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Festival de Viña

22 de Febrero de 2023

Los Jaivas, Paloma Mami y Polimá en la madrugada: crece polémica por mal horario de los tres números chilenos de Viña 2023

Agencia UNO

Paloma Mami salió a cantar a las 02:36 de la madrugada y Los Jaivas a las dos de la madrugada. La gente ya había apagado la TV y el rating no superó los 15 puntos para ambos números. Horacio Salinas (Inti-Illimani Histórico), Alfredo Lewin e Iván Valenzuela analizan causas y posibles soluciones ante una programación de baja visibilidad para los artistas locales en Viña 2023.

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La “noche de mujeres” que inició el Festival de Viña de este año culminó el domingo con Paloma Mami saltando al escenario a las 02:36 de la madrugada. Ayer, a pesar del éxito rotundo que tuvieron y que el público los acompañó en su mayoría en la Quinta, Los Jaivas subieron a tocar a las dos de la madrugada.

Y el rating se hizo sentir en ambos números: entre las 02:35 y las 03:21 horas, Paloma Mami promedió 12 puntos con un peak de 14,9 unidades. Esa noche, las presentaciones de Karol G (35,8 puntos) y Pamela Leiva (37,2) demostraron que el público, mayoritariamente, apagó la televisión antes de que ella saliera a escena.

Con Los Jaivas sucedió algo similar: su show comenzó a las 02.00 y culminó a las 03.14 horas, con un rating promedio de 14,5 puntos y un peak de 18,3 puntos. También los show que lo antecedieron marcaron mucho más: Alejandro Fernández promedió 31 unidades y Belén Mora 37,2.

Polimá Westcoast será el tercer y último número musical de Viña 2023: se presentará jueves en el evento. Como el resto de los artistas musicales chilenos, cerrará la jornada, por lo que también tendrá que subirse a la Quinta durante la madrugada.

Frente a esta programación del Festival 2023, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, dice a The Clinic que “hay tiempos, a veces el público se manifiesta, muchas veces esos tiempos se alargan y vamos a tratar de cautelar que ellos se sientan muy bien cuidados y tratar de avanzar al máximo los tiempos de inicio de sus shows, porque me parece que es un acto de respeto”.

Tres miradas críticas a la programación de madrugada

La programación de madrugada para los artistas locales ha abierto, nuevamente, un debate, donde las miradas son críticas de parte de músicos y periodistas.

“Tengo la peor opinión de ese Festival. Es un espectáculo de artistas extranjeros, que vienen porque las condiciones económicas son extraordinarias”, lanza Horacio Salinas, integrante del grupo Inti-Illimani Histórico. “Esto de la música chilena es una cosa que los organizadores del Festival la ven muy sin importancia. Entonces, que lleguen a actuar a las 7 de la mañana me parece muy coherente con ese Festival”, dice el músico a The Clinic.

Alfredo Lewin, conductor radial y crítico musical, plantea que puede “ver un patrón, con que este espectáculo de televisión latinoamericano sigue intentando ser muy LatAm y entiende que los chilenos no merecen el lugar de la apertura. Yo me crié con la idea de que el artista que cierra es el más importante. Lo que pasa es que los horarios del Festival de Viña son muy disparatados”.

“La gente acostumbra a ver tele hasta las 12 de la noche, pero no hasta las 2 de la mañana. Entonces, obvio que si un chileno sale a trabajar a las 2 de la madrugada, nadie quiere trabajar al día siguiente”, dice Lewin.

El conocido rostro de TV y radio dice que “siempre me ha dado la impresión de que el acto de cierre es la razón por la que la gente se queda. Los Jaivas u otros artistas hacen que la gente se quede hasta el final por los chilenos, pero no funciona de esa manera: es el acto que tiene menos rating“. Sobre el orden que tienen los diferentes actos, señala que “tiene la locación del mayor rating a los comediantes”.

Un problema para los músicos chilenos y su difusión en nuestro territorio, que según el periodista Iván Valenzuela, “es de siempre y no tiene solución aparentemente. Tiene que ver con que el número de apertura es un concierto entero”.

Dice que si bien en la década de los 70 y 80 habían muchos más números, eran más cortos, y “en la medida que se fueron encareciendo los costos, disminuyó la cantidad de shows hasta que se llegó a esta conformación. Desde el punto de vista de la importancia de las cosas, es un desastre: solo importa el primer número y el humor. Todo lo otro queda desmerecido por los horarios. Es una lástima”, plantea el periodista a The Clinic.

A su juicio, el desafío para la organización del Festival es “tomar una decisión. Si quieres que el Festival tenga difusión internacional -que hace que el festival valga la pena- o quieres que sea un evento donde los chilenos tengan un lugar de privilegio”.

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