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Opinión

26 de Mayo de 2022

Wet Leg, la gran revelación de la música indie rock inglesa

Benjamín Galemiri frente a wet leg

Las dos maravillosas jóvenes líderes de la banda inglesa subieron a escena. Eran dos atractivas  british workings class girls: la  atractiva morena y muy talentosa líder Rhian Teasdale; y la otra líder más low profile, la rubia más enigmática y misteriosa Hester Chambers. Ambas nacidas y criadas en la neo-narrativa isla de Whighttde, demostraron en este pequeño-gran recital de qué madera están hechas.

Benjamín Galemiri
Benjamín Galemiri
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Vengo llegando de un viaje relámpago a París y Londres. Quizá las dos ciudades más sexys de Europa. En París, por cierto, pude encontrarme con mi novia francesa, Constance, que ustedes ya conocen, si es que leyeron mi anterior artículo sobre la muy talentosa escritora japonesa Mieko Kawakami. Bueno, París con Constance, es otro nivel, tanto espiritual como sexualmente. Constance, responde a la canción de Bob Dylan ”Like a woman”, que reza lo siguiente:”She walks like a woman, she speaks like a woman, but when she cries, she cries like a little girl”(Camina como una mujer, ella habla como una mujer, pero cuando llora, llora como una pequeña niñita”).

Ella, que es así, libre como los pájaros, me propuso ir a Londres,(la sexy y  bella ciudad) a ver un recital de lo que ella me contó era la gran revelación actual de la música indie rock británica, compuesta por sus dos líderes mujeres: la muy carismática Thian Teasdole, guitarra y voz principal; y la muy enigmática Hester Chambers, guitarra y voz secundaria. Vimos el fabuloso recital de Wet Leg.

UN APABULLANTE RECITAL EN LONDRES

Llegamos al embriagador Londres con mi novia francesa Constance, inmediatamente transformada en una joven beat del bripop-rock inglés, con sendas y llamativas camisetas de la gran banda Wet Leg. El recital se daba en una especie de réplica de la Tabern donde solían tocar los por siempre amados Beatles en sus inicios en Liverpool y luego en Londres y Hamburgo.

Estas dos maravillosas jóvenes líderes de la banda inglesa subieron a escena; eran dos atractivas  british workings class girls: la  atractiva morena y muy talentosa líder Rhian Teasdale; y la otra líder más low profile, la rubia mas enigmática y misteriosa Hester Chambers. Ambas nacidas y criadas en la neo-narrativa isla de Whighttde Inglaterra, demostraron en este pequeño-gran recital de qué madera están hechas.

Estas dos maravillosas jóvenes líderes de la banda inglesa subieron a escena; eran dos atractivas  british workings class girls: la  atractiva morena y muy talentosa líder Rhian Teasdale; y la otra líder más low profile, la rubia mas enigmática y misteriosa Hester Chambers”.

La embrujadora Thian Teasdale sabe muy bien el magnetismo que habita toda en ella, y lo despliega como con grandes oleadas de mar púrpureo sobre el escenario. Como auténtica front-girl, sabe muy bien que su cuerpo intenso trasmite energías ultravioletas de talento, algo nunca antes visto en el britpop inglés. Una mujer renovadora de la música indie rock inglesa, con sus magníficos ojos incandescentes, y a pesar de componer música de elite, no desperdicia momentos para contornearse más sexy que la inglesa del pop demasiado comercial Dua Lippa. La verdad que es una extraña asociación, música-arte podríamos llamar, pero con una presencia repleta de erotismo minimalista.

Por cierto, su show no es (gracias a Dios) Katy Perry ni menos Taylor Swift (gracias a Dios): Thian Teasdale es un gran talento musicalmente y verdadera gran compositora que a veces menea su trasero con elegancia y con ímpetu sexy. Pareciera que de súbito se cree el cuento de la chica de portada hot, pero después nos damos cuenta de que también eso encierra un comentario irónico a la relamida mujer objeto de la cómica “industria del pop”.

Su compañera, la muy secreta, enigmática, y más sencilla Hester Chambers, la rubia que juega a ser una “música amateur” en escena, pero es sólo otro de los grandes comentarios de esta verdadera revelación de la música indie rock inglesa que se burla de la sencillez siendo neo-sencilla.

Sus letras son minimalistas también, pero verdaderos cuchillazos a la conciencia y al corazón. Hacía tiempo que no aparecía una banda tan original y además liderada por dos mujeres británicas tan genuinas. Estas muchachas iracundas, frescas, desenvueltas, parece que hubieran nacido con la guitarra en la punta de la mano desde el vientre materno. Son tan jóvenes, pero parecen tener cien años de experiencia, y todo lo hacen delicadamente, naturalmente .También a veces hacen volteretas, giros, juegos escénicos como si fueran niñitas semi inocentes, semi perversas, que resultan de los más deliciosas.

