la Yeguada Latinoamericana no tiene fecha ni lugar, a diferencia de la exposición “Del Cuerpo a la Carne” que se inaugura este 25 de mayo en el Museo La Neomudéjar en Madrid, donde se expondrán sus performances anteriores, comisariadas por Elisa Massardo.

La exposición «expone al cuerpo en las obras de Cheril Linett» y «lo posiciona múltiple en magnitud y reivindicaciones», según lo indica la presentación de este proyecto financiado por el FONDART de la Región Metropolitana (convocatoria 2021).