De una fábrica en Pakistán a un «comprador incógnito» y telefonazos: los nuevos detalles tras la denuncia de ropa «pirata» en La Polar

Nuevos detalles surgieron en torno al nuevo escándalo que enfrente empresas La Polar. La multitienda ha recibido denuncias por presunta venta de ropa falsificada e incluso fueron allanadas ocho de sus bodegas.

La compañía se ha defendido de las acusaciones en reiteradas ocasiones. En esta línea, han afirmado que todas las prendas que comercializan son originales. Asimismo, acusaron que algunas marcas se negado a venderles sus productos, apuntando a que esto “nos ha obligado a buscar vías directas para importarlos y hacerlos accesibles a todos los consumidores”.

La Polar además anunció una contraofensiva judicial a raíz de las denuncias presentadas por Under Armour y Adidas. Sobre esto, advirtieron con “acciones por competencia desleal e indemnización de los graves perjuicios que han causado a la compañía con sus infundadas y públicas acusaciones”.

Es en este caótico escenario para La Polar que surgieron nuevos antecedentes respecto a cómo la empresa adquirió los productos por los son acusados de vender ropa “pirata”, así como una serie de “telefonazos” que llevaron a cabo una vez que se destapó el escándalo.

Una fábrica en Pakistán y el “comprador incógnito”

Según información publicada por Diario Financiero, toda la tramada detrás de esta situación tiene su origen la ciudad de Faisalabad, Pakistán, donde se encuentra ubicada una fábrica en la que la multitienda habría comprado las prendas de Under Armour.

En concreto se trataría de saldos que no fueron vendidos o vestuario correspondiente a temporadas anteriores. Sobre esto, el citado medio explicó que dicho modelo de negocio fue instalado “hace tres años para tener precios más bajos y replicar el modelo de retailers de EEUU y que hacen lo mismo”.

Luego de esta situación fue que la propia fábrica habría sido la encargada de alertar a Under Armour que “había problemas con ciertas prendas comercializadas por su cuenta, y no a los distribuidores directos (como Forus en Chile) pero también en otros países del continente”.

Ante este escenario los ejecutivos de la marca de ropa deportiva tomaron algunas acciones como enviar un “comprador incógnito” para revisar la ropa en La Polar, donde habrían detectado irregularidades en los logos y costuras de poleras y buzos.

Diario Financiero detalló sobre esto que desde la empresa se defendieron presentando una serie de documentos que comprobarían “acuerdos directos con la marca Under Armour para comprar a la fábrica lo que no adquieren los distribuidores oficiales“.

Asimismo, precisaron que estos “autorizan la venta de sus productos en la fábrica de Pakistán a través de comercializadores pakistaníes (uno llamado GM Garments es el principal) y con el pago respectivo de todos los permisos”.

Los telefonazos de ejecutivos de La Polar

Pero eso no es todo, ya que el medio antes citado además afirmó que una vez que se produjo el allanamiento a las bodegas de La Polar, los directores de la empresa realizaron una serie de llamados telefónicos.

Dentro de estos “telefonazos” hubo algunos que fueron hechos por el propio presidente del directorio, Leonidas Vial. En tanto, sobre los llamados precisaron que estos estuvieron dirigidos a figuras como el presidente de la Confederación de La Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil, o al mandamás de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes.

En las conversaciones, según publicó Diario Financiero, los ejecutivos de La Polar habrían pedido “que por favor no hicieran juicios apresurados” respecto a los allanamientos, recalcando que todo se trataría de un “malentendido”.

La multitienda deberá así ahora enfrentar otro problema tras el polémico caso de 2010 sobre las repactaciones unilaterales, marcando un nuevo escándalo en el historial de la compañía.