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Históricos de la U incrédulos ante anuncio de estadio por parte de Azul Azul
Agencia UNO

Deportes

8 de Enero de 2023

¿Un estadio para la U? Históricos del club miran con incredulidad anuncio de Azul Azul

Luego de más de una decena de anuncios y proyectos fallidos en las últimas décadas, emblemáticos exjugadores del equipo como Rodrigo Goldberg, Mariano Puyol y Cristián Castañeda no creen que tras el comunicado de esta semana sobre la factibilidad de comprar un terreno “para nueva infraestructura deportiva”, hayan razones para creer que esta vez sí se cumplirá la eterna promesa de un estadio propio.

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Ya van más de cuatro décadas en que los hinchas de Universidad de Chile vienen escuchando la idea de un estadio propio. En los 80 y 90 las dirigencias intentaron suculentos proyectos que nunca vieron la luz. Tras la quiebra y canalización del club en la sociedad anónima Azul Azul en 2007, la fanaticada azul seguía esperanzada en que los capitales privados pudieran cumplir con el sueño de un estadio propio. Pero la intención, que hicieron propia varios timoneles de la sociedad anónima, como Federico Valdés, José Yuraszeck o Carlos Heller, solo quedó en palabras. 

Esta semana, la sociedad anónima controlada por Sartor publicó un comunicado señalando que estaban evaluando posibles terrenos para la construcción de “infraestructura deportiva para la U”. Pero el enésimo anuncio provoca dudas en históricos ídolos del club azul. El exgerente deportivo de Azul Azul, Rodrigo Goldberg, dice que la declaración fue “muy cuidada”. 

“Todos entendieron que la U va a hacer un estadio, y lo que en realidad se dijo es que se está evaluando la compra del terreno. O sea, entre una cosa y otra hay unos cerros de diferencia”, sostiene. Con su experiencia al interior de la entidad, afirma que se necesita un capital de dinero para este proyecto, pero que “el tema fuerte es descubrir un terreno donde te acepten construir”. 

Mariano Puyol, exjugador y entrenador de inferiores de la Universidad de Chile, dice estar “incrédulo” ante el anuncio. “Tantas veces se ha hablado de la misma noticia con mucha rimbombancia (…) pero hay que ver si realmente tienen algo que pueda avanzar y esperar si efectivamente se cumple el primer paso: el terreno”.

En la misma línea, quien fuera campeón seis veces con el club, Cristián Castañeda, sostiene que no lo ve con mucho optimismo. “Hace mucho rato que se viene planteando, pero lo veo muy difícil, por cuestiones políticas. Nadie quiere un estadio en su comuna”. Sobre la declaración de Azul Azul, opina que “es netamente una política de lavar la imagen, porque no hay una buena opinión de Azul Azul en la hinchada. Prometer un estadio es medio populista, porque como te digo, lo veo difícil”. 

Un personero de Azul Azul dice que el comunicado no es una “cortina de humo”, y que justamente iría en el sentido contrario. “Si fuese así, habríamos optado por el mecanismo que históricamente se ha hecho, donde se han dado a conocer hasta maquetas”, sostiene. “Para nosotros es importante tener informada a la comunidad y contarles cómo es el proceso”, agrega la fuente consultada.

La declaración que alimentó comentarios

El 4 de enero Universidad de Chile publicó un comunicado oficial repasando las gestiones realizadas en los últimos 18 meses, donde la gestora Sartor ha sido la controladora de Azul Azul, con Michael Clark a la cabeza del directorio. Informaron un ordenamiento financiero y administrativo institucional, cambios en la gestión del club, el pago de la totalidad de deudas que tenían -entre ellas al Fisco-, y la extensión de la concesión hasta 2052, entre otros. 

Y decidieron reavivar el tema del estadio porpio. En el período señalado, afirman, evaluaron “la factibilidad de distintas opciones de terrenos que permitan edificar nueva infraestructura deportiva para el uso de todas las categorías de nuestro Club”. Por consiguiente, se comprometieron a que durante el primer semestre de este año se suscriban “los instrumentos jurídicos vinculantes que permitan la adquisición de un terreno que sirva para la edificación de infraestructura deportiva para la U”. Tras ello, explicaron, procederán con los permisos para materializar proyectos de infraestructura. 

Un anuncio que encendió las redes sociales, ya que el comentado proyecto lleva muchos años posponiéndose. Y surgieron especulaciones, como de la periodista Carolina Fernández sobre una posible ubicación del estadio: Lampa. Sin embargo, ese trascendido es desmentido por una alta fuente de Azul Azul. “Hemos hecho un trabajo súper silencioso, porque vamos a anunciar cuando tengamos cosas concretas (…) no hemos trabajado con ninguna municipalidad. ¿Para qué vamos a hablar con un alcalde si aún no tenemos terreno?”, afirma la fuente consultada. 

