¿Te quedaste sin entrada y oíste igual?: La música de los conciertos en el Estadio Nacional y las comunas desde donde se escuchó a Coldplay y Daddy Yankee

La visita de Daddy Yankee a Chile causó furor total. Su música logró agotar todas las entradas para los tres conciertos que realizó esta semana en el Estadio Nacional. Sin embargo, eso no fue suficiente y el fanatismo pudo más: diversos incidentes y avalanchas de gente se agolparon en las entradas, y más de 4 mil personas simplemente se colaron al recinto para poder observar el show del “Big Boss”.

Muchos de quiénes lograron ingresar sin comprar entrada fueron personas que se encontraban en las cercanías del “Coloso” para por lo menos escuchar su música desde el exterior. Algo usual para los vecinos de Ñuñoa y los alrededores el Estadio Nacional.

Sin embargo, durante las últimas semanas, en The Clinic nos enteramos que vecinos de Santiago Centro, Providencia, Las Condes e incluso Independencia pudieron oír canciones tanto de Coldplay como de Daddy Yankee.

¿Cómo es posible que la música se pueda escuchar hasta a 8 kilómetros de distancia? ¿De qué forma se regula el volumen de los conciertos? ¿Se pueden fiscalizar como ruidos molestos?

Decibeles y temperatura

“Yo he sabido de amigos que viven en Suecia con Santa Isabel (Providencia) o saliendo por Irarrázaval, en Ñuñoa, también se escucha. Pero sobretodo en horas de la noche. En el día es difícil percibirlo. Entre más frío, más fuerte se siente”, cuenta Nelson Vega, sonidista de Olavarría Sonido, empresa a cargo de configurar la música de Daddy Yankee. 

Vega ha trabajado haciendo sonido en diversos estadios y recintos de grandes proporciones en el país hace varios años. En su trayectoria, dice que las bandas que han sonado más fuerte en el Nacional son Iron Maiden y Black Sabbath.

La distancia a la que es posible escuchar la música del nacional, explica que “entre más temperatura, el sonido cambia su velocidad. Por eso que en la noche, cuando hay más silencio y es cuando baja más la temperatura, el sonido recorre más distancia. Y más aún si son sistemas grandes para un estadio”.

¿Y los vecinos?

Durante los espectáculos de Coldplay y Daddy Yankee, desde la Superintendencia de Medioambiente (SMA) informaron a The Clinic que solo recibieron dos denuncias por ruidos molestos. Estas mientras tocaban los británicos.

A pesar de que tal vez podrían ser más, argumentan que ellos tienen importantes dificultades para llevar a cabo fiscalizaciones. “Las denuncias por ruidos generadas por eventos en estadios son muy complejas de abordar dado que en general, siempre podrían superar la normativa. En la lógica de la fiscalización tradicional, al ser un evento esporádico, las medidas sancionatorias que podría adoptar la institución no serían factibles de implementar con la oportunidad requerida, considerando que muchas medidas requerirán cambios estructurales importantes en la instalación o implementar cambios en cada fuente emisora de los equipos de sonido, lo que difiere en cada evento”, explica Claudia Pastore, jefa de la sección Ciudad y Territorio, de la División de Fiscalización de la SMA. 

Por otra parte, en Chile no existen actualmente regulaciones para los sonidistas. Vega dice que en Europa sí. “Por ejemplo, no puedes pasarte de 95 a 98 dB. Eso es un concierto más o menos fuerte para ellos, por lo tanto te limitan. Hay un inspector que te visita, y te dice que eso es todo y no puedes darle más”. Para el concierto, la ficha técnica de Daddy Yankee decía que 110 dB era un buen nivel tope de volumen.

Un tema en que, según la SMA, estarían al debe. “Es muy importante reforzar la necesidad de incorporar medidas preventivas o de mitigación al momento de entregar la autorización por parte de la autoridad competente. No contamos con mapas dado que la propagación del ruido es omnidireccional dada la estructura del estadio y las estructuras aledañas que pueden reflejar el sonido”, concluye Pastore.