En el caso de Wet Leg, es su talento los que las hace tan sexys, porque son dos muchachas muy atractivas pero que físicamente representan al pueblo inglés o a la clase media media. Pero cuando suben a escenas son las Diosas de la noche. Con mucha influencia de la paradigmática Laurie Andersson (especialmente su icónico tema “Oh Superman”) o de la subvalorada pero inmensa rockera también inglesa indie P.J. Harvey, estas chicas británicas, como van, van a apoderarse del sistema musical mundial.

Mi novia francesa Constance durante el recital se lo bailó todo, les gritaba “I Love You, Je t´aime”, “ elles sont grandioses et si belles”(Son grandiosas y tan bellas), exhausta de entusiasmo. Por cierto, podemos asegurar, que el estilo”monónoto-creativo” de a veces Wet Leg, sigue en la tradición de su ídola P.J. Harvey. Sí, a veces es monótono, monocorde, pero tiene tanto swing post-moderno que eso importa un carajo. Suena precioso de todas maneras. Es otro comentario crítico de Wet Leg  a la industria musical. Ellas no están arriba del escenario para satisfacer las aspiraciones banales de nadie.

Hacía tiempo que no aparecía una banda tan original y además liderada por dos mujeres británicas tan genuinas. Estas muchachas iracundas, frescas, desenvueltas, parece que hubieran nacido con la guitarra en la punta de la mano desde el vientre materno. Son tan jóvenes, pero parecen tener cien años de experiencia, y todo lo hacen delicadamente, naturalmente”.

Por cierto desfilaron sus canciones del único álbum “Wet Leg”.

Escuchamos la canción embriagadora y desconcertante llamada “Angelica”, luego la impúdica y asimétrica “Too late bow”, también la incombustible “Urmum”, y por cierto su mega éxito indie “Chase longue” que las presentó a Inglaterra primero y luego fue el pasaporte a Estados Unidos. Y ya sabemos, por experiencia y tradición, que cuando una banda inglesa triunfa en USA, ya puede por dar por seguro que triunfa en el planeta.

EN EL CAMARÍN

Gracias al tesón de mi novia francesa, Constance, conocimos en persona en su camarín  a estas dos chicas súper valoradas en la escena música inglesa y, de a poco, internacional.

Dos  jóvenes mujeres muy smarts, pero muy sencillas. Saqué a relucir mi inglés aprendido en el British Council y entrenado en mis constantes viajes a Londres -invitado a los estrenos ingleses de mis obras y de vez cuando ensayar mi british con alguna talentosa y pretty actriz londinense en días de romance- y logré captar la atención sobre todo de la front girl, la brillante y talentosa Rhian Teasdale. Muy inteligente, melómana, cinéfila ,lectora voraz, todo a mi completo gusto.

DESPEDIDA EN PARÍS Y YA EN CHILE

En el aeropuerto Charles de Gaulle, ya de camino a nuestro querido Chile, le pregunto a mi novia francesa: ”¿Como lograstes que entráramos al camarín de las chicas de la gran banda Wet Leg?”.

”Conocí a Heaster Chambers y a Thia Teasdele cuando eran desconocidas. Yo estaba en Londres viendo un ensayo de ellas en un club  extra radio suburbio londinense. Por así un poco casi fui novia de Thian”, me respondió con amplia sonrisa mi novia francesa.. No me sorprendió su respuesta para nada. Al contrario, me hacía admirarla mucho más.

En la pantalla del avión, encontré un video de las súper chicas talentosas Wet Leg llamado “Obvious”. Por cierto una gran obra musical y con toques cinematográficos de la nouvelle vague neo-moderna. Derraman un intenso sentido moral-musical tan true. Estas dos chicas estaban comenzando a cambiar la historia de la música indie rock y yo, gracias a mi novia francesa, pude compartir aunque sea una hora ese instante cósmico en el recital y en el camarín.

Sí, soy muy enamoradizo, me cruzo con una mujer brillante y atractiva, y ya enamoro. Quizá ahora me estaba enamorando de Heaster Chambers, la líder de Wet Leg. Pero por cierto, era un sentimiento ridículo. Ahora debo escribir la columna para el diario. Eso me reconfortó. Al menos eso creí.

*Benjamín Galemiri es dramaturgo chileno. Tiene más de una veintena de obras publicadas; que han sido llevadas a escena en Chile y otros países.

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