Los intentos frustrados por cumplir el sueño azul

Los anuncios de la Universidad de Chile sobre la construcción de su estadio propio se vienen dando desde la década de los 80. Antes de la quiebra en 2006, la mayoría de las dirigencias propuso diferentes ideas para levantar un recinto propio que dejara atrás la localía del equipo en el Estadio Nacional. 

Hubo varias ideas: la compra de un estadio mecano; la construcción en la Ciudad Azul de Lampa, un terreno de 127 hectáreas que pertenecía en ese entonces a la Casa de Estudios; megaproyectos ofrecidos por inversionistas extranjeros. Ninguno funcionó. 

El 8 de septiembre de 2010, ya de la mano de Azul Azul, se inauguró el Centro Deportivo Azul en la comuna de La Cisterna, que funciona como recinto de entrenamiento para todas las categorías del club de fútbol. Ubicada en la esquina de la Autopista Central con Av. El Parrón, la sede azul es contigua al Estadio Municipal de esa comuna, que tiene en concesión Palestino. Por eso, en los intentos que ha hecho la sociedad anónima por oficializar la construcción de un estadio, La Cisterna ha sido una obsesión. 

Sin embargo, constantemente se ha encontrado constantemente con oposición, principalmente, de autoridades políticas. En 2012, por ejemplo, el alcalde Santiago Rebolledo declaró que mientras él fuera edil “no habría estadio para la U”. Postura similar se encontraron en Puente Alto el 2010, cuando el sector del cerro La Ballena asomaba como opción. 

El sector de Laguna Carén, en Pudahuel, en un terreno perteneciente a la Casa de Bello, también fue considerado, pero desencuentros de tiempos entre la entidad que maneja del club de fútbol y la universidad, terminaron por desestimarla. Un caso similar pasó con La Pintana en 2014, cuando el empresario Carlos Heller firmó un contrato de opción de compra, pero que tampoco prosperó. 

En enero de 2019, el concejo municipal de San Bernardo recibió a ejecutivos de Azul Azul, que proponían construir su recinto en el paño contiguo al Parque Metropolitano Sur, al costado de la Ruta 5 Sur. Sin embargo, el proyecto no siguió porque “la comunidad se manifestó de forma negativa”, dijo la exalcaldesa Nora Cuevas. 

Tres años más tarde, se dio a conocer el último intento de la dirección del club: un estadio para 30 mil personas que se construiría en un terreno de 12 hectáreas a 3,5 kilómetros de la estación de Metro Cerrillos. Sin embargo, el predio terminó siendo cedido al Comité Olímpico, para la construcción de la Villa Panamericana, y cancha de béisbol y softbol que serán utilizadas en los Juegos Panamericanos 2023. 

“La U no necesita un estadio”

A pesar de que coinciden en lo complejo que será llevar a cabo el proyecto, existen matices sobre los efectos de esta “eterna promesa” en la hinchada del equipo. “La U necesita un estadio definitivamente. No tengo medias tintas ahí”, dice Goldberg. 

En cambio, Puyol dice que la mayoría de los fanáticos que conoce “no está ni ahí con eso. La U es local en cualquier estadio”. Castañeda también cuenta que no se desespera, ni le quita el sueño. “Siempre la U ha jugado en el Estadio Nacional. Y si deja de hacerlo, después de los Panamericanos va a pasar a ser casi que un ‘elefante blanco’”. 

“También los alcaldes, para no echarse a la gente encima, no ayudan mucho. Hace un tiempo atrás, me acuerdo que el alcalde de Pudahuel era reconocido hincha de la U y tampoco se llegó a buen puerto”, agrega Castañeda. 

Goldberg lo vivió desde adentro y, para él, hay una figura que podría destrabar el problema: Cecilia Pérez. La exintendenta, exvocera de gobierno figura hoy como vicepresidenta del directorio de Azul Azul. “Ella tiene la muñeca política. Creo que en ese directorio está para eso, no por un tema deportivo”, dice el exjugador. 

Pérez -quién también ejerció como ministra del Deporte- asumió en la sociedad anónima dos meses después de dejar el gobierno de Sebastián Piñera. Fue involucrada, por orden del presidente de Azul Azul, Michael Clark, en el desarrollo del fútbol femenino, además del proyecto estadio. 

Desde la entidad, afirman que su rol en ese segundo proyecto se relaciona tanto como con el conocimiento acabado de “cómo funciona el Estado”, como por “los plazos e instituciones que se involucran”. Además, sostienen que como Pérez viene del sector público, y en especial del “municipalismo”, puede tener “una relación transversal con distintos actores que le permitan tener relaciones de conversación, porque ya la conocen”.

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