La explicación de la exministra Vega tras su bullada salida del Gobierno: «No había ninguna razón para no conversar con Llaitul»

Luego de que a fines de agosto presentara su renuncia al cargo de ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega salió a dar sus explicaciones por el caso que terminó con su salida del Gobierno en medio la controversia que se generó por el “telefonazo” al líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul.

En entrevista con La Tercera, la ex secretaria de Estado afirmó que “cuando nosotros llegamos al gobierno, el diagnóstico era claro, que la mayoría del pueblo mapuche efectivamente quiere un diálogo. Nunca hubo dos miradas. Por cierto, las personas que están fuera de la ley tienen que ser perseguidas, castigadas. No es permisible salirse de la ley”.

Asimismo, Vega explicó que luego de la fallida de la exministra Izkia Siches a La Araucanía, el Ministerio de Desarrollo social que ella encabezaba quedó a cargo de coordinar “el tema de tierras y el tema de inversión”, añadiendo que “alrededor de junio se define que los diálogos específicamente van a estar con un equipo especial que se armó para asegurar llegar a un parlamento, en un plazo de un par de años”.

“Parte importante de la función que teníamos en el ministerio era dialogar con todos. Y cuando digo dialogar con todos, es desde los empresarios, las forestales en conjunto y por separado, la Cámara Chilena de la Construcción, las comunidades… Nosotros tuvimos diálogos con alrededor de, al menos, 100 comunidades en el período. No es posible hablar de tierra sin diálogo”, complementó.

Respecto al intento de comunicación de su cartera con Héctor Llaitul, la exministra precisó que “en el momento en el cual se produce la llamada -independiente de que haya sido de parte de la persona que la hizo-, no había ninguna razón para no conversar con Llaitul”.

“¿Por qué? Porque en ese momento la posición que teníamos en el gobierno era que había que conversar, que las personas no se perseguían por sus ideas, sino que por sus hechos. Fue una coincidencia desafortunada, porque el llamado que hizo la asesora lo hizo alrededor de las 5 de la tarde, y a las 6 y media se conoce que Llaitul había dicho que había que empezar a prepararse”, añadió.

Jeanette Vega recalcó así que “lo que quiero decir es que en ese momento no había ninguna razón para pensar que había personas proscritas para ese diálogo, en particular esta persona. Distinto es la situación que ocurrió después. Y en ese caso, por cierto, uno no dialoga con las personas que están por la vía violenta”.

Finalmente, sobre su renuncia explicó que fue “una decisión que fue más bien política de mi parte. Estábamos a una semana del plebiscito en el cual habíamos luchado -incluyéndome- para cambiar la Constitución de Pinochet. Era el momento clave”.

“Me pareció de mínima responsabilidad política que lo más sano y lo que producía menos daño o menor riesgo de daño era renunciar, porque la cosa se cortaba ahí. A lo mejor si hubiera sido una semana después del plebiscito, dos meses antes del plebiscito hubiera sido distinto. Pero ahí se conjugó un momento que, desde el punto de vista político, me parecía que era muy delicado”, sentenció.