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Entrevistas

9 de Julio de 2022

Jorge Arrate profundiza en su “misilazo” a Ricardo Lagos: “Para efectos de realidad política, sugiero que considere que es menos importante de lo que supone”

El histórico socialista echó de menos la inclusión de "sectores populares" al gabinete de Boric.

El excandidato presidencial, Jorge Arrate, dice que Ricardo Lagos “se dejó seducir por la idea de que para ser considerado ‘estadista’, era preciso bajar las banderas de izquierda”.

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“¡Qué pena, Ricardo!” Así finaliza una carta abierta publicada por Jorge Arrate, en respuesta a la misiva que el martes 05 de julio, dio a conocer el ex Presidente Ricardo Lagos, en la que asegura que ninguna de las dos opciones de Constitución que se enfrentan en el Plebiscito -la vigente y la propuesta de la Convención- son suficientes para el país. En ese sentido, se resistió a revelar su voto.

En la misiva, Arrate se refirió en duros términos al ex Presidente, diciéndole que “si gana el Apruebo, tu rol será aún menor de lo que ya es. Sólo el Rechazo te daría la oportunidad de negociar con la derecha, una vez más, nuevos retoques a la Constitución pinochetista”.

Además, le señala a Lagos que “mi opinión no tiene influencia decisiva en el Plebiscito próximo. Deberías abrirte a la posibilidad de que la tuya ya no sea muy importante. Ha emergido una nueva generación e intentar extender tu influencia es iluso y artificial”.

Ambas figuras fueron importantes en los denominados “30 años”, periodo histórico cuestionado por una nueva generación de militantes de izquierda -básicamente el Frente Amplio-, donde Arrate, pese a ser protagonista, también se sumó más tarde al diagnóstico crítico. En este sentido, el rol de Lagos ya está inscrito en los libros de Historia; de ser un destacado contradictor del dictador Augusto Pinochet -aún es recordado su interpelación, dedo en ristre, al dictador en TV abierta en 1988-, a ser uno de los gobernantes durante la Transición (2000-2006)

En tanto, Jorge Arrate también estuvo en la primera línea de aquel periodo: primero como ministro de Educación de Patricio Aylwin, luego en las carteras de Trabajo y en la Segegob con el ex Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle y, finalmente, en el cargo de embajador de Argentina -una de las destinaciones más influyentes de la diplomacia nacional- del propio Ricardo Lagos.

Sin embargo, pese a compartir protagonismo en la ex Concertación y en la reunificación del socialismo en los años ochenta, Arrate y Lagos no siguieron el mismo camino.

De hecho, Arrate terminó su militancia en el PS el 2009 para iniciar una candidatura presidencial en el pacto Juntos Podemos. En la actualidad, es parte de los líderes de Plataforma Socialista, un grupo de ex socialistas que se consideran a la izquierda de ese partido y que forman parte de Apruebo Dignidad.

Ratificada las divergencias y los diferentes caminos transitados por ambos, Arrate se animó a responder por escrito algunas preguntas de The Clinic, a objeto de profundizar en los argumentos anteriormente expresados en el viejo arte epistolar.

-Usted le endosa a Lagos “favorecer a la derecha” y querer “negociar” con ella para darle “nuevos retoques a la Constitución pinochetista”. ¿Cree que la intención del ex Presidente es mantenerse vigente en política?

-No le endoso nada. Me pronuncio sobre los efectos de su postura que favorece a la derecha. Y si triunfa el Rechazo, es claro que Lagos podría disponer de un espacio para negociar con la derecha con el fin de, en efecto, retocar una vez más la Constitución de Pinochet.

El deseo de mantenerse vigente no es negativo. Él, yo y muchos otros tenemos ese derecho. El punto es cómo se hace realidad. En lo personal aspiro a estar vigente hasta que me muera para luchar por los principios básicos que he defendido durante mi vida.

-¿Por qué el ex Presidente Lagos querría negociar, “una vez más”, con la derecha? ¿Qué otras negociaciones tuvo el ex Mandatario con ese sector político?

-En nuestra generación muchas veces debimos negociar con la derecha. Desde su inicio la Transición fue eso. No hubo fuerza para derrocar a Pinochet, sólo para desplazarlo. Para mí fue una necesidad, para otros, Lagos entre ellos, se convirtió en virtud.

-¿Cree que Lagos, con el paso de los años, se derechizó?

-Fue un progresista que se dejó seducir por la idea de que para ser considerado “estadista” en el mundo actual, era preciso bajar las banderas de izquierda.

-Usted asegura que ni su opinión ni la del ex Presidente Lagos son importantes, argumentando que ha surgido una nueva generación. Sin embargo, el Plebiscito tiene voto obligatorio. Desde un punto de vista estratégico, ¿cuestionando a Lagos no se está alejando también el voto de un grupo etario mayor que tiene dudas ante el borrador de la nueva Constitución?

-Decisivas, dije, para ser preciso. En todo caso, la opinión de Lagos sigue interesándome, por algo le envié esa carta. Es algo subjetivo. Para los efectos de la realidad política, sugiero al ex Presidente que considere la idea que él es harto menos importante de lo que supone.

Lagos no contribuye a encauzar las dudas de los ciudadanos y ciudadanas mayores. Dice que da lo mismo Aprobar o Rechazar y sugiere que podría votar en blanco. Ese planteamiento sí que podría alejar de las urnas a los más desorientados.

-El ex Presidente Frei difundió otra carta adelantando que votará por el Rechazo. Habiendo sido ministro en su gobierno y después ex embajador de Lagos, ¿qué balance hace de una ex Concertación que, independiente de sus argumentos, no quieren aprobar un texto que superará la Constitución que comenzó con la dictadura de Pinochet?

-Las posturas de Eduardo Frei y de Lagos me sirven para afinar el análisis que he hecho hasta ahora de la Transición. Lo mismo me ocurre cuando veo que ex colegas ministros piensan rechazar. Percibo entonces, con mucha más claridad, que los gobiernos concertacionistas no intentaron cumplir sus programas originales, no sólo por el veto de la derecha. También había dirigentes principales que no se identificaban con ese compromiso.

-Con el texto que propone la Convención y ante las observaciones transversales que ha generado, ¿estima usted que Chile será un mejor país con esa Constitución que se plebiscitará el 05 de Septiembre?

-No tengo dudas. Será un sendero trabajoso, pero la nueva Constitución nos dignifica como un país que reconoce y establece la paridad entre mujeres y hombres, que busca reconciliarse con sus pueblos originarios, que está atento a la protección de la naturaleza, que levanta una meta exigente en cuanto a derechos sociales. Un país regionalizado donde “Santiago no es Chile” y con una democracia renovada y abierta a la ciudadanía.


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